El Senado de Estados Unidos decidió el 16 de mayo en una votación bipartidista avanzar con un paquete de ayuda militar de USD 40,000 millones a Ucrania, invocando la clausura del debate generado por las objeciones del senador Rand Paul (R-Ky.).
Con de 80 a 11 votos, la decisión incluyó el apoyo de amplias filas de ambos partidos. En total 11 republicanos votaron en contra de invocar la clausura del debate. El proyecto de ley ahora esperará una votación final en el Senado que se prevé para el 18 de mayo.
En comentarios en el pleno del Senado, el líder de la mayoría Chuck Schumer (D-N.Y.) condenó la iniciativa de Paul la semana pasada de bloquear la legislación.
“La obstrucción del financiamiento de Ucrania por parte del senador Paul es inaceptable y solo sirve para fortalecer la mano de Putin a largo plazo”, dijo Schumer.
“Insto al senador de Kentucky a que reconsidere su objeción”, dijo más tarde el presidente pro tempore del Senado, Dick Durbin (D-Ill.).
El proyecto de ley, el último de una serie de paquetes legislativos de ayuda de miles de millones de dólares para la nación europea, fue bloqueado por Paul el 11 de mayo, a pesar de que los líderes de la Cámara y el Senado acordaron unánimemente proceder con su aprobación.
Paul se negó a avanzar con el proyecto de ley hasta que se hicieran cambios en la legislación que aseguren que un inspector general pueda controlar exactamente cómo se gastan los miles de millones de dólares. En última instancia, el Senado invocó la clausura sin realizar ningún cambio en el borrador final del proyecto de ley.
“Mi juramento de cargo es para la Constitución estadounidense, no para ninguna nación extranjera y no importa cuán simpatizante sea la causa el juramento de mi cargo es para la seguridad nacional de Estados Unidos de América”, dijo Paul en el pleno del Senado el 12 de mayo.
“No podemos salvar a Ucrania condenando a la economía de Estados Unidos. Solo la gasolina aumentó un 48 por ciento y los precios de la energía aumentaron un 32 por ciento en el último año. Los precios de los alimentos aumentaron casi un 9 por ciento. Los precios de los vehículos usados aumentaron un 35 por ciento en el año y los precios de los vehículos nuevos aumentaron un 12 por ciento o más”, dijo a continuación.
Paul señaló que la inflación «no surge de la nada» e indicó un gasto deficitario en el que Estados Unidos gastó casi USD 5 billones en «rescates financieros de COVID-19» que han llevado al país a una inflación altísima.
“Los estadounidenses están sintiendo el dolor y el Congreso parece tener la única intención de aumentar ese dolor sacando más dinero por la puerta lo más rápido que pueda”, dijo Paul.
Tras el exitoso esfuerzo de Paul para detener temporalmente el proyecto de ley, el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), prometió a los líderes ucranianos durante una visita de fin de semana a Kiev que el proyecto de ley aún se aprobaría con el apoyo de una «abrumadora mayoría de republicanos en el Congreso».
La única objeción de Paul al proyecto de ley en el Senado fue solo la última de una serie de complicaciones que han estancado su progreso.
El presidente Joe Biden originalmente solicitó un paquete de ayuda mucho más pequeño el 28 de abril.
La solicitud de Biden incluía USD 20,400 millones en asistencia militar junto con USD 8500 millones en asistencia económica. El paquete también incluía USD 3000 millones en asistencia humanitaria para abordar la escasez de alimentos en el mundo. En última instancia, el proyecto de ley habría costado a los contribuyentes estadounidenses alrededor de USD 33,000 millones.
“El costo de esta lucha no es barato, pero ceder ante la agresión sería más costoso si permitimos que suceda”, dijo Biden durante un discurso en vivo el 28 de abril. “O apoyamos al pueblo ucraniano mientras defienden su país o nos mantenemos al margen mientras los rusos continúan con sus atrocidades y agresiones en Ucrania”.
Más tarde, los legisladores agregaron alrededor de USD 3400 millones a los componentes de ayuda humanitaria y militar del proyecto de ley, pero la legislación rápidamente se atascó en disputas partidistas.
Algunos demócratas esperaban agregar alrededor de USD 10,000 millones en fondos de ayuda nacionales de COVID, a lo que se opusieron los republicanos citando miles de millones de dólares de fondos de ayuda asignados previamente que no se habían utilizado.
Por otro lado, algunos republicanos presionaron por una enmienda para anular el plan de Biden de poner fin al Título 42, una política de emergencia por COVID de la era Trump que permite a los agentes de la Patrulla Fronteriza hacer retroceder a muchos de los inmigrantes ilegales detenidos en la frontera.
Aún así, después del período de estancamiento, se espera que el proyecto de ley de ayuda de USD 40,000 millones financiados por los contribuyentes estadounidenses llegue al escritorio de Biden para el fin de semana.
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