Un grupo que busca que pongan en libertad a cientos de personas acusadas de cometer delitos en Washington el 6 de enero tiene previsto celebrar una concentración en el Capitolio de Estados Unidos el 18 de septiembre.
La concentración está siendo organizada por Look Ahead America, una organización sin ánimo de lucro que dice abogar por los estadounidenses que son ignorados por ambos partidos políticos y el gobierno.
Más de 600 personas han sido acusadas de diversos delitos por los presuntos actos cometidos a principios de enero en el Capitolio, cuando manifestantes y alborotadores irrumpieron en el edificio, interrumpiendo una sesión conjunta del Congreso.
Muchos de los acusados permanecen en prisión a la espera de juicio, incluso algunos que no están acusados de llevar a cabo actos de violencia.
«Pedimos justicia para los presos políticos del 6 de enero. Exigimos justicia para las personas a las que el FBI les destruyó la vida, acorralándolas como si fueran terroristas, cuando no cometieron ningún delito de violencia, o simplemente ejercieron agresivamente sus derechos de la Primera Enmienda», dijo a The Epoch Times Matt Braynard, fundador y director ejecutivo de Look Ahead America. «Estamos protestando por la denegación de la fianza, la denegación de la atención médica, la denegación del acceso a los abogados a los manifestantes no violentos que siguen retenidos por el gobierno federal desde hace ya nueve meses».
La concentración «Justice for J6» (Justicia por el J6) también tiene como objetivo «hacer frente al discurso de que alguna vez hubo una insurrección», añadió Braynard, que en su día trabajó para la campaña del expresidente Donald Trump y ha dicho que se inspiró en él para crear la organización sin ánimo de lucro.
Algunas de las personas que están en prisión a la espera de ser juzgadas por cargos relacionados con el 6 de enero han dicho que fueron al Capitolio a petición de Trump, y un subconjunto lo culpa de lo que hicieron.
Trump fue sometido a un juicio de impeachment por la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, cuando aún estaba en el cargo, por presunta incitación a la insurrección, aunque fue absuelto por el Senado, controlado por los republicanos. Los republicanos señalaron repetidamente que Trump instó en varias ocasiones a la gente el 6 de enero a permanecer pacífica cuando acudiera al Capitolio.
Braynard escribió en enero a los funcionarios federales encargados de hacer cumplir la ley para instarles a retirar todos los cargos contra los manifestantes no violentos del 6 de enero. En esa carta, hizo hincapié en que apoya el enjuiciamiento de las personas que se volvieron violentas o destruyeron la propiedad.
Los activistas legales conservadores y los republicanos en el Congreso han sido algunos de los que han criticado el trato de algunos acusados en la irrupción del 6 de enero, argumentando que es mucho más severo que el de las personas acusadas en los disturbios de 2020.
Un grupo de republicanos intentó durante el verano entrar en la cárcel donde están recluidos muchos de los presos, pero se les negó el acceso. Varios acusados han dicho que fueron golpeados por los guardias, mientras que otros han alegado diferentes formas de abuso. El Departamento Penitenciario del Distrito de Columbia no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre las denuncias.
Los organizadores de la próxima concentración han estimado una asistencia de 700 personas en las solicitudes de permiso, aunque esperan que ese número pueda aumentar hasta unos cuantos miles.
Todavía no se ha anunciado ningún asistente destacado.
La policía del Capitolio de Estados Unidos levantó una valla alrededor del Capitolio después del 6 de enero y la mantuvo durante meses, para finalmente retirarla en julio.
La agencia dijo que para la decisión de removerla se basaron en el actual entorno de amenazas y en la mejora de sus capacidades de respuesta.
Los reportes que citan fuentes anónimas dicen que, debido a las preocupaciones de seguridad sobre la manifestación del 18 de septiembre, la valla podría volver a colocarse. Braynard dijo que los funcionarios no habían discutido esa posibilidad con él.
La Policía del Capitolio de EE. UU. se negó a responder directamente a los reportes, aunque la agencia dijo que está al tanto de la protesta prevista.
«Estamos siguiendo de cerca el 18 de septiembre y estamos planificando en consecuencia», dijo el jefe de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, Tom Manger, a The Epoch Times en un correo electrónico. «Después del 6 de enero, hicimos cambios en todo el Departamento en la forma en que reunimos y compartimos la información de inteligencia interna y externamente. Estoy seguro de que el trabajo que estamos haciendo ahora asegurará que nuestros oficiales tengan lo que necesitan para mantener a todos a salvo».
Una portavoz del Departamento de Policía Metropolitana (MPD) dijo que la agencia estará «totalmente preparada» para los eventos previstos para finales de este mes.
«Al igual que con todas las manifestaciones de la Primera Enmienda, el MPD supervisará y evaluará las actividades y planificará en consecuencia con nuestros socios federales encargados de hacer cumplir la ley. La MPD aumentará su presencia en los lugares de la ciudad donde se celebren las manifestaciones y estará preparada para cerrar las calles para garantizar la seguridad pública», dijo.
Según algunos reportes, se espera que asistan miembros de los Proud Boys y de otros grupos cuyos miembros fueron acusados en relación con el 6 de enero. Pero los Proud Boys instaron a sus miembros a no presentarse.
«No vamos a ir y tú tampoco deberías ir», decía en un posteo reciente en Telegram.
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