El presidente Donald Trump parecía estar en forma y de buen humor el 12 de octubre en Florida durante su primer mitin tras recuperarse de la COVID-19.
El presidente pasó poco más de una hora en un escenario improvisado al aire libre en una pista de aterrizaje en Sanford, Florida. Pronunció su característico discurso de fuego rápido, alabando los logros de su administración, criticando a sus oponentes e instando a sus partidarios en Florida a votar pronto, incluso por correo.
Trump llegó a Florida horas después de que su médico, Sean Conley, confirmara que el presidente había dado negativo durante dos días consecutivos en virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como coronavirus. El presidente contrajo el virus a principios de este mes, pero se recuperó rápidamente durante una estancia de cuatro días en el hospital. El presidente «no es contagioso para los demás», dijo Conley en un memorando.
«Una cosa en mi caso, la parte buena, es que pasé por eso. Ahora, dicen que soy inmune», dijo Trump.
«Me siento muy poderoso. Caminaré por ahí», añadió, señalando a la multitud. «Besaré a todos los del público. Besaré a los chicos y a las mujeres hermosas, simplemente les [quiero] dar un gran beso».
El presidente ha enfatizado repetidamente su inmunidad al virus en un aparente contraste con el nominado presidencial demócrata Joe Biden, quien según todos los indicios no ha contraído la enfermedad.
Biden celebró un mitin en Ohio el lunes por la mañana en un autocine con 30 autos socialmente distantes. El exvicepresidente dio también más tarde un discurso a una pequeña audiencia socialmente distante en el Cincinnati Museum Center.
Por su parte, el vicepresidente Mike Pence realizó actos de campaña en el estado el mismo día y habló ante una multitud de más de cien seguidores en Columbus.
El presidente pareció sudar al final del discurso (la temperatura ambiente en Sanford rondaba los 80 grados). Pero su ritmo y su apariencia general no se vieron afectados a pesar de su pelea con la COVID-19, cuya etapa inicial incluyó fiebre, fatiga y dos incidentes en los cuales los niveles de oxígeno en sangre del presidente bajaron.
Trump recibió una mezcla única de medicamentos para tratar el virus, incluyendo un cóctel experimental de anticuerpos que aún se está probando. El presidente sugirió que la administración está estudiando la posibilidad de poner a disposición del público el tratamiento que recibió.
«Hemos hecho un progreso tremendo y le dije a mi gente, vamos a tomar lo que sea que me hayan dado y lo vamos a distribuir en los hospitales y todos van a tener la misma maldita cosa», dijo Trump.
El presidente repasó una lista familiar de temas y reveló, por primera vez, que su administración se ocupará de los funcionarios de la era Obama que espiaron su campaña presidencial de 2016 «después de las elecciones».
«Nos encargaremos de ello después de las elecciones (…) pero eso le da a usted otra razón para salir a votar. Tenemos que hacer algo porque si no lo hacemos, lo barrerán bajo la alfombra», añadió el presidente.
La multitud reaccionó a partes del discurso de Trump con cánticos familiares, incluyendo «EE.UU.» y «cuatro años más», así como el relativamente nuevo «te queremos».
«Gracias. Me van a querer aún más. Me van a querer aún más porque llevamos años de adelanto con las vacunas y se van a distribuir muy pronto», dijo Trump, refiriéndose a las diversas vacunas en las últimas etapas de los ensayos con humanos.
La administración ha comprado millones de dosis de cada posible vacuna para distribuir rápidamente aquellas que superen los ensayos.
Trump tiene previsto realizar actos de campaña el martes, miércoles y jueves en Pensilvania, Iowa y Carolina del Norte.
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