Gracias a Elon Musk, el público es ahora sabe que Twitter suprimió las opciones de tratamiento temprano para el COVID-19, y las preocupaciones sobre la seguridad de la vacuna, alegó el Dr. Peter McCullough en una entrevista que se emitió en Newsmakers por NTD y The Epoch Times el 14 de diciembre.
Además, gracias a los archivos de Twitter —una colección de correos electrónicos y comunicaciones internas hechas públicas por Musk— el cardiólogo dijo que hay pruebas de que las agencias gubernamentales estaban trabajando contra él (McCullough) personalmente.
«Yo no violé ninguna de las normas de Twitter», declaró McCullough. «Y lo que estamos aprendiendo es que los correos electrónicos secretos entre las agencias gubernamentales y Twitter estaban trabajando para, en cierto sentido, suprimirme de forma disimulada, censurarme e limitar mi capacidad de ejercer mis derechos a la libertad de expresión y difundir información científica».
McCullough dijo que la toma de Twitter por Musk es un «cambio bienvenido», especialmente para los profesionales de la salud como él.
«Twitter se había convertido en una plataforma increíblemente sesgada y censurada, en la que el público sabía que no estaba recibiendo una información justa y equilibrada sobre toda una serie de acontecimientos, incluido el tratamiento temprano de la infección por SARS-COV2 y una visión equilibrada de la seguridad y eficacia de las vacunas», afirmó McCullough.
El cardiólogo afirmó además que fue censurado y finalmente suspendido por compartir «resúmenes y manuscritos» científicos, que no encajaban con la visión política aceptada. Además, remarcó McCullough, no fue el único médico en el punto de mira.
Musk levantó las suspensiones de McCullough y del colaborador de la tecnología de vacunas de ARNm, el Dr. Robert Malone —suspendido de Twitter en 2021 tras criticar la eficacia de las vacunas de ARNm— después de completar su compra de Twitter.
Redes sociales y censura
Según McCullough, cuando una empresa de redes sociales tiene una advertencia relacionada con el COVID-19 o etiqueta una publicación como «desinformación», es un signo de censura y control gubernamental.
«Facebook, Instagram y las demás plataformas. … Cada vez que se postea un mensaje, y dice: ‘Ver el centro de información de COVID,’ o lo etiqueta ‘desinformación sobre COVID,’ que en realidad indica que hay interferencia del gobierno. Hay censura gubernamental», afirmó McCullough.
Añadió que cuando un usuario es testigo de lo anterior, debe denunciar a esa plataforma. Además, McCullough cree que tiene que haber una «revisión completa» de la dirección de las redes sociales y una «limpieza» de todas las formas de censura en los sitios de redes sociales.
En relación con la salud, dijo explícitamente que una sentencia anterior de la Corte Suprema de EE. UU. garantizaba a los médicos la libertad de expresión y la autoridad médica, y que las plataformas de redes sociales están violando esa sentencia.
«A los médicos, incluido yo mismo, se nos garantizó nuestro derecho a la libertad de expresión en una sentencia de la Corte Suprema. Tenemos autoridad médica, y el público espera nuestros análisis y nuestra orientación durante el resto de esta pandemia».
Mentiras sobre medicamentos y vacunas
En cuanto a la seguridad de las vacunas y las críticas que recibió cuando expresó sus preocupaciones, McCullough declaró: «No hay ningún fármaco o vacuna que esté libre de efectos secundarios. No hay ningún fármaco o vacuna que sea perfectamente eficaz».
«Así que, cuando los estadounidenses veían anuncios que decían ‘seguro y eficaz’, por supuesto, inmediatamente, saltábamos y argumentábamos, basándonos en la literatura revisada por expertos, que eso no era correcto».
McCullough señaló además que él y el autor John Leake han publicado un libro titulado «The Courage to Face COVID-19″, que detalla la verdadera historia de la «supresión intencional del tratamiento temprano [para el COVID-19] por lo que llamamos el complejo biofarmacéutico».
McCullough explicó que lo que quería decir con «complejo biofarmacéutico» es la amalgama de la industria farmacéutica, intereses gubernamentales y fundaciones, incluyendo todo hasta el Foro Económico Mundial.
Alegó además que este complejo tenía una misión —la vacunación masiva— por lo que enterraron a propósito el tratamiento temprano «para favorecer la estrategia de la vacuna». McCullough reconoció que su acusación era «compleja y alucinante», pero dijo que los estadounidenses saben que es una realidad y no una conspiración.
McCullough también afirmó que la creación de un Comité de Integridad de Salud Pública por parte del gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis (aparentemente para asegurarse de que la política no suprima la información de salud pública en el futuro) es una validación de médicos como él.
Los archivos de Twitter
Desde que asumió el control de Twitter, Musk se ha vuelto cada vez más vocal sobre la transparencia y la necesidad de que la gente vea lo que sucedió detrás de las escenas en la empresa de tecnología. Con ese fin, publicó correos electrónicos secretos y debates sobre la supresión disimulada o la eliminación de cuentas que no seguían la línea oficial.
Como parte de su reportaje, The Epoch Times pidió comentarios al Departamento de Justicia y al FBI sobre las revelaciones de los archivos de Twitter y su relación con las empresas de redes sociales.
La Oficina Nacional de Prensa del FBI respondió: «El FBI colabora regularmente con entidades del sector privado para proporcionar información específica sobre actividades subversivas, no declaradas, encubiertas o delictivas de actores extranjeros identificados que ejercen una influencia maligna».
«No se basa en el contenido de ningún mensaje o narrativa en particular. Las entidades del sector privado toman de forma independiente las decisiones sobre qué medidas adoptar, en su caso, en sus plataformas y para sus clientes después de que el FBI los haya notificado».
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