Trump se reúne con practicante de Falun Dafa y otros sobrevivientes de persecución religiosa

Por Cathy He
17 de julio de 2019 9:40 PM Actualizado: 18 de julio de 2019 10:26 AM

WASHINGTON – Una practicante de la disciplina espiritual Falun Dafa que fue perseguida por su fe en China estuvo entre los 27 sobrevivientes de persecución religiosa que se reunieron con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca el 17 de julio.

Yuhua Zhang, de 59 años, fue encarcelada y torturada repetidamente en China durante 7 años y medio por negarse a renunciar a su fe antes de escapar a Estados Unidos en 2015.

Falun Gong, una práctica espiritual que sigue la tradición budista, ha sido brutalmente perseguida por el régimen comunista chino durante 20 años. Cientos de miles de adherentes están constantemente retenidos en prisiones, campos de trabajo y centros de lavado de cerebro, donde muchos han sido torturados en un intento por forzarlos a renunciar a su fe, estima el Centro de Información de Falun Dafa.

Trump se reunió con Zhang, así como con otros sobrevivientes de 17 países, entre ellos China, Corea del Norte, Irán, Pakistán y Birmania, para reafirmar el compromiso de su administración con la libertad religiosa, dijo la Casa Blanca.

Yuhua Zhang, una practicante de Falun Gong que sobrevivió a la persecución en China, habla en la Ministerial para Impulsar la Libertad Religiosa en el Departamento de Estado en Washington el 17 de julio de 2019. (Samira Bouaou/La Gran Época)

La participación de Zhang en el evento marcó la primera vez que un practicante de Falun Dafa se reúne con el más alto funcionario de la nación en un compromiso oficial.

Parada alrededor del escritorio de Trump en la Oficina Oval, Zhang le dijo al Presidente que su esposo, también practicante de Falun Dafa, está encarcelado en la prisión de Suzhou en la provincia de Jiangsu, China.

«La sustracción forzada de órganos sigue existiendo, así que debemos hacer algo», dijo Zhang. «Las palabras no funcionan».

Zhang también le contó a Trump sobre otro practicante encarcelado en la misma prisión que murió un día después de ser liberado. Antes de morir, la persona vomitó una gran cantidad de sangre, contó.

Después de los comentarios de Zhang, el Presidente expresó su agradecimiento por sus comentarios.

«Cada uno de ustedes ha sufrido tremendamente por su fe», dijo Trump durante la reunión. «Cada uno de ustedes se ha convertido en un testigo de la importancia de promover la libertad religiosa en todo el mundo».

Los sobrevivientes estuvieron en Washington para participar en la Ministerial para Impulsar la Libertad Religiosa auspiciada por el Departamento de Estado de Estados Unidos. La conferencia de tres días, celebrada del 16 al 18 de julio, es el evento de libertad religiosa más grande del mundo.

El embajador itinerante de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, Sam Brownback, dijo en el evento que la administración anunciará «medidas adicionales» sobre las iniciativas para la libertad religiosa en la conferencia del 18 de julio, que contará con discursos del secretario de Estado Mike Pompeo y el vicepresidente Mike Pence.

La Dra. Yuhua Zhang, cuyo esposo Zhenyu Ma está encarcelado en China, habla en el 19º aniversario del comienzo de la persecución a Falun Dafa, en el Monumento a Washington el 19 de julio de 2018. (Mark Zou/La Gran Época)

En busca de justicia

Zhang, exprofesora de la Universidad Normal de Nanjing, dijo en un discurso en la conferencia del 17 de julio que fue gravemente torturada mientras estaba detenida en China. Eso incluyó descargas eléctricas por largo tiempo, privación del sueño, inyecciones forzadas de drogas desconocidas y ser forzada a correr durante horas bajo el sol abrasador.

El esposo de Zhang, Zhengyu Ma, ingeniero, cumple actualmente una condena de tres años en la prisión de Suzhou, en la provincia de Jiangsu, por haber enviado cartas a los principales dirigentes del régimen chino pidiéndoles que pongan fin a la persecución. No ha tenido noticias de él desde su sentencia en 2017.

«Me preocupo día y noche por mi esposo», dijo Zhang en la conferencia. «Podría ser torturado hasta la muerte como miles de otros practicantes de Falun Gong».

«Podría ser asesinado por sus órganos como lo ha sido un número desconocido de practicantes de Falun Gong».

Zhang se refería a acusaciones surgidas hace más de una década, basadas en evidencia de una variedad de fuentes, de que el régimen chino ha estado asesinando a practicantes de Falun Dafa encarcelados para usar sus órganos para trasplantes. Estos alegatos fueron confirmados por investigadores independientes en un informe publicado en 2006, seguido de otros informes que confirmaron con más detalle un cuadro de abuso generalizado.

El mes pasado, un tribunal independiente, después de una investigación de un año, confirmó las acusaciones y concluyó que la sustracción forzada de órganos ha tenido lugar en China durante años «a una escala significativa», y que aún se está llevando a cabo. El fallo añadió que los practicantes de Falun Dafa eran probablemente la fuente principal de tales órganos.

Zhang, que ha luchado incansablemente por la liberación de su esposo desde que llegó a Estados Unidos, pidió al gobierno de Estados Unidos que impusiera sanciones bajo la Ley Global Magnitsky a los funcionarios chinos «que se sabe que han detenido ilegalmente, torturado y asesinado a practicantes de Falun Gong».

Muchos de los perpetradores continúan trabajando en China y han sido promovidos por sus participación en la persecución, dijo Zhang.

«Espero que el gobierno de Estados Unidos, los medios de comunicación internacionales y los grupos de derechos humanos puedan ayudar a liberar a mi esposo y a los cientos de miles de otros practicantes de Falun Gong inocentes pero encarcelados», dijo.

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