El presidente electo, Donald Trump, anunció el 8 de diciembre que actuará para indultar «muy rápidamente» a los perseguidos por el Departamento de Justicia en relación con la irrupción al Capitolio del 6 de enero de 2021.
«Voy a actuar muy rápidamente», dijo Trump en una entrevista con la presentadora del programa «Meet the Press», Kristen Welker, en la que aclaró que iniciaría a partir de su primer día en el cargo el proceso de consideración de indultos para las casi 1500 personas acusadas en relación con el suceso.
«¿Cuánto tiempo llevan ahí estas personas? Tres, cuatro años. Saben, por cierto, han estado ahí durante años, y están en un lugar asqueroso y repugnante que ni siquiera debería permitirse que estuviera abierto», dijo Trump, en referencia a la cárcel metropolitana de Washington D.C., una instalación que ha sido apodada durante mucho tiempo como «gulag» por sus críticos.
La promesa de indultar a los acusados en relación con los sucesos del día —incluidos muchos arrestados, condenados y encarcelados por delitos no violentos— ha sido uno de los pilares de la campaña de Trump de cara a las elecciones de 2024.
En la entrevista Trump dijo que estudiaría los casos individuales y que «puede haber algunas excepciones a ello», por ejemplo «si alguien era radical, loco», dijo, añadiendo que «podría haber algunas personas de Antifa allí».
La irrupción en el Capitolio se produjo el 6 de enero de 2021, después de que los manifestantes entraran en el edificio, muchos de ellos por las entradas principales. Algunos alborotadores protagonizaron enfrentamientos con agentes de policía.
La irrupción se produjo en el marco de la manifestación «Stop the Steal», destinada a alentar al Congreso contra la certificación de las elecciones de 2020 por las persistentes disputas sobre el fraude electoral. Tras un discurso de Trump en la Elipse, muchos de los manifestantes descendieron al Capitolio.
Entre los acusados en relación con los sucesos del día, cientos se enfrentan a cargos graves, incluida la agresión a las fuerzas del orden, algunos de los cuales implican acusaciones agravadas como el uso de armas o causar lesiones.
Muchos otros fueron acusados de acciones tan leves como allanamiento de morada, y la mayoría son participantes no violentos. Más de 1400 acusados están enfrentan acusaciones relacionadas con la entrada a zonas restringidas, y un pequeño subgrupo supuestamente iba armado.
También se calcula que la irrupción al Capitolio causó daños por valor de unos 2.88 millones de dólares.
Mientras tanto, el procesamiento a estas personas fue criticado fuertemente tanto por Trump como por sus aliados en el Congreso.
Muchos de los procesados y condenados, y de los que están a la espera de juicio, fueron recluidos en la cárcel metropolitana de Washington, donde los reclusos afirmaron que fueron sometidos a privaciones de sus derechos por parte del personal.
Una investigación a la cárcel realizada por el Servicio de Alguaciles de EE. UU. también identificó graves «deficiencias» en la cárcel, incluida una atención médica inadecuada, la denegación punitiva de agua, un saneamiento deficiente y olores penetrantes de orina y heces, que hacían que las instalaciones no fueran aptas para la reclusión humana.
Trump también dijo a Welker que no investigaría las denuncias de fraude electoral en 2020 que llevaron a los acontecimientos del día, pero dijo que mantenía su posición de que el resultado en 2020 fue el resultado de un fraude electoral generalizado.
«Tengo derecho a hacerlo, pero no me interesa», dijo Trump.
Aunque dijo que su Departamento de Justicia (DOJ) no investigaría las elecciones de 2020, seguía creyendo que «todo el mundo» en el extinto subcomité del 6 de enero de la Cámara de Representantes «debería ir a la cárcel».
Eso incluía a su expresidente, el representante Bennie Thompson (D-Miss.) y al miembro de mayor rango, la representante Liz Cheney (R-Wy.), que perdió su última candidatura a la reelección.
Sin embargo, Trump también dijo en la entrevista que dejaría en gran medida las decisiones sobre los procesamientos a su elección para fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, y a su elección para director del FBI, Kash Patel.
La renovada promesa de indultar rápidamente a los acusados del 6 de enero se hizo a raíz de la decisión del presidente Joe Biden de indultar a su hijo, Hunter Biden.
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