Los funcionarios de la campaña de Trump dijeron el jueves que el sheriff de Filadelfia se niega a hacer cumplir la orden de un juez que obliga a los funcionarios electorales a permitir que los observadores republicanos tengan un acceso adecuado para monitorear el conteo de votos.
El jueves en la mañana, la jueza de la Mancomunidad Christine Fizzano Cannon, una demócrata, ordenó que con vigencia inmediata «todos los candidatos, observadores o representantes de candidatos puedan estar presentes para el proceso de escrutinio (…) y se les permita observar todos los aspectos del proceso de escrutinio dentro de los 6 pies [de distancia]».
El jueves por la tarde, Pam Bondi, asociada de la campaña de Trump, dijo a los reporteros en las afueras del Centro de Convenciones de Pensilvania que los funcionarios electorales movieron la barricada a 6 pies de distancia del área de conteo, pero desafiaron la orden judicial al mover todas las máquinas de conteo a la parte trasera del edificio donde no pueden ser vistas.
“Ellos aún no cumplen”, dijo Bondi. «Es increíble lo que están tratando de hacer con nuestros votos que han sido emitidos legalmente».
“Ellos no nos dejan ver nada”, agregó Bondi. «Ahora, vamos a tomar más medidas para solucionar este problema».
«Están desafiando una orden judicial y esto no es lo último».
El asociado de la campaña de Trump, Corey Lewandowski, dijo que una abogada privada dentro del edificio informó a los observadores electorales republicanos de que «ella determinaría si la orden judicial era válida o no».
“Ellos tienen ocho abogados que luchan contra nosotros para que no podamos ver las boletas dentro”, dijo Lewandowski. “La orden judicial está en vigor. Ellos no nos están dando acceso y el sheriff ha decidido no hacer cumplir esa orden judicial».
La oficina del alguacil de Filadelfia, Rochelle Bilal–un demócrata–no respondió a un mensaje de voz que se dejó en la oficina de información pública.
Los funcionarios de la campaña de Trump dijeron el 4 de noviembre que los observadores se habían visto obligados a ver cómo se realizaba el conteo de las boletas desde una distancia de hasta 30 metros. Los funcionarios electorales utilizaron una barricada y a un especie de guardia de seguridad para evitar que los observadores se acercaran, dijo Bondi a los periodistas el 4 de noviembre.
Los comisionados de la ciudad de Filadelfia dijeron en un comunicado que el recuento de votos se reanudó poco después del mediodía, luego de «una breve pausa» a la luz del litigio que se está llevando a cabo. «Se ha reanudado de acuerdo con la ley», dijeron.
La ciudad apeló al fallo ante la Corte Suprema de Pensilvania.
Según la apelación que solicita una revisión de emergencia, el fallo «es incorrecto, y debido a que pone en peligro tanto la seguridad del escrutinio de los Acusados de la Ciudad como la privacidad de los votantes, se justifica la concesión inmediata de apelación».
Se envió una solicitud de comentarios a una portavoz de la corte, pero no respondió.
Los 20 votos electorales de Pensilvania siguen en juego, con Trump a la cabeza y el candidato presidencial demócrata Joe Biden aún en la contienda.
A principios de este año, la Corte Suprema de Pensilvania dictaminó que todas las boletas recibidas antes del 6 de noviembre y las que tengan matasellos antes del 3 de noviembre o no tengan matasellos definitivos después de las elecciones, deben contarse.
Según los resultados no oficiales del Departamento de Estado de Pensilvania el jueves por la mañana, Trump estaba por delante con 3,2 millones de votos frente a los 3 millones de Biden.
Trump dijo el miércoles por la noche que ganó Pensilvania.
La campaña de Biden ha dicho que confían en que el recuento final lleve a la victoria del demócrata.
Con información de Zachary Stieber y Allen Zhong.
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