El Sindicato Estadounidense de Trabajadores Postales (APWU, por sus siglas en inglés) ha manifestado que se opone a la vacunación obligatoria contra el COVID-19, ante los reportes de que la Casa Blanca está considerando los llamados pasaportes de vacunación como condición de empleo para los empleados federales.
El sindicato, que representa a más de 220,000 trabajadores de correos, emitió un comunicado el miércoles por la noche en el que dice que, aunque animará a los trabajadores de correos a vacunarse contra el COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), «no es el papel del gobierno federal el de obligar a vacunarse a los empleados que representamos».
«Las cuestiones relacionadas con las vacunas y las pruebas de COVID-19 en el lugar de trabajo deben negociarse con el APWU. En este momento, el APWU se opone a la imposición de las vacunas contra el COVID-19 para los trabajadores de correos de EE. UU.», dice la declaración.
El APWU emitió su declaración un día después de que el presidente Joe Biden dijera que la Casa Blanca está considerando imponer la vacuna COVID-19 a todos los trabajadores federales.
«Eso se está considerando ahora mismo», dijo el presidente el martes cuando se le preguntó sobre el tema en un viaje a McLean, Virginia.
Biden sugirió que los que aún no se han vacunado están «sembrando una enorme confusión».
“Tenemos una pandemia por culpa de los no vacunados y ellos están sembrando una enorme confusión”, dijo Biden. «Y solo hay una cosa que sabemos con seguridad, si esos otros cien millones de personas se vacunan, estaríamos en un mundo muy diferente. Así que vacúnense, si no lo han hecho no son tan inteligentes como dije que serían”
El presidente tiene previsto pronunciar un discurso sobre el COVID-19 en la Casa Blanca el jueves por la tarde.
El Departamento de Asuntos de los Veteranos será el primer organismo federal importante en imponer la vacunación contra el COVID-19 a sus empleados. Citó el aumento de la variante Delta, altamente contagiosa, en Estados Unidos y la seguridad de los veteranos.
Por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo el miércoles que todos los empleados del estado tendrían que vacunarse o someterse a pruebas periódicas.
«Se ha reportado que el presidente Biden va a anunciar pronto que todos los empleados federales deben ser vacunados o someterse a pruebas. El Estado de Nueva York está haciendo lo mismo», dijo el gobernador, un demócrata, durante una reunión virtual.
«Es inteligente. Es justo. Es nuestro interés común», dijo Cuomo, señalando que está coordinando con los sindicatos estatales para implementar el requisito de la vacuna antes del Día del Trabajo.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, también anunció el lunes que todos los trabajadores de la ciudad tendrían que vacunarse o someterse a pruebas semanales. El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció una medida similar horas después.
Los críticos de la medida argumentan que las tres vacunas COVID-19 actualmente disponibles en Estados Unidos aún no han recibido la aprobación completa de la Administración de Alimentos y Medicamentos a la espera de los resultados de seguridad y eficacia de los ensayos de fase tres en curso.
Las vacunas de Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson se están administrando actualmente en Estados Unidos bajo la autorización de uso de emergencia (EUA), lo que significa que los fabricantes de vacunas no son responsables de cualquier lesión, incluida la muerte, que pueda causar su vacuna COVID-19.
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