El expresidente Donald Trump anunció el miércoles que va a presentar demandas contra Twitter, Facebook y Google después de que las empresas suspendieran sus cuentas en las redes sociales hace seis meses por sus declaraciones tras el incidente del 6 de enero en el Capitolio.
En un discurso desde Bedminster (Nueva Jersey), Trump y su equipo dijeron que las demandas tienen que ver con la protección del derecho a la libertad de expresión según la Primera Enmienda. Argumentaron que sus derechos fueron denegados cuando las tres grandes empresas tecnológicas lo prohibieron.
Trump describió las «grandes» demandas como un «desarrollo muy hermoso» para proteger la libertad de expresión en Estados Unidos. Las demandas se presentarán ante el Tribunal de Distrito de EE. UU. en el Distrito Sur de Florida y pedirán a un juez que ordene el cese inmediato de los supuestos vetos en la sombra, la censura, las listas negras y las cancelaciones de las empresas de redes sociales a las personas que expresan puntos de vista políticos fuera de la corriente principal.
Twitter, Facebook y Google dijeron en enero que prohibieron a Trump por sus afirmaciones de que las elecciones del 3 de noviembre fueron robadas y alegaron que contribuyó a la violencia del 6 de enero.
«Está destruyendo el país», dijo Trump sobre el supuesto control de las redes sociales sobre el discurso político.
El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, el CEO de Google, Sundar Pichai, y el CEO de Twitter, Jack Dorsey, fueron nombrados en las demandas, así como las propias empresas. Trump dijo que las demandas tratarán de obligar al tribunal a concederle daños punitivos por la suspensión.
Trump argumentó que las empresas de redes sociales han «dejado de ser empresas privadas» y citó el escudo de protección de la Sección 230 que dichas empresas emplean para protegerse de la responsabilidad. Los republicanos han argumentado que la norma federal ha permitido a las grandes empresas tecnológicas censurar a sus oponentes políticos, mientras que algunos han ido más allá, argumentando que los gigantes de las redes sociales deben ser regulados como servicios públicos.
«Esta demanda es solo el principio», dijo Trump sobre las demandas.
La sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996 permite a las empresas de internet estar generalmente exentas de responsabilidad por el material que los usuarios publican. La ley, que proporciona un «puerto seguro» legal para las empresas de internet, también permite a las plataformas de redes sociales moderar sus servicios eliminando las publicaciones que, por ejemplo, sean obscenas o violen las propias normas de los servicios, siempre que actúen de «buena fe».
Los abogados de Trump dijeron que la demanda se centrará en las disposiciones de la Sección 230, que, según ellos, se creó en la década de 1990 para proteger a los niños de los contenidos perjudiciales en internet. La forma en que las grandes empresas tecnológicas utilizan actualmente la ley como escudo, argumentó su equipo, sobrepasa lo que pretendía originalmente.
«Ya no son inmunes», dijo la abogada Pam Bondi.
Por otro lado, el expresidente también pareció adelantarse a las críticas de sus oponentes a su demanda, argumentando que los medios de comunicación convencionales y los políticos demócratas son los «mayores difusores de desinformación». Trump calificó de falsos los relatos de la corriente principal en torno a que los republicanos quieren «desfinanciar a la policía», las afirmaciones sobre la colusión con Rusia y la COVID-19.
Los ejecutivos de Twitter han dicho que la prohibición de Trump será permanente, mientras que Facebook impuso una prohibición de dos años a la cuenta del expresidente.
Durante su conferencia de prensa del miércoles, Trump acusó al gobierno federal de utilizar Facebook, Twitter y Google como su «brazo de censura de facto» durante la COVID-19. Una afirmación que fue censurada, añadió, fue la de que la COVID-19 surgió de un laboratorio de virología de Wuhan el año pasado. Sin embargo, hace unos meses, el presidente Joe Biden dijo que muchos miembros de la comunidad de inteligencia estadounidense consideran ahora que la teoría es viable.
«Esto fue especialmente cierto durante la pandemia, cuando las empresas de redes sociales comenzaron a censurar la información» basándose en la orientación sanitaria federal, dijo el expresidente.
El esfuerzo legal de Trump cuenta con el apoyo del America First Policy Institute. El expresidente dijo que cree que miles de otras personas podrían unirse a su demanda.
Google, Facebook y Twitter no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios el miércoles.
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