La Universidad de Michigan anunció que dejará de exigir declaraciones sobre diversidad, equidad e inclusión (DEI por sus siglas en inglés) en las decisiones de contratación, promoción y titularidad del personal docente, lo que supone un cambio significativo en su enfoque de la DEI en el campus.
La decisión, anunciada el 5 de diciembre, responde a la recomendación formulada en octubre por un grupo de trabajo de ocho miembros del cuerpo docente de poner fin a la exigencia de declaraciones sobre diversidad, equidad e inclusión. El grupo examinó las opiniones del personal docente y las políticas de instituciones homólogas y llegó a la conclusión de que tales declaraciones corren el riesgo de limitar la libertad de expresión y la diversidad de pensamiento.
La rectora de la Universidad, Laurie McCauley, afirmó que, a pesar del cambio de política, la diversidad, la equidad y la inclusión continúan siendo valores fundamentales de la Universidad de Michigan y sugirió que la institución buscará formas de integrar los temas de DEI en sus políticas, pero de manera menos controvertida.
«La diversidad, la equidad y la inclusión son tres de nuestros valores fundamentales en la universidad. Nuestros esfuerzos colectivos en este ámbito producen importantes avances en la apertura de oportunidades para todas las personas», dijo McCauley en un comunicado. «A medida que avancemos en esta ardua y compleja labor, iremos perfeccionando continuamente nuestro enfoque».
La universidad no tenía un mandato institucional para las declaraciones DEI, lo que dejaba a discreción de cada departamento su uso. Los críticos, entre los que se encontraban miembros del profesorado que respondieron a una encuesta realizada en toda la universidad, afirmaron que las declaraciones actuaban a menudo como «pruebas de fuego» ideológicas, presionando a los candidatos para que adoptaran puntos de vista específicos.
«Los detractores de las declaraciones de diversidad las perciben como expresiones de rasgos de identidad personal, apoyo a una ideología específica u opiniones sobre cuestiones socialmente relevantes, y sirven como “prueba de fuego” para determinar si las opiniones de un miembro del personal docente son políticamente aceptables», escribió el grupo de trabajo en un informe citado en el anuncio de la universidad. «Así pues, tal como están promulgadas actualmente, las declaraciones de diversidad tienen el potencial de limitar los puntos de vista y reducir la diversidad de pensamiento entre los miembros del cuerpo docente».
Mientras que los partidarios de estos cambios afirman que las políticas de DEI suelen imponer la conformidad ideológica, otros consideran que estos cambios suponen una amenaza para principios como la equidad y la inclusión.
Por ejemplo, una petición del 3 de diciembre, con cerca de una docena de firmas en el momento de redactar este informe, pide a los líderes de la Universidad de Michigan que reconsideren el retroceso de la DEI en el campus.
«Un retroceso en la DEI pone en peligro el compromiso de la universidad con el desarrollo de un entorno inclusivo, que según los estudios es fundamental para el éxito académico y el bienestar de los estudiantes», reza la petición.
La decisión de la universidad se alinea con tendencias nacionales más amplias, ya que sectores como la enseñanza superior, las empresas estadounidenses y el gobierno reevalúan o revierten las políticas relacionadas con la DEI bajo un escrutinio cada vez mayor.
Instituciones como el MIT y Harvard también tomaron medidas para eliminar requisitos similares de DEI en los últimos meses. Mientras tanto, grandes empresas, como Southwest Airlines yWalmart, están dando marcha atrás en sus iniciativas de DEI bajo la presión de activistas conservadores y consumidores.
Walmart, la mayor empresa del mundo por ingresos, anunció el 25 de noviembre que suspendería varios programas relacionados con la DEI. Entre ellos se encuentran la financiación de actos dirigidos a los jóvenes LGBT y la participación en el Índice de Igualdad Corporativa de la Coalición de Derechos Humanos. El gigante minorista también tiene previsto eliminar gradualmente su programa de Inclusión de Proveedores, que anteriormente daba prioridad a los contratos con empresas pertenecientes a minorías, mujeres y personas LGBT.
En un comunicado, Walmart destacó su compromiso con la inclusión y reconoció los cambios: «Hemos emprendido un viaje y sabemos que no somos perfectos, pero cada decisión procede del deseo de fomentar un sentimiento de pertenencia, de abrir las puertas a oportunidades para todos nuestros asociados, clientes y proveedores y de ser un Walmart para todos».
El comentarista conservador Robby Starbuck elogió la medida como una «gran victoria» para quienes defienden los sistemas basados en el mérito frente a los mandatos ideológicos.
El retroceso de las políticas de DEI también coincide con una mayor presión política, en particular de los conservadores, para poner fin a programas percibidos como divisivos. El presidente electo, Donald Trump, se mostró crítico con la DEI y su candidato para dirigir la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, prometió poner fin a las iniciativas de DEI de la agencia.
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