El presidente Donald Trump prorrogó el estado de emergencia de la frontera nacional hasta febrero de 2022, ya que parece que varios migrantes centroamericanos se dirigen en caravanas a la zona fronteriza entre Estados Unidos y México.
«La actual crisis humanitaria y de seguridad fronteriza en la frontera sur de Estados Unidos sigue amenazando nuestra seguridad nacional, incluso exacerbando el efecto de la pandemia causada por el COVID-19 (…) pero se necesitan más medidas para abordar la crisis humanitaria y controlar la migración ilegal y el flujo de narcóticos y delincuentes a través de la frontera sur de Estados Unidos», dijo Trump en un anuncio.
La prórroga continúa el estado de emergencia que Trump declaró en febrero de 2019 para sobreponerse a la oposición a la construcción del muro fronterizo y a las reformas de inmigración.
Señalando esa proclamación, Trump dijo que la emergencia «debe continuar en efecto más allá del 15 de febrero de 2021», añadiendo: «Estoy extendiendo por 1 año la emergencia nacional declarada en la Proclamación 9844 relativa a la frontera sur de Estados Unidos».
En su campaña durante 2015 y 2016, Trump prometió construir un muro a lo largo de la frontera México-Estados Unidos. Su administración, hasta ahora, ha construido más de 450 millas.
El 18 de enero, hasta 9000 migrantes hondureños que se dirigían a la frontera con Estados Unidos pidieron al presidente electo Joe Biden que cumpliera sus «promesas» a los solicitantes de asilo y a los migrantes. En enero, Biden dijo que «eliminaría la decisión del presidente Trump de limitar el asilo y terminaría con el» programa que hace que los solicitantes de asilo permanezcan en México mientras esperan que se decida sobre las solicitudes.
Imágenes de video y fotos muestran una caravana de Honduras que traspasa la frontera de Guatemala en camino a Estados Unidos.
«Joe Biden prometió amnistía durante toda su campaña. Una oleada de migrantes que se dirigen a nuestra frontera es totalmente predecible, y es una catástrofe de salud pública», dijo el senador Tom Cotton (R-Ark.), destacando los temores de que los migrantes podrían propagar el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), el nuevo coronavirus que causa la enfermedad COVID-19.
Las advertencias del senador fueron repetidas por el jefe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza Mark Morgan, quien escribió en Twitter el 16 de enero: «Mientras que una caravana de migrantes intenta llegar a México y EE. UU. dirigida por coordinadores irresponsables, nuestros países han tenido un total de 25 millones de casos de COVID-19 y 500,000 muertes, ¡y las infecciones están aumentando! El COVID es un asesino silencioso y el número de migrantes que se enferman no hará más que aumentar».
Mientras tanto, el lunes, un funcionario anónimo de la transición de Biden dijo a los medios de comunicación que los migrantes deben permanecer en donde están. Esos migrantes, según la fuente anónima, «necesitan entender que no van a poder venir a Estados Unidos inmediatamente» y añadió que ahora «no es el momento de hacer el viaje».
The Epoch Times contactó al equipo de Biden para pedir comentarios.
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