El expresidente Donald Trump depositó USD 175 millones en su caso de fraude civil en Nueva York, cumpliendo el plazo de 10 días dado el 25 de marzo y suspendiendo la ejecución de la sentencia en el caso.
El pago impide cualquier embargo de los activos del expresidente Trump mientras se escucha su apelación del caso.
«Como prometió, el expresidente Trump ha pagado la fianza. Espera reivindicar sus derechos en la apelación y anular este veredicto injusto», dijo la abogada del presidente, Alina Habba, en un comunicado.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, demandó al 45º presidente en 2022, acusándole de inflar su patrimonio y defraudar a aseguradoras y bancos, y por tanto al público, en las declaraciones anuales de situación financiera de la Organización Trump.
Eric Trump, Donald Trump hijo, el ex director financiero de la Organización Trump Allen Weisselberg y el interventor Jeffrey McConney, y varias sociedades de cartera de la Organización Trump fueron nombrados codemandados en el caso presidido por el juez del Tribunal Supremo de Nueva York Arthur Engoron en un juicio sin jurado que duró tres meses.
El juez ordenó finalmente la devolución de USD 363 millones con un 9 por ciento de intereses retroactivos, por un total de USD 464 millones, la mayor parte de los cuales deberá pagar el expresidente Trump, así como la prohibición de que los acusados ocupen cargos directivos en cualquier empresa o entidad jurídica en Nueva York durante un período de tiempo, y una supervisión mínima de tres años de la Organización Trump, después de lo cual puede haber sanciones adicionales.
La publicación del importe de la sentencia no era necesaria para que el expresidente Trump pudiera apelar el caso, pero había sido un requisito para suspender la ejecución de la sentencia mientras tanto.
«Lucharé contra esto hasta llegar a la Corte Suprema de Estados Unidos si es necesario», dijo el expresidente Trump a Fox News días antes de la fecha límite. «No pueden quitarte tu propiedad antes de que hayas tenido la oportunidad de apelar la decisión de un juez incompetente que odia a Trump y que ha sido revocado más que cualquier otro juez del estado».
Días antes de que el expresidente Trump depositara la fianza, dijo en las redes sociales que tenía casi USD 500 millones en efectivo, pero que tenía la intención de utilizar gran parte de ellos en su campaña presidencial. Acusó a sus oponentes políticos de intentar que gastara ese fondo en efectivo en batallas legales en lugar de en su campaña para presidente.
Rebaja de la fianza «imposible»
La ley estatal habría exigido al expresidente Trump que depositara el importe total de la sentencia en un plazo de 30 días para suspender la ejecución de la sentencia, pero el tribunal de apelación rebajó el requisito de USD 454 millones a USD 175 millones el último día del plazo. Le dio un plazo de 10 días para depositar la nueva cantidad, y no hizo comentarios sobre las razones subyacentes para el cambio.
El expresidente Trump dijo que el fallo de la división de apelaciones era una prueba más de que el requisito de fianza original no era razonable.
«Esta es una confrontación entre un Juez y aquellos que gobiernan por encima de él – ¡Una muy mala situación en la que se coloca al Estado de Nueva York y al Estado de Derecho!». Declaró el presidente Trump sobre la decisión de apelación. «Esta es la 5ª vez en este caso que ha sido revocado, un récord. Su credibilidad, y la de Letitia James, ha sido destrozada».
El juez Engoron, que presidió el juicio sin jurado y dictó la masiva cifra del desembolso. La fiscal general había pedido USD 250 millones de restitución antes del juicio, y cambió esa cifra a USD 370 millones cerca del final del juicio.
El expresidente Trump afirmó en una rueda de prensa que el juez y la fiscal general tuvieron acceso a sus finanzas debido al requisito de supervisión, vieron una cifra cercana a los USD 464 millones en efectivo y decidieron que eso era lo que le iban a hacer pagar. Dijo a los periodistas que sí tenía el dinero necesario para no ser juzgado, pero que quería utilizarlo para hacer campaña y no para satisfacer a quienes describió como funcionarios «corruptos».
Una de las opciones para suspender la sentencia era depositar todo el dinero en una cuenta bloqueada en la que ni él ni el Estado pudieran tocarlo mientras durara la apelación.
Una fianza era otra alternativa, y no habría requerido que el expresidente Trump moviera sus reservas de efectivo, pero sí que dispusiera de mayores cantidades de dinero en efectivo para servir de garantía: USD 577 millones, según los cálculos de sus abogados, después de que fracasaran las negociaciones con más de 30 compañías de fianzas.
Durante semanas, los abogados defensores argumentaron en la sala de apelaciones que conseguir una fianza de USD 464 millones era «imposible». Las compañías de fianzas no emiten fianzas tan grandes, argumentaron.
Un segundo problema era que, para que consideraran la posibilidad de hacerlo, habrían necesitado un 120 por ciento en efectivo como garantía más una o dos primas elevadas. Esto resultaba ser mucho más efectivo del que tenía la Organización Trump, como empresa inmobiliaria.
Los abogados revelaron que la única empresa dispuesta siquiera a considerar los bienes inmuebles, o cualquier activo duro, como garantía era Chubb, pero tras horas de negociación en los últimos días del plazo la empresa decidió que no podía aceptar bienes inmuebles. Tras el fracaso de esta negociación, los abogados adjuntaron una declaración jurada de uno de los cuatro corredores que habían estado trabajando en este asunto para la defensa, con el fin de aportar más contexto.
En el mundo de las fianzas, USD 100 millones de dólares es mucho, dijo. Solo un puñado de afianzadores están autorizados por el gobierno federal a emitir cantidades superiores. Pero la mayoría siguen teniendo políticas internas que limitan las fianzas a uSD 100 millones, y cuando emiten fianzas mayores es solo para grandes conglomerados que cotizan en bolsa.
Para subrayar este hecho, el fiscal general también ha enumerado varios casos en los que fianzas mayores que la del expresidente Trump fueron totalmente avaladas en apelación, pero todos ellos implicaban a grandes empresas con miles de millones en ingresos anuales, como Samsung y Apple.
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