Un cuarto condado en Georgia descubrió una tarjeta de memoria con votos no contados durante una auditoría manual, dijeron los funcionarios a finales del miércoles.
A diferencia de los otros tres casos, los votos no contados en el Condado de Douglas correspondían en su mayoría al nominado presidencial demócrata Joe Biden.
«Hicieron el recuento manual y se dieron cuenta de que tenían más boletas que votos registrados en el sistema de gestión electoral. Volvieron y auditaron, y se dieron cuenta de que se habían olvidado de cargar una tarjeta de memoria de un distrito electoral», dijo a los periodistas Gabriel Sterling, el gerente de sistemas de votación del estado, durante una conferencia de prensa virtual.
En la tarjeta había 156 votos para Biden, 128 votos para Trump, siete para la candidata libertaria Jo Jorgensen y otros dos votos.
Teniendo en cuenta todos los votos no contados encontrados durante la auditoría, la ventaja de Biden sobre Trump bajó de 14,156 a 12,781.
Sterling también reconoció que un monitor de recuento detectó un error de 9626 votos, pero dijo que era «un fiasco».
«Pero ayuda a remover la olla hasta cierto punto, lo cual es desafortunado, y por eso no se publican los resultados provisionales de la auditoría, porque puede ser confuso para la gente de fuera que mira hacia dentro», dijo.
La supuesta mala gestión de las elecciones por parte de algunos funcionarios de Georgia ha llevado a que varias personas solicitaran la dimisión del secretario de Estado Brad Raffensperger, un republicano para quien trabaja Sterling. Los senadores Kelly Loeffler (R-Ga.) y David Perdue (R-Ga.) se sumaron a dichas solicitudes esta semana.
Raffensperger, que ha delegado en Sterling las conferencias de prensa mientras daba entrevistas a los medios de comunicación que se oponen a Trump, se ha negado a dimitir.
«Cuando la gente dice que no soy republicano, es una locura», dijo en el programa «The Lead» de la CNN el miércoles. «Y al final del día, cuando la gente quiere crear una división en el Partido Republicano [durante] una carrera de desempate, no ayuda a la persona, al candidato», añadió, diciendo que no haría más comentarios.
Loeffler y Perdue concurren a una segunda vuelta que tendrá lugar en enero de 2021.
Estaba previsto que la auditoría de Georgia terminara el miércoles a medianoche, pero algunos condados estaban todavía intentando terminar antes de la fecha límite. Al menos 21 condados seguían llevando a cabo la auditoría varias horas antes de la fecha límite. Los funcionarios planeaban publicar un informe final sobre la auditoría el jueves. La fecha límite para que Georgia certifique los resultados de las elecciones es el viernes.
La auditoría fue ordenada por el secretario Raffensperger debido al estrecho margen existente entre Biden y Trump.
La campaña de Trump todavía puede solicitar un recuento después de la certificación de los resultados del estado, según la ley estatal.
Raffensperger dijo que los funcionarios «no han observado ningún fraude electoral generalizado» y atribuyó las boletas no contabilizadas a «errores administrativos», no a las máquinas de votación.
«No creo que al final del día esto cambie los resultados totales», dijo. Cuando le preguntaron si Biden se mantendría a la cabeza, añadió: «creo que así será».
Trump ha criticado repetidamente a Raffensperger, al igual que al recuento, que calificó el miércoles en un tuit como «una broma», afirmando que «se han encontrado miles de votos fraudulentos». Las declaraciones juradas indican que el recuento ha estado plagado de anomalías.
En cuanto a las críticas de Trump a raíz de los tres lotes de boletas sin contar que fueron descubiertos, Sterling dijo a los periodistas: «Los tuits del presidente, en esencia, acerca de los votos fraudulentos… una vez más, es un poco irónico porque él ha ganado votos en este proceso. Así que estamos siguiendo diligentemente nuestra ley».
Aún así, Sterling contradijo a Raffensperger al decir a los periodistas: «Sabemos, como en cada una de las elecciones de la historia de los Estados Unidos, en la historia de la humanidad, que hay gente que votó que no debía haberlo hecho: hay votantes dobles, hay potenciales votantes criminales, hay gente que son votantes de otros estados».
«Sabemos que están ahí, pero no tenemos suficientes pruebas para decir que llegaron a un nivel de 13,000 o más», añadió.
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