El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó una advertencia al grupo terrorista ISIS-Jorasán, que dio muerte a 13 militares estadounidenses en un atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, y dijo que aquellos que causan daño al país «pagarán el precio final».
Biden pronunció un desafiante discurso a la nación el 31 de agosto, justo un día después de que los últimos aviones militares estadounidenses abandonaran el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul, Afganistán, y dijo que Estados Unidos sigue comprometido con la persecución de las organizaciones terroristas «sin poner soldados en terreno».
«Mantendremos la lucha contra el terrorismo en Afganistán y otros países», dijo el presidente demócrata. «Hemos demostrado esa capacidad solo en la última semana. Hemos atacado al ISIS-K a distancia, días después de que asesinaran a 13 de nuestros miembros del servicio y a decenas de afganos inocentes», añadió.
«Y a ISIS-K: Nosotros todavía no hemos acabado con ustedes», advirtió Biden.
«Los que desean dañar a Estados Unidos, los cazaremos y pagarán el precio final», advirtió a continuación el presidente.
El esfuerzo de evacuación de Kabul se vio empañado por un mortal atentado terrorista el 26 de agosto, que se cobró la vida de 13 militares estadounidenses, tres británicos y unos 170 afganos. El grupo terrorista ISIS-K reivindicó la autoría del atentado.
ISIS Khorasan, también conocido como ISIS-K, fue fundado en 2015 y es un enemigo declarado de los talibanes y de Estados Unidos.
El grupo sigue activo años después de su creación, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un centro de estudios de Washington D.C. que afirma que ISIS-K recibió apoyo del grupo terrorista ISIS de Irak y Siria.
La filial del ISIS tiene su sede en el este de Afganistán y ha llevado a cabo varios ataques devastadores, en su mayoría dirigidos a la minoría musulmana chiíta del país.
El CSIS dice que el grupo es responsable de casi 100 ataques contra civiles en Afganistán y Pakistán, así como de unos 250 enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de Estados Unidos, Afganistán y Pakistán, desde enero de 2017.
En otro momento del discurso del martes, Biden defendió la gestión de su administración en la retirada de Estados Unidos de Afganistán el 31 de agosto, y señaló que la amenaza del terrorismo «cambió» y se expandió a otros países del mundo.
«Ese es el principio que guía mis decisiones sobre Afganistán», dijo el presidente. «Sencillamente, no creo que la seguridad de Estados Unidos mejore si se siguen desplegando miles de tropas estadounidenses y gastando miles de millones de dólares al año en Afganistán».
«Pero yo también sé que la amenaza del terrorismo continúa en su naturaleza perniciosa y maligna. Sin embargo ha cambiado, se ha expandido a otros países. Nuestra estrategia tiene que cambiar también».
Biden dijo que Estados Unidos continuará en su lucha contra el terrorismo en Afganistán y otros países. «Tenemos lo que se denomina capacidades sobre el horizonte, lo que significa que podemos atacar a los terroristas y a los objetivos sin que haya soldados estadounidenses sobre el terreno, o muy pocos, si es necesario», dijo Biden.
Para mostrar tales capacidades, el presidente se refirió al ataque de un dron estadounidense el 29 de agosto contra un vehículo que transportaba «múltiples terroristas suicidas» del grupo ISIS-K.
Estados Unidos está investigando los informes de víctimas civiles tras el ataque, dijo el capitán Bill Urban, portavoz del Comando Central de EE. UU., en una declaración a última hora del 29 de agosto.
El 31 de agosto, Biden también indicó que los desafíos de China y Rusia son cada vez mayores, incluidos «los ciberataques y la proliferación nuclear», a los que Estados Unidos debe dedicar recursos.
«No hay nada que China o Rusia prefieran, que quieran más en esta competencia, que Estados Unidos esté empantanado otra década en Afganistán», dijo el presidente.
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