El expresidente Donald Trump declaró que cree fervientemente que las elecciones de 2020 fueron robadas, negando así la acusación central de su más reciente imputación federal.
El presidente Trump se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan en Washington, en lo que él y sus partidarios califican de persecución por motivos políticos en plena campaña electoral presidencial.
La imputación del 1 de agosto alega que el presidente Trump conspiró para cometer fraude y obstruir el proceso electoral estadounidense difundiendo «afirmaciones falsas a sabiendas» de fraude electoral, erosionando así la confianza en el gobierno.
El 8 de agosto, el presidente Trump, riendo entre dientes y sacudiendo la cabeza con incredulidad por esa acusación, dijo: «Nunca se me había ocurrido ésta: ‘Trump no creía realmente que había ganado las elecciones'».
Señalando con el dedo para enfatizar a los 2000 asistentes en la preparatoria de Windham, Nuevo Hampshire, afirmó: «Déjenme decirles… que no hubo ni un segundo de ningún día en que no creyera que esas elecciones estaban amañadas».
El expresidente levantó la voz y dijo: «Fueron unas elecciones amañadas, y fueron unas elecciones robadas y repugnantes. Y este país debería avergonzarse… ¡van por la gente que quiere demostrar que fueron amañadas y robadas! … No persiguen a los que las amañaron».
El presidente Trump también censuró la reciente petición de los fiscales federales de restringir lo que puede decir públicamente a medida que avanza el caso. Un juez fijó una audiencia para el 11 de agosto.
Los fiscales federales temen que el expresidente, que ha sido muy franco en la campaña electoral y en las redes sociales, pueda hacer pública información que podría tener «un efecto amedrentador» sobre los testigos e interferir en la acción de la justicia. Por ello, dicen que es necesaria una «orden de protección».
El abogado del expresidente, John Lauro, señala la ironía en una presentación judicial: «En un juicio sobre los derechos de la Primera Enmienda, el gobierno pretende restringir los derechos de la Primera Enmienda».
Y el presidente Trump dijo a la audiencia del 8 de agosto: «Hablaré de ello. Hablaré. No me van a quitar el derecho a la Primera Enmienda».
Medio en broma, el presidente Trump describió lo que podría ocurrir si el tribunal concede una orden de silencio.
«Seré el único político de la historia de Estados Unidos al que no se le permita hablar debido a nuestro sistema corrupto», dijo. «Entraré y diré: ‘Hola a todos. Escuchen, eh, no se me permite hablar, eh, por favor, voten por mí, New Hampshire, si quieren. ¡Adiós!'».
Supuestas implicaciones políticas
El expresidente dijo que las implicaciones políticas son graves y que la situación es indignante. El presidente Trump es el favorito para la candidatura republicana frente al candidato demócrata, el presunto presidente Joe Biden.
Aunque el presidente Biden niega haber influido indebidamente en los fiscales federales para que emprendieran acciones contra el presidente Trump, el Sr. Lauro señala que el presidente demócrata prometió que su administración se aseguraría de que el presidente Trump «no volviera a ser el próximo presidente».
«¿Cómo puede mi corrupto oponente político, el ‘corrupto Joe Biden’, llevarme a juicio durante una campaña electoral que estoy ganando por mucho, obligándome no obstante a gastar tiempo y dinero fuera de la campaña para luchar contra acusaciones y cargos falsos e inventados?».
Como ahora está imputado en tres casos, el presidente Trump prevé que podría tener que decir: «Lo siento, hoy no podré ir a Iowa; hoy no podré ir a New Hampshire porque estoy sentado en un tribunal con [improperio] porque su fiscal general me ha acusado de algo».
Durante los 30 segundos siguientes, la multitud coreó ese improperio, dando a entender su acuerdo con el presidente Trump.
«Contraste asombroso»
El expresidente dijo que percibe más entusiasmo por su candidatura ahora que en 2016 o 2020. «Todo el mundo puede ver el impresionante contraste entre nuestro increíble éxito y los horrendos fracasos de Joe Biden», dijo el presidente Trump. Esa es una de las razones del apoyo, dijo.
Otra gente ve a través de las persecuciones políticas y la «interminable caza de brujas», dijo.
«Pero no teman; ganaremos más y mejor que nunca», aseguró el presidente Trump a sus partidarios.
El expresidente califica de «engaños» los procesos de impeachments fallidos contra él. Mientras luchábamos contra esos casos, «hemos sacado a la luz muchas cosas».
Predijo que se revelarían más cosas a medida que el caso de interferencia en las elecciones fuera a juicio, revelando los papeles que el Departamento de Justicia, el FBI y varios funcionarios federales desempeñaron para influir en las elecciones, junto con los responsables de la toma de decisiones en gigantes de las redes sociales como Facebook (ahora Meta) y Twitter (ahora conocido como X).
¿Registros destruidos?
A última hora de la tarde del martes, horas después de su discurso, el expresidente posteó en su cuenta de Truth Social que cree que han desaparecido documentos clave relacionados con el caso.
«Así que ahora que tengo plenos poderes de citación debido a la acusación de farsa sobre la libertad de expresión por parte del corrupto Joe Biden, el trastornado Jack Smith y el Departamento de Justicia, se acaba de informar que el Comité No Elegido del 6 de Enero de Politiquillos y Matones ha destruido ilegalmente sus archivos y documentos», escribió.
«Esto es impensable», continuó el presidente Trump, «y la Falsa Acusación Política contra mí debe ser retirada inmediatamente. El sistema está Amañado y Corrompido, muy parecido a las Elecciones Presidenciales de 2020. ¡Somos una Nación en Decadencia!».
El expresidente no divulgó la fuente de los reportes.
Hizo esos comentarios en el primer aniversario de la redada sin precedentes en su casa del club y complejo turístico Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida). Esa redada condujo más tarde a la imputación del expresidente por 40 cargos de presunta manipulación indebida de documentos clasificados después de que abandonara la Casa Blanca. Se ha declarado inocente.
El presidente Trump fue imputado en primer lugar por cargos relacionados con registros comerciales en Nueva York, pero es probable que ese caso pase a un segundo plano en relación con las imputaciones federales.
Un gran jurado de Georgia también sigue investigando al entonces presidente Trump por sus presuntos intentos de anular el resultado de las elecciones de 2020 en ese estado, en las que el entonces candidato presidente Biden fue declarado vencedor por un margen muy estrecho, menos del 1 por ciento del total de votos.
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