El presidente, Donald Trump, dijo el miércoles que si bien fue al búnker de la Casa Blanca el viernes pasado, lo hizo antes de que las protestas alcanzaran su máxima intensidad, y que fue solo para una «breve inspección», no para refugiarse.
Trump dijo el miércoles en el programa de radio del presentador de Fox News, Brian Kilmeade, que los múltiples informes de los medios de comunicación que calificaban el descenso del presidente al búnker como impulsado por el miedo a su seguridad personal, eran inexactos.
«Fue un informe falso», dijo Trump, y añadió, «Bajé durante el día y estuve allí por un pequeño y corto período de tiempo y fue para una inspección».
Trump negó haber entrado al búnker a petición de su Servicio Secreto, contradiciendo un artículo del New York Times que informó primero del supuesto incidente, citando fuentes anónimas. Ellos afirmaron que el presidente y los miembros de su familia fueron llevados a un lugar seguro ante la insistencia de los agentes, a medida que las protestas inicialmente pacíficas por la muerte de George Floyd bajo custodia policial, se tornaban violentas.
El Associated Press informó más tarde, citando también fuentes anónimas, que Trump pasó cerca de una hora en el refugio el viernes por la noche, mientras cientos de manifestantes se reunían fuera de la mansión ejecutiva, algunos de ellos lanzando piedras y jalando las barricadas de la policía.
En su conversación con Kilmeade, Trump insistió en que su presencia en el búnker, también conocido como el Centro Presidencial de Operaciones de Emergencia, fue durante el día y tenía un propósito diferente al que se comunicó ampliamente.
«Me dijeron que bajara y ‘echara un vistazo’ solo para verlo», dijo Trump, y añadió: «No puedo decirle quiénes fueron conmigo, pero un grupo entero de gente fue conmigo, como factor de inspección, regresé, y, Brian, fue durante el día, no durante la noche».
La magnitud de las protestas de costa a costa tras la muerte de Floyd han rivalizado con las manifestaciones históricas de las épocas de los derechos civiles y de la guerra de Vietnam. Sin embargo, muchas manifestaciones que comenzaron pacíficamente durante el día luego del anochecer se degeneraron en escenas caóticas de saqueo, incendios y violencia.
Se han impuesto toques de queda en las principales ciudades de Estados Unidos y miles de soldados y aviadores de la Guardia Nacional se activaron en los estados de todo Estados Unidos.
Trump, quien culpó a los radicales de extrema izquierda y a los anarquistas de secuestrar las protestas, ha pedido una dura respuesta de las fuerzas del orden para sofocar la violencia, incluso advirtiendo que podría invocar la Ley de Insurrección para enviar soldados a mantener la paz.
Mientras que el secretario de Defensa, Mark Esper, autorizó el movimiento de alrededor de 1300 miembros del Ejército en servicio activo a las bases militares en las afueras de Washington, Espero dijo a los periodistas el miércoles que no creía que, en este momento, la situación justificara su despliegue a las protestas.
La secretaria de prensa, Kayleigh McEnany, dijo a los periodistas el miércoles que Trump puede, si es necesario, pedir a los militares que intervengan.
«Si es necesario, lo utilizará», dijo a los periodistas en una reunión informativa en la Casa Blanca. «Pero en este momento él está confiando en la operación de la Guardia Nacional en las calles. Eso ha funcionado con gran efecto».
McEnany citó mejoras en lugares como Minneapolis y la capital de la nación, donde se desplegó la Guardia Nacional, como evidencia de que las medidas más duras estaban funcionando.
«Las políticas débiles de Nueva York difieren totalmente de las políticas del orden público de este presidente», dijo McEnany, refiriéndose a la renuencia del gobernador de Nueva York Andrew Cuomo a convocar a la Guardia Nacional incluso mientras una ola de violencia callejera golpeara a Manhattan, dejando a las empresas destrozadas.
En un tuit anterior, el presidente instó a las autoridades de Nueva York a que trajeran a la Guardia, diciendo: «Las escorias y fracasados los están destrozando. ¡Actúen rápido!».
El miércoles, Trump dijo a Kilmeade: “Washington está en excelente forma. Llamamos a la Guardia Nacional después de la primera noche, lo cual fue un poco más duro, pero luego de eso llamamos y tenemos—yo—yo dije en broma, un poco en broma, tal vez, es uno de los lugares más seguros del mundo».
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