El presidente Donald Trump dijo que dio instrucciones a la Armada para que derribe los buques cañoneros iraníes si acosan a los barcos estadounidenses.
La orden ocurre luego de un incidente de la semana pasada en el que 11 barcos iraníes fueron filmados acosando a seis barcos de la Armada estadounidense en el Golfo Pérsico, acercándose incluso hasta 10 yardas de distancia, en un encuentro de una hora de duración.
«He dado instrucciones a la Armada de Estados Unidos para que derribe y destruya todos y cada uno de los cañoneros iraníes si acosan a nuestros barcos en el mar», escribió Trump en Twitter el 22 de abril, sin añadir más detalles.
Ayer, el ejército iraní afirmó haber añadido nuevos misiles anti-buques de largo alcance a su arsenal, y hoy dijo haber lanzado con éxito su primer satélite militar después de varios intentos fallidos.
Los acontecimientos se producen después de varios meses de intensas tensiones militares entre los dos países.
El 15 de abril la Armada de Estados Unidos reveló filmaciones e imágenes de once buques iraníes que estaban «peligrosamente cerca» de seis naves estadounidenses.
Según un comunicado de la Armada americana, los buques de la Armada iraní «cruzaron repetidamente sus proas y popas mientras realizaban operaciones de integración con los helicópteros de ataque Apache del ejército de Estados Unidos para apoyar la seguridad marítima fuera de las aguas territoriales de Irán».
«Los buques de la IRGCN cruzaron repetidamente las proas y popas de los buques estadounidenses a una distancia extremadamente corta y a altas velocidades, incluyendo múltiples cruces del Puller con un punto de aproximación más cercano (CPA) de 50 yardas y a menos de 10 yardas de la proa de Maui».
El incidente duró una hora, según la Armada.
La Armada de Estados Unidos dijo que las «acciones peligrosas y provocadoras» del IRGCN aumentaron el riesgo de error de cálculo y colisión y «no concordaron con la Convención sobre el Reglamento Internacional para Prevenir Colisiones en el Mar [pdf], reconocida internacionalmente».
Irán reconoció más tarde el incidente, pero culpó a los barcos de Estados Unidos, diciendo que sus fuerzas estaban llevando a cabo un entrenamiento y enfrentaron «acciones poco profesionales y provocadoras de Estados Unidos y a su indiferencia a las advertencias». No ofrecieron ninguna prueba para esta explicación.
El incidente se produce en medio de las crecientes tensiones militares entre Estados Unidos e Irán tras el asesinato del principal general de Irán, Qasem Soleimani, en un ataque aéreo estadounidense a principios de este año.
Irán ha seguido intentando desarrollar sus programas de misiles y espaciales, a pesar de estar presionado por las sanciones internacionales y las restricciones de armas.
Incapaz de comprar la última tecnología militar, depende principalmente de intermediarios, la «guerra híbrida», el poder naval y la defensa de misiles, según un informe no clasificado del Pentágono publicado en noviembre de 2019.
El Pentágono mantiene una vigilancia constante sobre los programas de desarrollo de misiles y cohetes de Irán, cauteloso de la posibilidad de que la tecnología pueda ser adaptada para transportar cabezas nucleares.
Irán afirmó ayer haber añadido a su arsenal de misiles de largo alcance –ya uno de los más poderosos de la región según la Agencia de Inteligencia de Defensa– un nuevo diseño de misiles anti-buque con un alcance de 430 millas.
Después de varios intentos fallidos en los últimos meses, la Guardia Revolucionaria de Irán también afirmó hoy que habían lanzado con éxito un satélite a una órbita de 264 millas sobre la superficie de la Tierra.
Ese lanzamiento aún no ha sido corroborado por funcionarios de Estados Unidos.
El programa espacial de Irán es de particular preocupación para Estados Unidos, ya que la tecnología necesaria para elevar un satélite al espacio podría potencialmente adaptarse para el uso en misiles balísticos de largo alcance.
Estados Unidos adopta la posición de que tales lanzamientos de satélites también desafían una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que restringe el desarrollo por parte de Irán de misiles balísticos capaces de transportar armas nucleares.
Los acontecimientos se producen cuando uno de los 11 portaaviones de Estados Unidos se encuentra en Guam después de un brote de COVID-19 a bordo.
Sin embargo, los líderes militares de Estados Unidos han advertido a sus adversarios que no pongan a prueba la fuerza y la determinación militar de Estados Unidos durante la pandemia de COVID-19, diciendo que el portaaviones USS Theodore Roosevelt, afectado por el virus, podría hacerse rápidamente a la mar si fuera necesario y que la preparación en general sigue siendo alta.
«Si nuestros adversarios piensan que este es nuestro momento de debilidad, están peligrosamente equivocados», dijo el Subsecretario de Defensa de Estados Unidos, David Norquist, el 9 de abril. «A aquellos que nos desean el daño, no se equivoquen: incluso con los desafíos que esta enfermedad ha traído a nuestras costas, el Departamento de Defensa está listo para enfrentar cualquier amenaza y defender nuestra nación».
Con información de Associated Press
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