El expresidente Donald Trump no podrá volver a acceder a Twitter después de que su cuenta fuera prohibida el mes pasado, según una confirmación de un ejecutivo de la compañía el miércoles por la mañana.
“Si lo eliminan de la plataforma, lo eliminan de la plataforma”, dijo el director financiero de Twitter, Ned Sagal, y añadió que la prohibición se aplica “tanto si es un comentarista, como si es un director financiero, o si es un antiguo o actual funcionario público”.
Twitter expulsó permanentemente a Trump de la plataforma el 8 de enero, días después de la irrupción en el edificio del Capitolio. El sitio web de la red social alegó que los últimos tuits del expresidente habían incitado a la violencia, aunque no se han presentado cargos penales en su contra.
Actualmente, el expresidente se está defendiendo del impeachment del Senado y no es probable que la cámara alta lo condene. El Senado requiere un umbral de 67 votos para condenar a un presidente.
Días después del veto de Twitter a Trump, el director ejecutivo de la red social, Jack Dorsey, dijo que la decisión de la compañía de destituir al expresidente fue divisiva y sentó un precedente peligroso.
“Tener que tomar estas acciones fragmenta [sic] la conversación pública. Nos dividen. Limitan el potencial de aclaración, redención y aprendizaje. Y sienta un precedente que considero peligroso: el poder que tiene un individuo o una corporación sobre una parte de la conversación pública global”, escribió Dorsey en Twitter.
Aparte de Twitter, Facebook y Google, otras Big Tech enajenaron a Trump casi al mismo tiempo. Mientras tanto, Parler, una plataforma de redes sociales centrada en la ‘libertad de expresión’, fue eliminada de la App Store de Apple y de la tienda Google Play, aproximadamente al mismo tiempo del veto impuesto a Trump; días después, Amazon Web Services expulsó a Parler de sus servidores.
Las acciones colectivas contra Trump provocaron advertencias de conservadores, grupos de libertades civiles, de la líder alemana Angela Merkel, el presidente francés Emmanuel Macron y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
«No celebro ni me siento orgulloso de que hayamos tenido que prohibir [a Trump] en Twitter, ni de cómo hemos llegado hasta aquí. Después de una clara advertencia de que tomaríamos esta acción, tomamos una decisión con la mejor información que teníamos, basada en las amenazas a la seguridad física, tanto dentro como fuera de Twitter. ¿Fue esto correcto?», escribió Dorsey en Twitter alrededor de la misma hora en que se prohibió la cuenta de Trump.
Añadió: “Creo que esta fue la decisión correcta para Twitter. Enfrentamos una circunstancia extraordinaria e insostenible que nos obligó a enfocar todas nuestras acciones en la seguridad pública. El daño fuera de Internet como resultado del discurso por Internet es demostrablemente real, y es lo que impulsa nuestra política y cumplimiento sobre lo demás”.
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