La vicepresidenta Kamala Harris obtuvo una impresionante lista de apoyos para su candidatura presidencial en las horas posteriores al anuncio del presidente Joe Biden de que se retira de la contienda para 2024.
La lista de apoyos incluía a los presidentes de los 50 estados del partido, delegados de la convención de al menos cuatro estados y algunos de los nombres más importantes del partido, como los Clinton, los gobernadores de California, Pensilvania y Nueva Jersey y el megadonante demócrata Alex Soros.
La creciente coalición que respalda a Harris, que comenzó con el apoyo del presidente, prácticamente le ha asegurado la nominación del partido para enfrentarse al candidato del Partido Republicano, el expresidente Donald Trump, en noviembre.
Sin embargo, es posible que tenga que enfrentarse a un rival antes de que los delegados demócratas voten para elegir al candidato el mes que viene.
Harris aún no ha nombrado a su compañero de fórmula. El domingo habló con el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y con el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper.
El presidente Biden dio su apoyo a Harris poco después de anunciar su decisión de pasar el relevo.
«Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado», dijo el presidente en X.
«Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año».
Harris dijo que está dispuesta a trabajar para «ganar la nominación».
«Haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata —y unir a nuestra nación— para derrotar a Donald Trump», dijo la Sra. Harris. «Tenemos 107 días hasta el día de las elecciones. Juntos, vamos a luchar. Y juntos, ganaremos».
Algunos donantes, legisladores y celebridades demócratas habían pedido al presidente Biden que abandonara la candidatura del partido, escudriñando su desempeño en el primer debate presidencial con el expresidente Donald Trump el 27 de junio.
El presidente había dicho en repetidas ocasiones que tuvo una «mala noche», que no estaba suficientemente preparado y que inicialmente se había comprometido a seguir en la carrera. Más de tres docenas de demócratas de la Cámara de Representantes y cinco senadores le pidieron públicamente que se apartara.
El presidente hizo el anuncio de hacerse a un lado mientras se autoaislaba en Rehoboth Beach, Delaware, debido a su tercer contagio de COVID-19.
¿Qué sigue?
La Convención Nacional Demócrata está prevista del 19 al 22 de agosto en Chicago. Originalmente, el evento habría sido la oficialización como candidato demócrata del presidente Biden. Los casi 4700 delegados tenían previsto votar por el nominado prácticamente antes de que comenzara la convención.
El presidente Biden tiene al menos 3896 delegados comprometidos a apoyarlo tras ganar todas las primarias y caucus estatales en 2024, además del territorio de Samoa Americana. Las normas del Comité Nacional Demócrata (DNC) impiden que el presidente los pase a otro candidato, pero su respaldo a la Sra. Harris podría resultar influyente para quienquiera que opte por apoyar.
A pesar de los planes de la Sra. Harris de postularse a la presidencia, otros candidatos podrían hacer propuestas durante la convención o antes de ella.
Si ningún candidato recibe suficientes votos para la nominación en la primera ronda, los líderes del partido y otras élites demócratas, conocidos como «superdelegados», pueden votar en las rondas posteriores. El partido cuenta con más de 700 superdelegados.
La nominación a la vicepresidencia se decidirá en una votación separada en la convención. Normalmente, la convención aprueba la elección de vicepresidente del candidato presidencial. Si la Sra. Harris recibe rápidamente el apoyo de todos los delegados comprometidos, podría nombrar un candidato a la vicepresidencia y los delegados podrían ratificarlo.
Sin embargo, si la elección del candidato presidencial se convierte en una batalla prolongada, la vicepresidencia podría formar parte de las negociaciones de los candidatos.
Financiación y cuestiones legales
La campaña del presidente Biden informó recientemente que cuenta con una caja de guerra de más de 91 millones de dólares en efectivo. Con las contribuciones de otros comités de campaña demócratas aliados, el total asciende a más de 240 millones de dólares.
ActBlue, un comité de acción política y plataforma de recaudación de fondos, anunció que la nueva campaña presidencial de la Sra. Harris ha recaudado más de 27.5 millones de dólares desde el anuncio del presidente Biden.
«Los pequeños donantes recaudaron más de 27,5 millones de dólares en ActBlue en las primeras 5 horas de la campaña presidencial de la vicepresidenta Kamala Harris», dijo ActBlue en X.
«Los simpatizantes de base están llenos de energía y entusiasmados por apoyarla como candidata demócrata».
Sin embargo, los expertos en financiación de campañas han sugerido que podría haber restricciones sobre cómo se gasta ese dinero con una nueva candidata. Dado que el nombre de la Sra. Harris figuraba en la campaña junto al del presidente Biden, podría controlar todos esos fondos para su propia campaña. Si el partido se agrupa en torno a un nuevo candidato, podría haber restricciones sobre cómo se gasta ese dinero.
Los expertos legales dicen que el dinero podría utilizarse para un comité de acción política de gastos independientes, pero que el saldo no puede transferirse sin más a un candidato diferente.
Otros obstáculos a los que se enfrentan los demócratas para sustituir al nominado del partido son los desafíos legales federales y estatales. Cada estado decide cómo deben elegir los partidos a sus candidatos a la presidencia, y estados como Ohio y Alabama ya tuvieron que encontrar soluciones legislativas para asegurarse de que el presidente Biden apareciera en las boletas estatales este año debido a los plazos de certificación.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), dijo el domingo en una entrevista con CNN que los demócratas «tendrán verdaderos problemas» si sustituyen al presidente Biden como candidato del partido este año.
«Quiero decir que cada estado tiene su propio sistema electoral. Ese es nuestro sistema constitucional», dijo.
«Así es como se hace. Y en algunos de estos estados, es un verdadero obstáculo».
El estratega político Christopher Bruce dijo a The Epoch Times que «los demócratas tienen que tomar ejemplo de los republicanos y unirse».
«Las próximas semanas van a ser muy impredecibles. Esto no ha ocurrido, creo, desde 1968», afirmó.
«Ya no es el público en general, ni siquiera los demócratas en general, quienes van a elegir a sus candidatos. Ahora, va hacia los delegados», dijo el Sr. Bruce.
«Son los delegados los que deciden. Ya no vamos a tener este proceso de primarias estado por estado, que no es precisamente la forma más democrática de hacer las cosas. Pero con las elecciones tan cerca, el DNC necesita una forma de elegir realmente a un candidato».
El Sr. Bruce dijo que si la Sra. Harris es descartada, «habrá mucha gente disgustada en la comunidad negra».
«Biden-Harris es una entidad legal diferente, pero la mayor parte de la financiación va al DNC», dijo el Sr. Bruce, que también es abogado. «Definitivamente hay formas de eludirlo. Aunque yo diría que no sería fácil».
El Sr. Bruce dijo que es crucial que la Sra. Harris elija a su compañero de fórmula lo antes posible para que los delegados puedan estar informados sobre su elección para vicepresidente.
El presidente del DNC, Jaime Harrison, dijo el domingo que «el trabajo que debemos hacer ahora, aunque sin precedentes, está claro».
«En los próximos días, el partido emprenderá un proceso transparente y ordenado para avanzar», dijo el Sr. Harrison en un comunicado, con «un candidato que pueda derrotar a Donald Trump en noviembre».
También señaló que «en breve, el pueblo estadounidense escuchará al Partido Demócrata sobre los próximos pasos y el camino a seguir para el proceso de nominación».
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