Una maestra de la Escuela Primaria Robb supuestamente dejó abierta una puerta exterior —cerrándola sin asegurarla— lo que permitió a Salvador Ramos entrar en el establecimiento para matar a 19 niños y dos adultos.
Nuevos detalles sobre el tiroteo en la Escuela Primaria Robb sugieren que una maestra no identificada dejó abierta la puerta exterior que Ramos utilizó para acceder a la escuela después de apuntalarla con una piedra, dijo a San Antonio Express-News el abogado Don Flanary, quien representa a la maestra.
«Ella vio el destrozo», dijo Flanary a la publicación, refiriéndose a cuando Ramos chocó la camioneta de su abuela antes de entrar en la escuela. «Ella corrió de vuelta al interior para obtener su teléfono para informar del accidente. Volvió a salir mientras hablaba por teléfono con el 911. Los hombres de una funeraria le gritaron: ‘¡Tiene un arma! Ella lo vio saltar la valla y tenía una pistola, así que volvió a entrar corriendo».
«Ella apartó la piedra de una patada cuando volvió a entrar. Recuerda que tiró de la puerta para cerrarla mientras decía al 911 que él estaba disparando. Ella pensó que la puerta se cerraría porque se supone que esa puerta siempre está cerrada», dijo Flanary.
La declaración de Flanary coincide en su mayor parte con la cronología que las autoridades habían establecido hasta el momento.
Sin embargo, una discrepancia contradice la declaración realizada el 27 de mayo por John McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
«Sabemos, por las pruebas de vídeo, que a las 11:27 [de la mañana], la puerta exterior (…) por la que sabemos que entró el tirador (…) quedó abierta por la profesora», dijo McCraw a los periodistas en la rueda de prensa del 27 de mayo.
«A las 11:28, el vehículo del sospechoso se estrella en una zanja, como se ha descrito anteriormente. La profesora corre al aula 132 para recuperar un teléfono y esa misma profesora vuelve a la puerta de salida», dijo el oficial, añadiendo que «y [la] puerta queda abierta».
La puerta «no debía estar abierta. Se suponía que debía estar cerrada con llave y ciertamente, la profesora que volvió por su teléfono móvil la volvió a abrir. Así que ese fue un punto de acceso que el sujeto utilizó», dijo McCraw.
La discrepancia, según confirmaron las autoridades el 31 de mayo, es que la profesora había cerrado la puerta. Sin embargo, no se cerró la puerta.
«Nosotros verificamos si ella cerró la puerta. La puerta no se cerró. Eso lo sabemos y ahora los investigadores están investigando por qué no se cerró», dijo el martes a AP News Travis Considine, jefe de comunicaciones del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Las autoridades y el público han tenido dificultades para reconstruir la cronología de los trágicos sucesos ocurridos el 24 de mayo.
La Asociación Conjunta de Aplicación de la Ley de Texas, el sindicato que representa a los policías texanos, instó a sus miembros a cooperar con las investigaciones del gobierno en una declaración del 31 de mayo, al tiempo que señalaba «una gran cantidad» de información falsa procedente de «los más altos niveles del gobierno» tras el incidente.
«Ha habido una gran cantidad de información falsa y engañosa tras esta tragedia. Algunas de las informaciones proceden de los niveles más altos del gobierno y de las fuerzas policiales», dijo la asociación. «Las fuentes que los texanos veían como férreas y completamente fiables se han demostrado ahora falsas».
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