WASHINGTON—En sus últimas semanas en el cargo, el presidente Donald Trump y los miembros de su gabinete tomaron medidas rápidas para prohibir las inversiones en grandes empresas chinas, un paso importante para frenar el acceso de Beijing a los lucrativos mercados de capital estadounidenses.
La administración ha prohibido invertir en 44 empresas identificadas por el Departamento de Defensa de Estados Unidos como «empresas militares comunistas chinas». Los inversores estadounidenses deberán desinvertir de los bonos de estas empresas y sus filiales antes de la fecha límite de noviembre.
La lista negra del Pentágono llamó la atención de Wall Street cuando Trump emitió una orden ejecutiva luego de las elecciones de noviembre de 2020 que prohibía invertir en empresas vinculadas al Ejército Popular de Liberación. La orden cubría inicialmente a 31 empresas chinas, incluidas importantes empresas de tecnología y fabricación, como los operadores móviles estatales China Mobile y China Telecom, el fabricante de videovigilancia Hikvision y la empresa aeroespacial Aviation Industry Corp. de China.
Muchas de estas empresas cotizan en bolsas de valores de todo el mundo. A través de fondos públicos de pensiones y jubilación, los estadounidenses están transfiriendo riqueza de Estados Unidos a estas empresas que apoyan directamente al ejército de China, un problema que se ha pasado por alto durante años, según expertos en seguridad nacional.
La restricción de la inversión también ha marcado la aceleración de un permanente desacoplamiento económico de China.
Tras la orden ejecutiva, la administración amplió la prohibición para incluir a las subsidiarias de todas las empresas chinas en la lista negra. El Pentágono también amplió su lista para incluir a 13 empresas militares adicionales, como el gigante petrolero China National Offshore Oil Corp. (CNOOC), el fabricante de teléfonos móviles Xiaomi, y el fabricante de equipos de semiconductores Advanced Micro-Fabrication Equipment (AMEC).
Según una hoja informativa publicada por el Departamento de Estado, las empresas militares que figuran en la orden ejecutiva tienen más de 1100 subsidiarias. Y MSCI, FTSE y otros índices realizan un seguimiento de docenas de estas empresas.
El Departamento de Estado, por ejemplo, identificó a 59 empresas militares, incluidas sus subsidiarias, rastreadas por el índice de mercados emergentes MSCI, uno de los puntos de referencia más populares para los administradores de inversiones. Hasta la fecha, MSCI eliminó solo a 10 empresas chinas de su índice debido a la orden ejecutiva.
Si bien las recientes decisiones de los proveedores de índices de eliminar varias empresas chinas son bienvenidas, esas empresas «son la punta del iceberg de más de 1000 empresas subsidiarias», dijo a la prensa Keith Krach, subsecretario de Estado para el crecimiento económico, la energía y el medio ambiente, durante una conferencia telefónica el 14 de enero.
«Mientras estas subsidiarias mantengan el acceso a los mercados de capital de Estados Unidos, el ejército de la República Popular China seguirá siendo financiado a costa de los trabajadores estadounidenses», dijo.
La administración Trump consideró inicialmente incluir a los gigantes tecnológicos chinos Alibaba, Baidu, y Tencent en la lista negra del Pentágono, lo que habría sido un gran golpe para las acciones de estas empresas. Sin embargo, después del rechazo del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, la idea fue abandonada, informó Reuters el 13 de enero.
Las entidades estadounidenses poseen actualmente acciones de Alibaba (BABA) en la NYSE por un valor de aproximadamente USD 183,000 millones, según los precios de cierre al 14 de enero y los últimos datos de presentaciones públicas disponibles compilados por Bloomberg. Por otro lado, Baidu (BIDU) cotiza en NASDAQ y Tencent (TCEHY) que cotiza en el mercado extrabursátil de EE. UU. han atraído inversiones por USD 32,000 millones y USD 6000 millones, respectivamente, de entidades domiciliadas en EE. UU.
Krach expresó su decepción con la decisión interinstitucional de excluir a estos gigantes tecnológicos de la lista negra del Pentágono, alegando que estas empresas son estratégicas para el ejército chino. Él dijo que espera que la administración entrante vuelva a examinar estas empresas y continúe con las políticas de Trump.
El presidente electo Joe Biden dejó en claro que revocaría algunas de las políticas de Trump con acciones ejecutivas en sus primeros días en el cargo. No está claro si Biden revertirá las recientes prohibiciones de inversión de las empresas chinas.
Por ahora, los analistas políticos no esperan que la administración Biden levante estas restricciones, debido al creciente apoyo bipartidista para responsabilizar a China por sus registros comerciales y de derechos humanos. El año pasado antes de las elecciones, Biden estuvo bajo presión política para mostrarse duro contra el régimen chino. La aprobación de China en los países desarrollados se desplomó debido al manejo inicial de Beijing de la pandemia de coronavirus y su represión de la democracia en Hong Kong y Xinjiang.
Las opiniones negativas sobre China en los Estados Unidos también se han disparado significativamente bajo la administración Trump en los últimos cuatro años.
Para brindar más claridad a los inversionistas, Trump emitió una directiva enmendada el 13 de enero, requiriendo que los inversionistas estadounidenses se deshagan por completo de sus tenencias de bonos de compañías en la lista negra para el 11 de noviembre de 2021.
La enmienda también prohíbe la posesión de bonos de cualquier compañía militar china un año después de que el Pentágono colocara a esa compañía en la lista negra.
Además, los fondos cotizados en bolsa y los fondos indexados estarán sujetos a la prohibición de inversión. Los inversores estadounidenses se verán obligados a deshacerse de las empresas incluidas en la lista negra si compraron las acciones en el extranjero a través de estos fondos pasivos.
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