El presidente Donald Trump dijo el viernes que pronto anunciará un nuevo grupo de trabajo dedicado a la apertura de Estados Unidos para los negocios, describiendo la decisión relacionada a cómo hacerlo como «la mayor decisión» que jamás haya tomado.
Trump dijo que lo llama grupo de trabajo o consejo «Abriendo nuestro país» para no confundirlo con el Grupo de Trabajo del Coronavirus de la Casa Blanca, que es presidido por el vicepresidente Mike Pence.
«Vamos a tener grandes líderes empresariales, médicos y un gran grupo de personas», dijo Trump a los periodistas en una conferencia de prensa el viernes en la Casa Blanca sobre el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como el nuevo coronavirus.
Una voz en la sala de prensa dijo de pasada que es como un «grupo de trabajo económico», a lo que Trump aclaró: «Esto va más allá de lo económico».
Dijo que probablemente anunciaría el grupo de trabajo el martes. Es probable que el grupo se reúna por teleconferencia.
«Entonces tendré que tomar una decisión», dijo Trump. «[Como por ejemplo], ¿cerrar una pequeña área que sea un punto crítico? (…) También, muy importante, diferentes partes del país, porque si vamos al Medio Oeste, es diferente que tal vez de la Costa Este o la Costa Oeste. La Costa Oeste, esos números son increíbles en la Costa Oeste. Muy interesante».
Las «Directrices sobre el Coronavirus para Estados Unidos» de la Casa Blanca, publicadas por primera vez el 16 de marzo, terminarán el 30 de abril.
«Digo esto, quiero abrir [Estados Unidos] lo antes posible», señaló Trump a los periodistas. «Este país estaba destinado a ser abierto y vibrante y grande. No con gente dentro de sus casas… Me encantaría abrirlo. No estoy empeñado en hacer nada, pero los hechos determinarán lo que haga».
Cuando se le preguntó si estaría dispuesto a volver a cerrar el país en caso de que se produjera un aumento de las infecciones, Trump dijo que consideraría la idea en función del brote.
«Estoy observando a otros países, en muchos casos, están delante de nosotros [de tal manera que] los atacó antes que a nosotros, los golpeó primero (…) y lo que están haciendo y los éxitos que están teniendo, y eso va a jugar un papel importante», dijo Trump. Más tarde señaló que si hubiera algún «brote», después que el país reabra sus puertas, entonces esperaba que se localizara «para que podamos controlarlo desde un punto de vista local sin tener que cerrar».
«Estamos luchando contra este enemigo oculto, que es un genio. Es un genio. Es una genialidad. La forma en que ha atacado a tantos países en tantos ángulos diferentes (…) es un adversario muy duro, pero vamos a ganar, y lo haremos de forma muy decisiva», dijo el presidente. «Tendré que tomar una decisión, y solo espero por Dios que sea la decisión correcta. Pero yo diría sin duda alguna: es la decisión más grande que he tenido que tomar».
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«Un tipo diferente de muerte»
Un reportero preguntó: «Los modelos, tal y como los entiendo, se basan en el distanciamiento social que continúa hasta mayo. ¿Es eso correcto? Y si usted abriera la economía el 1 de mayo o en algún momento de ese mes, ¿eso impactaría los modelos en términos de las muertes que usted esperaría?».
La coordinadora de Respuesta al Coronavirus de la Casa Blanca, Debbie Birx, estuvo de acuerdo en que las proyecciones del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington en Seattle (IHME) siguen en el distanciamiento social hasta el mes de mayo. Sin embargo, señaló que el modelo del IHME ha estado cambiando continuamente y que las curvas «están obteniendo intervalos de confianza mucho más amplios (…) cuando ves eso, sabes que el modelo tiene un poco de inestabilidad».
Como tal, es difícil predecir lo que sucederá, dijo. «Mira cuánto ha cambiado el modelo en solo una semana. Recuerden, hace solo una semana, eran 80.000. Ahora son 60.000», señaló Birx, refiriéndose a cómo las muertes proyectadas para agosto en Estados Unidos han disminuido de nuevo en la última semana según el modelo.
Birx también señaló que los distintos estados han abordado la pandemia de manera diferente, con algunos estados imponiendo órdenes de permanecer en casa. Por el contrario, otros estados no lo han hecho, y en su lugar han estado realizando pruebas y rastreando contactos de manera más generalizada. Este último enfoque ayudaría a informar a las autoridades sobre las personas que tienen más probabilidades de tener el virus del PCCh y, por lo tanto, deben ser puestas en cuarentena.
«Observamos lo que están haciendo Nueva York y Detroit, y nos olvidamos de que hay un Utah y un Nuevo México y Dakota del Norte y del Sur y toda una serie de estados que han estado haciendo pruebas y rastreo de contactos, y han estado haciendo pruebas a tasas más altas que la tasa per cápita que todos hemos discutido», explicó Birx. «Así que estamos viendo eso: ¿Qué es lo que hicieron? ¿Dónde están las mayores vulnerabilidades? ¿Dónde están los brotes con mayor probabilidad de ocurrencia?».
«Así que estamos viendo el impacto de ese modelo y lo que ese modelo predijo, basado en el tipo de rastreo de contactos —menos mitigación; más rastreo de contactos».
Trump dijo al periodista: «Tienes razón en cuanto a la apertura y [la posibilidad de que] podría llevar a la muerte, pero quedarse en casa también lleva a la muerte. Es muy traumático para este país, pero quedarse en casa, si miras los números, eso lleva a un tipo de muerte diferente, quizás, pero también lleva a la muerte. Es una decisión muy importante. Es la decisión más grande que jamás tomaré».
En Estados Unidos se han registrado más de 18.700 muertes atribuidas al virus del PCCh.
Los datos publicados el 3 de abril por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) muestran que la economía americana ha perdido más de 700.000 empleos en las primeras semanas de los esfuerzos del gobierno para frenar la propagación del virus del PCCh. Los datos de BLS no captan todos los efectos del virus desde que se apoderó de Estados Unidos, ya que se basan en una encuesta realizada entre el 8 y el 14 de marzo, antes de que se adoptaran muchas de las medidas de mitigación en el país.
El Instituto de Política Económica, un grupo de expertos con sede en Washington, hizo el 1 de abril un pronóstico terrible de que se podrían perder 19,8 millones de puestos de trabajo para julio.
Petr Svab contribuyó a este informe.
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