El presidente Donald Trump denunció lo que él llama la «cruzada antipolicial» y afirmó la postura de su administración «pro-seguridad, pro-policía y anti-crimen» el lunes en una mesa redonda en la que varios estadounidenses compartieron historias sobre cómo ellos y sus familias han sido ayudados por las fuerzas del orden.
«Los alcaldes de la extrema izquierda están intensificando la cruzada antipolicial, y el crimen violento está aumentando en sus ciudades», dijo Trump. «Son todas ciudades de extrema izquierda donde no entienden lo que hay que hacer».
Señaló que los «políticos radicales» que quieren desfinanciar y abolir la policía han «difamado a nuestros héroes de las fuerzas del orden como ‘el enemigo'», y señaló que los esfuerzos para desfinanciar y abolir las fuerzas del orden parecen estar ocurriendo en «muchas, muchas áreas dirigidas por los demócratas».
Trump dio el ejemplo de Minneapolis, donde su consejo municipal votó el 26 de junio 12-0 para aprobar los planes de presentar a los votantes una propuesta (pdf) de enmienda de la carta de la ciudad para permitir el desmantelamiento del departamento de policía.
«En Minneapolis, la ciudad votó a favor de desmantelar el departamento de policía y reducirlo mucho, pero desmantelarlo en última instancia», dijo Trump. «Los políticos radicales están librando una guerra contra estadounidenses inocentes. Eso es lo que hacen cuando juegan con la policía».
El presidente dijo que su administración es «pro-seguridad, pro-policía y anti-crimen».
Trump condenó los recientes tiroteos en Nueva York, donde se registró un aumento del 358 por ciento en los tiroteos en una semana en junio, de solo 12 en 2019 a 55 en 2020.
Trump también calificó los tiroteos en Chicago como «peores que los de Afganistán», una comparación que también hizo recientemente en una carta al gobernador de Illinois J.B. Pritzker (D) y a la alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot (D). El fin de semana del 4 de julio se produjeron al menos 87 tiroteos y 17 muertes en Chicago.
«Se supone que no debemos esperar a que llamen, pero no llaman. Le hemos preguntado a Chicago, ‘¿Le gustaría que fuéramos a ayudar?’ Y no quieren decir nada», dijo Trump sobre la ciudad.
Trump prometió que su administración hará que se reduzcan las cifras de tiroteos «incluso si tenemos que entrar y tomar las ciudades, porque no podemos dejar que eso suceda».
Mesa redonda
Varios estadounidenses que fueron invitados a la Casa Blanca el lunes compartieron historias en una mesa redonda sobre cómo han sido ayudados por los agentes de la ley. Un número de policías y otros individuos en apoyo de las fuerzas del orden también estuvieron presentes en dicha mesa.
Kemira Boyd de Charleston, Carolina del Sur, compartió una historia acaecida en 2019 sobre cómo el agente William Kimbro de la Oficina del Sheriff del Condado de Berkeley ayudó a su hija a sobrevivir después de que la bebé tuviera problemas para respirar mientras se ahogaba con la leche materna. Kimbro se convirtió más tarde en el padrino de la hija de Boyd.
Sara Bohon de Roanoke, Virginia, compartió que su hijo autista Spencer desapareció una noche a finales de junio y cómo en 12 minutos, con la ayuda de perros de búsqueda, los agentes de policía ayudaron a localizarlo.
Kenneth Bearden, de Louisville, Kentucky, dijo que sufrió una sobredosis de varias sustancias en más de 30 ocasiones desde que tenía 11 años hasta que cumplió los 24. En al menos una docena de ocasiones, los policías llegaron a administrarle Narcan, que según Bearden ayudó a salvarle la vida.
«Mi hijo no tendría hoy a su padre si no fuera por los policías, los hombres y las mujeres que [me] administraron ese Narcan», dijo Bearden, que lleva seis años sobrio.
Rhonda Norris compartió cómo fue embestida en una intersección por un camión que se pasó un semáforo en rojo, y recordó haber visto a un policía que se asomaba por la ventana rota del auto y le tomaba el pulso.
El policía continuamente la instó a permanecer consciente, recordó Norris. También siguió a la ambulancia hasta el hospital y entregó allí las pertenencias personales de Norris a su marido. Resultó que el agente, un policía estatal, estaba fuera de servicio.
«No tenía que hacer nada de eso. Estaba… estaba en la escena del accidente, e inmediatamente respondió y aceleró mi rescate. Y le estoy eternamente agradecida por haberlo hecho», dijo Norris.
Una madre, identificada como la Sra. Young, compartió cómo su hija de 15 años fue traficada por miembros de la pandilla MS-13 hace unos ocho años.
«Las fuerzas del orden desempeñaron un papel fundamental en el rescate y la recuperación de nuestra hija y también fueron vitales para la protección y la seguridad de nuestra familia, tanto entonces como ahora», dijo.
«Las fuerzas del orden son cruciales para el rescate de las víctimas de la trata de personas, y creo que debemos apoyarlas con todo lo que tenemos», añadió.
Jakebia Northcutt compartió cómo un hombre estaba tratando de secuestrar a su hijo en un hotel en Tampa (Florida) cuando un policía de la Oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach intervino y ayudó a separar al hombre del niño.
«No sé qué habría hecho si no hubieras venido a ayudarme», dijo Northcutt al agente Corey Reece, el policía que la ayudó, que también estaba presente en la mesa redonda. «Así que solo quiero darles las gracias».
«Más apoyo» para las fuerzas del orden, dice Barr
El fiscal general William Barr, en declaraciones a la mesa redonda, dijo que los trabajos que enfrenta la policía «nunca han sido más difíciles que ahora».
«Hoy en día, sufrimos muchos males sociales sin precedentes: niños que crecen sin padres; jóvenes alienados y enojados; pandillas involucradas en los tipos de violencia más brutales; aumento de las enfermedades mentales y de la falta de vivienda; y una epidemia de drogas que inflige víctimas más allá de todo lo que hemos experimentado en una guerra importante; y un aumento de las agresiones sexuales y la explotación infantil. Lo que sea», dijo.
«¿Y de quién se espera acción en todo esto? Mientras otras instituciones fallan y abdican de su responsabilidad, ¿quién esperamos que se mantenga firme y recoja los pedazos? La policía».
Barr reconoció que la muerte de George Floyd a finales de mayo en Minneapolis «fue espantosa, y no he oído a nadie intentar defenderla. Y ha provocado, con razón, un impulso que asegura [nuestro compromiso con] la reforma y la consecución del trabajo».
«Creo que las fuerzas del orden comprenden y están de acuerdo en que hay que abordar las preocupaciones de la comunidad afroamericana en relación con el uso excesivo de la fuerza. Pero también tenemos que ser cuidadosos y no tirar las frutas frescas con las pochas», dijo, añadiendo que el empuje para «desfinanciar a la policía» es un extremismo que está «tratando de desviarnos exactamente hacia la dirección opuesta a la que tenemos que ir».
«Tenemos que dar a las fuerzas del orden más apoyo, más formación y recursos», dijo Barr. «Y creo que la orden ejecutiva que el presidente firmó el mes pasado encuentra el equilibrio justo: apoya a la policía, y también aborda las preocupaciones legítimas sobre el uso excesivo de la fuerza».
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