El expresidente Donald Trump dijo el 2 de marzo que las políticas de fronteras abiertas del presidente Joe Biden equivalen a una conspiración para inundar el país de extranjeros ilegales y, con el tiempo, ampliar la base de votantes demócratas en un intento de hacerse con el poder «durante generaciones».
El expresidente Trump hizo estas declaraciones durante un mitin en Greensboro (Carolina del Norte), en el que arreció sus críticas al presidente Biden y a la crisis fronteriza, acusando al mandatario de llevar a cabo una «conspiración para derrocar» a Estados Unidos mediante niveles récord de inmigración ilegal.
«La conducta de Biden en nuestra frontera es, por definición, una conspiración para derrocar a los Estados Unidos de América», alegó el expresidente Trump. «Habla de democracia, pero es un peligro para la democracia».
A continuación, elex presidente Trump sugirió que la conspiración consiste en dejar entrar a multitudes de inmigrantes ilegales, legalizarlos después mediante una reforma legislativa y, en última instancia, convertirlos en electores demócratas con la esperanza de mantener el control del poder, posiblemente durante décadas.
«Biden y sus cómplices quieren colapsar el sistema estadounidense, anular la voluntad de los verdaderos electores estadounidenses y establecer una nueva base de poder que les dé el control durante generaciones», afirmó.
Argumentos similares han sido esgrimidos por quienes alegan que los demócratas promueven la inmigración ilegal para inclinar la balanza electoral a su favor. Los estudios han demostrado que, cuando los inmigrantes se naturalizan y obtienen el derecho al voto, es menos probable que voten a los republicanos que los electores nativos.
El empresario tecnológico Elon Musk expuso recientemente un argumento similar, afirmando que la estrategia global del presidente Biden sobre la frontera es aumentar el número de inmigrantes ilegales, impulsar una reforma de la inmigración que conceda la amnistía a muchos de ellos y ampliar así la base de votantes demócratas para gobernar el país como un «estado de partido único».
Musk dijo que se trataba de una estrategia «sencilla pero eficaz» para mantener a los demócratas en el poder prácticamente para siempre.
Los republicanos, y otros, han acusado al gobierno de Biden de ser intencionadamente laxo en materia de seguridad fronteriza, incluso con el objetivo de dejar entrar a más inmigrantes ilegales en beneficio político.
El presidente Biden y miembros de su administración han rechazado esta afirmación, acusando a los republicanos de jugar a la política con la crisis fronteriza y de negar cínicamente a la administración la oportunidad de una reforma migratoria significativa por vía legislativa.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios sobre la afirmación de si las políticas de la administración Biden pretenden reforzar las filas de los votantes demócratas.
El «crimen migratorio de Biden»
En su primer día en el cargo, el presidente Joe Biden propuso la Ley de Ciudadanía de EE.UU. de 2021, que rápidamente provocó un gran revuelo por disposiciones como la vía a la ciudadanía para unos 11 millones de inmigrantes ilegales.
La medida se presentó en la Cámara de Representantes, pero murió al final del 117º Congreso. En mayo de 2023 se reactivó, con algunas modificaciones, como la Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2023, que sigue estancada en el Comité.
Tanto la versión anterior como la actual del proyecto de reforma de la inmigración del presidente Biden proponen vías hacia la ciudadanía para millones de inmigrantes ilegales, incluidos los DREAMers y los trabajadores agrícolas.
Mientras los esfuerzos legislativos sobre la seguridad fronteriza y la inmigración en general siguen estancados, un número récord de inmigrantes ilegales ha estado entrando en el país.
El presidente Biden y miembros de su administración han negado las acusaciones de que respaldan los cruces fronterizos ilegales, culpando en cambio a un sistema de inmigración «roto» heredado de la administración Trump, junto con factores como el crimen y la corrupción en los países de origen, así como el cambio climático.
En el mitin, el presidente Trump dijo que el problema de la inmigración ilegal se ha vuelto tan grave que ha dado lugar a una nueva palabra de moda: «crimen migrante».
«Con Biden, tenemos una nueva categoría de delitos. Se llama delincuencia de inmigrantes», dijo. «Criminales que van por ahí teniendo combates de boxeo con nuestros policías», añadió, refiriéndose presumiblemente al incidente en el que un grupo de inmigrantes ilegales golpeó a varios policías cerca de Times Square en Nueva York.
También recordó el reciente caso de Laken Riley, estudiante de enfermería de Georgia de 22 años, brutalmente asesinada por, según se afirma, un inmigrante ilegal de Venezuela.
«Fue bárbaramente atacada mientras salía a correr por la mañana», dijo el expresidente Trump.
«Tenemos gente dura entrando y ustedes lo saben. Están entrando desde cárceles y prisiones», dijo el expresidente.
«La categoría —delincuencia migrante— la llamamos ‘delincuencia migrante Biden'», dijo el expresidente Trump, ofreciendo otros ejemplos de inmigrantes ilegales que cometen delitos, al tiempo que añadió que la cuestión central en las elecciones de 2024 es si a los «ejércitos extranjeros que Joe Biden ha pasado de contrabando por nuestra frontera se les permitirá quedarse o si se les dirá que se larguen de aquí y vuelvan a casa».
El mitin del expresidente Trump se produjo tres días antes del Supermartes, con elecciones en 16 estados, incluidos Carolina del Norte y Virginia, donde el expresidente Trump tenía previsto celebrar un mitin más tarde el sábado.
Las primarias serán el mayor día de votación del año antes de las elecciones generales de noviembre, que se perfilan como una probable revancha de 2020 entre el expresidente Trump y el presidente Biden.
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