Cualquiera que sea el resultado final de las elecciones, está claro que los encuestadores se equivocaron —una vez más, equivocados por el «tímido voto para Trump» que muchos periodistas y expertos también habían desestimado.
Pero ese voto tímido no sorprendió a Daniel Allott, un periodista que dejó su revista política de Washington DC luego de las elecciones de 2016 y se dirigió al corazón de Estados Unidos, donde pasó tres años escuchando las historias de los votantes de Trump.
“Lo que encontré en el camino y cuando viajaba, es que la gente a menudo no quería admitir que estaba votando por Donald Trump, o no quería hablar con un periodista o encuestador de fuera de la ciudad y decirles que apoyaban a Trump o votarían por él”, dijo Allott, editor de artículos de opinión de The Hill.
Allot cree que esta es una de las principales razones por las que fallan las encuestas que, por ejemplo, predijeron una victoria de 17 puntos en Wisconsin para Biden, en lugar del recuento real que actualmente es de 0.6 puntos.
Las experiencias y los conocimientos de Allott se exponen en su libro recientemente publicado, «On the Road in Trump’s America: A Journey Into the Heart of a Divided Nation» (En el camino del Estados Unidos de Trump: Un viaje al corazón de una nación dividida) .
En declaraciones para el programa de The Epoch Times, American Thought Leaders, Allot dijo que los votantes de Trump se habían exasperado por experiencias previas con periodistas que se aventuraron desde Washington con ideas y narrativas preconcebidas.
No hay confianza en los medios ni en los encuestadores
Luego, hay un discurso despectivo sobre los votantes de Trump, dice.
“En la descripción popular, un votante de Trump es un intolerante, un racista y alguien que es temeroso e ignorante”, dijo Allot. “Entonces, ¿por qué querría decirle a un periodista que usted apoya [a Trump] si sospecha que él simplemente volverá a casa y escribirá un reportaje sobre lo ignorante y racista que es usted? Eso lleva al tema de la falta de confianza en los medios”.
Después de las elecciones de 2016, los reporteros se dirigieron a las ciudades y condados que los editores vieron como el epítome de un cambio imprevisto de Obama a Trump en parte del cinturón de óxido. Allot dijo que estaba desconcertado por la cantidad de personas en esos lugares que le dijeron que los reporteros habían plasmado la historia de forma incorrecta.
“Escuché eso en Erie, Pennsylvania. Lo escuché en el condado de Robeson, Carolina del Norte y el condado de Trempealeau, Wisconsin”, dijo. “La gente decía: ‘Mire, somos muy cautelosos con los medios de comunicación porque parecen venir con una agenda’”.
«Hablan sobre estos votantes silenciosos de Trump quienes no hablan con los encuestadores», dijo. «Esta es la razón».
Más periodistas necesitan salir en todo el país, no solo aventurarse por un día con una idea preestablecida, dijo.
“Sé cómo funciona —y tuve que hacerlo en el pasado— donde básicamente escribes la mitad de tu historia antes de llegar allí. Sabes lo que estás buscando. Dices: ‘Quiero a un votante de Trump que se arrepienta de su voto, quiero esto y aquello; hablé con el jefe del partido y puse un poco de color (…)’. Luego te vas a casa al finalizar el día —y no estás allí el tiempo suficiente para conocer la verdad».
“Creo que solo se necesita cierto grado de modestia y humildad al abordar el tema de entrevista o un lugar nuevo y decir: ‘Voy a dedicar el tiempo a escuchar, a observar, antes de comenzar a sacar mis conclusiones’”.
Trump escuchó
Desde agricultores demócratas registrados hasta musulmanes que reflexionaron sobre que la prohibición de viajes de Trump no llegó lo suficientemente lejos al excluir a Arabia Saudita, Allott describe a una serie de personas que votaron por Trump.
Pero dijo que el tema principal de todos ellos era que querían un político que los escuchara.
“Mucha gente en la zona central de Estados Unidos, mucha gente en áreas rurales, han sentido que los políticos de ambos lados, en ambos partidos, no los han escuchado. Sienten que en ocasiones se burlan de sus valores, que no se aprecia su forma de vida».
Dice que a veces los periodistas hacen presunciones erróneas sobre cómo responderá la gente a la personalidad de Trump.
Describe que se encontró a un hombre de Haití en la época en que Trump había despreciado al país. Le preguntó si le molestaban las declaraciones del presidente.
“Él dijo: ‘En realidad no. Me dieron ganas de volver y mejorar a nuestro país’. Así que creo que mucha gente en la prensa y en Washington, D.C., especialmente, son más sensibles a la retórica que la gente en el mundo real, en el centro del país”.
Votantes exclusivos de Trump
Para Allott, el aparente atrincheramiento de aquellos a quienes les agrada y no les agrada Trump, como se muestra en los resultados de las elecciones, no es una sorpresa.
Sin embargo, con Trump aferrándose a su popularidad, Allott advierte que no se debe asumir que los votantes de Trump son todos seguidores del partido republicano.
«Ellos en ocasiones hablaban del Partido Republicano como parte de esta cabale y los agrupaban con los demócratas y los medios de comunicación y todas estas otras instituciones a las que percibían como el enemigo».
«Creo que la idea de que estos, muchos de estos votantes de Trump están conquistados por el Partido Republicano es incorrecta», dice Allot, y agrega que muchos son exclusivos de Trump.
“Muchos de ellos eran exvotantes de Obama que sintieron: ‘Mira, voy a votar por Trump nuevamente. Me gusta lo que ha hecho. Pero después de eso, soy una especie de agente libre. Tal vez no volveré a votar, tal vez volveré con los demócratas si eligen a alguien, o simplemente no votaré o votaré por un tercer partido’”.
«Creo que los republicanos tendrían que trabajar para retener a esos votantes», dijo.
Para los demócratas, si quieren cortejar a algunos de esos votantes de Trump, «van a tener que decidir —[si] van a ser moderados, un partido más moderado», dice.
Allot da el ejemplo de su libro de un granjero llamado Joe Walker, quien dice que era un demócrata registrado y siempre había votado por los demócratas, incluso dos veces por Obama. “Me dijo en 2017: ‘Siento que donde estaban los demócratas hace 30 años, ahí es donde todavía me encuentro. Se han movido. Los republicanos también se han movido, pero ahora me quedo quieto y aquí vienen los republicanos, y ahora me alineo más con ellos’”.
«Mucha gente en las zonas rurales y el centro de Estados Unidos, e incluso en el cinturón de óxido, se sienten así, que los demócratas los están dejando atrás».
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