El expresidente Donald Trump dijo el miércoles que el proyecto de ley de infraestructuras de la Casa Blanca, el cual busca aplicar nuevos impuestos, será una de “las mayores heridas económicas autoinfligidas en la historia».
“Si se permite que pase esta monstruosidad, el resultado será más estadounidenses sin trabajo, más familias destrozadas, más fábricas abandonadas, más industrias destruidas y más calles principales cerradas, tal como estaba la situación antes de que me hiciera cargo de la presidencia hace 4 años», dijo el expresidente en un comunicado, y agregó que el plan “implementará el aumento de impuestos más grande en la historia de Estados Unidos”.
Trump, en una declaración que rememora sus discursos de campaña de 2016, dijo que la medida solo beneficiaría a «China y a otros grandes segmentos del mundo» y dijo que haría que Estados Unidos perdiera «la guerra económica con China».
Con los tipos impositivos del plan de infraestructuras, «si crea puestos de trabajo en Estados Unidos y contrata a trabajadores estadounidenses, pagará MÁS impuestos; pero si cierra sus fábricas en Ohio y Michigan, despide a trabajadores estadounidenses y traslada toda su producción a Beijing y Shangai, pagará MENOS impuestos», dijo Trump. «Es exactamente lo OPUESTO a poner a Estados Unidos en primer lugar: ¡es poner a Estados Unidos en último lugar!».
«Las empresas que envían trabajos estadounidenses a China no deberían ser recompensadas con la Ley de Impuestos de Joe Biden, deberían ser castigadas para que mantengan esos trabajos aquí mismo en Estados Unidos, donde pertenecen», agregó.
A lo largo de sus campañas y presidencia, Trump tomó medidas de creación de empleo, bajas tasas de desempleo y aumentos en el Dow Jones. Mientras impulsaba tales medidas siempre dijo que los altos impuestos y el exceso de regulaciones impulsarían aún más a las empresas a trasladar sus operaciones y fábricas a China, México y a otros países.
El miércoles, el presidente Joe Biden comenzó a promover un plan de infraestructura de 2 billones de dólares, que además de apuntar a reparar carreteras y puentes también incluye una amplia agenda que aborda el cambio climático y el bienestar social. El slogan de la agenda es: «El momento de reimaginar y reconstruir una nueva economía».
“Durante la administración Biden cada dólar gastado en la reconstrucción de nuestra infraestructura se utilizará para prevenir, reducir y resistir los impactos de la crisis climática”, dijo la Casa Blanca.
Biden pretende hacer recaer en las empresas la responsabilidad del presupuesto, que se espera que aumente hasta un total de 4 billones de dólares una vez que presente la segunda parte de su plan económico en abril.
Biden ha propuesto varios cambios al código tributario, incluido el aumento de la tasa impositiva corporativa al 28 por ciento desde el 21 por ciento actual, el nivel al que la administración Trump lo redujo desde el 35 por ciento en el que estaba anteriormente.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos, uno de los grupos de presión más grandes de Estados Unidos, criticó la propuesta diciendo que la subida de impuestos era una medida desbordada.
Tom Ozimek contribuyó a este artículo.
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