El presidente Donald Trump, durante su visita del 6 de agosto al estado de Ohio, uno de los principales campos de batalla para las próximas elecciones, presentó un plan económico con seis promesas a los trabajadores de EE.UU. si es reelegido para un segundo mandato en noviembre.
Dirigiéndose a una multitud de trabajadores en una fábrica de Whirlpool en el noroeste de Ohio, Trump dio a conocer su agenda económica para el segundo mandato y prometió hacer a Estados Unidos «más próspero y resistente que nunca».
«Hoy, para definir nuestro camino hacia adelante, estoy haciendo a nuestros increíbles trabajadores seis promesas más que cumpliré en los próximos cuatro años, y estoy muy orgulloso de hacerlas en su planta y en el estado de Ohio», dijo el presidente.
Ohio es un estado crítico que Trump ganó en 2016 por 8 puntos porcentuales. Las encuestas muestran una reñida carrera con el presunto nominado demócrata Joe Biden en el estado antes de las elecciones presidenciales de este año, del 3 de noviembre.
Trump va tras el exvicepresidente en las encuestas nacionales y compite con él por los votantes de la clase trabajadora.
El presidente prometió el jueves que Estados Unidos «derrotará» el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que ha causado daño económico en todo el país y ha dejado a millones de personas sin trabajo. A mediados de julio, 31.3 millones de personas en todo el país recibían cheques de desempleo.
«Hemos hecho grandes progresos», dijo. «Estamos atacando el virus desde todos los ángulos y a través de esta estrategia agresiva, ganaremos la guerra y ocurrirá antes de lo que piensa la gente».
El presidente destacó los esfuerzos de su administración por aumentar la producción nacional de equipos de protección personal como guantes, batas y respiradores.
En su segundo compromiso, Trump dijo que, si era reelegido, reconstruiría la manufactura estadounidense.
«Mi segunda promesa para ustedes es esta», dijo. «Nos levantaremos de la actual adversidad de este horrible enemigo invisible y seremos más prósperos y resistentes que nunca».
Trump dijo que la Ley de Producción de Defensa se utilizaría para movilizar la capacidad industrial del país, mientras que los bajos impuestos y las menores regulaciones mantendrían un clima de crecimiento.
«Estamos construyendo fábricas ahora. Estamos construyendo plantas. Ya verán lo que va a pasar con los números de trabajo muy pronto», añadió el presidente.
Destacó la importancia de no depender de China y de otras naciones del mundo, para la fabricación de productos médicos, haciendo referencia a la pandemia del virus del PCCh.
«No podemos depender de China y otras naciones del mundo que podrían algún día negarnos productos en un momento de necesidad», dijo Trump, al realizar como tercera promesa el convertir a Estados Unidos en el «principal fabricante de productos médicos, farmacéuticos y tiendas de medicamentos del mundo».
El mismo día, el presidente firmó una orden ejecutiva destinada a impulsar la producción de medicamentos y equipos médicos en EE.UU., reducir los precios de los medicamentos y proteger a Estados Unidos contra las carencias en una futura pandemia.
«Haremos nuestros productos aquí de forma segura, hermosa y económica», añadió Trump. «Estamos reafirmando la independencia económica estadounidense».
El presidente dijo en su cuarta y quinta promesa que traería millones de empleos de manufactura de vuelta a Estados Unidos y que traería de vuelta empleos estadounidenses en las fábricas.
«Mi cuarta promesa a los trabajadores estadounidenses: más allá de nuestras cadenas de suministro médico, durante los próximos cuatro años, traeremos a tierra millones de nuevos empleos de manufactura, a través de muchos otros sectores críticos que son vitales para nuestra seguridad y prosperidad nacional», dijo.
Añadió que artículos como la electrónica, las máquinas, las herramientas, las piezas aéreas y espaciales, los vehículos y el hierro y el acero deben ser fabricados en el país para que Estados Unidos esté seguro.
Trump dijo que usaría «todas las herramientas» a su disposición, incluyendo los aranceles, para luchar por el comercio justo, señalando que había firmado un arancel del diez por ciento sobre el aluminio en Canadá para proteger la industria estadounidense de un «aumento» en las importaciones.
El paso era «absolutamente necesario para defender nuestra industria del aluminio», dijo.
«Para ser una nación fuerte, Estados Unidos debe ser una nación manufacturera y no ser dirigida por un montón de tontos», dijo. «Eso significa proteger nuestra base industrial nacional».
En su sexta y última promesa, al terminar su discurso, Trump prometió «poner a los trabajadores estadounidenses en primer lugar, siempre».
«En los últimos cuatro años, hemos hecho avances extraordinarios, y en los próximos cuatro años juntos, convertiremos a Estados Unidos en la superpotencia manufacturera sin rival del mundo. Hemos pasado por muchas cosas juntos».
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