Un veterano de la Guerra de Corea de 91 años se ha reunido con su primer amor después de pasar unos 70 años intentando localizarla.
En una larga publicación en Facebook en mayo, Duane Mann, de 91 años, explicó que conoció a Peggy Yamaguchi mientras estaba destinado en Japón entre 1953 y 1954, y que ambos pasaban su tiempo libre bailando juntos. Pronto empezaron a encenderse las chispas.
«Podíamos bailar muy bien juntos y entreteníamos a mucha gente que nos miraba. No tardamos mucho en enamorarnos, menos de seis meses», escribió Mann.
La pareja planeó rápidamente casarse en cuanto pudieran organizar la boda, pero a Mann le dijeron que lo iban a enviar de vuelta a Estados Unidos en una semana, lo que significaba que no tendrían tiempo suficiente para contraer matrimonio.
Yamaguchi también estaba embarazada.
«Cuando subí al avión, dejé a una chica muy infeliz derramando muchas lágrimas, también embarazada», escribió Mann. «La tranquilicé para que no se preocupara, ya que había ahorrado dinero más que suficiente para mandar a buscarla en cuanto pudiera. Finalmente me dieron el alta el 9 de julio de 1954 y regresé a mi estado natal, Iowa».
Sin embargo, una serie de desafortunadas circunstancias alejaron a Mann de su amor y la pareja pronto perdió el contacto.
A pesar de que no había comunicación entre la pareja, Mann dijo que había pasado los últimos 70 años tratando de encontrar a Yamaguchi y temía que ella creyera que la había abandonado.
Por suerte, la publicación de Mann atrajo la atención internacional y, junto con el canal de televisión local KETV Newswatch 7, pudo reunirse con su amor perdido.
La pareja disfrutó de un emotivo reencuentro en Michigan esta semana, después de pasar años separados, gracias a la ayuda de una investigadora canadiense del Canal de Historia, Theresa Wong, de 23 años, que encontró un artículo de 1956 titulado «A la novia de Tokio le gusta la vida en Escanaba» sobre un nuevo residente japonés que vivía en la ciudad de Michigan.
A pocos estados de distancia
Ese artículo proporcionó una pista para encontrar a Yamaguchi, que también tiene ahora 91 años, y que llevaba años viviendo a pocos estados de Mann, junto a su marido de la Marina y sus tres hijos.
Tras recibir información sobre el artículo de 1956, KETV se puso en contacto con el hijo de Yamaguchi, Rich Sedenquist, que le puso a su madre un video de la noticia sobre la búsqueda de Mann, y ella lo reconoció inmediatamente.
Sedenquist dijo: «Ella enseguida [dijo]: ‘¡Me acuerdo de él! Me quería de verdad».
A pesar de los años que pasaron separados, la antigua pareja volvió a congeniar inmediatamente cuando se reencontraron, y Mann pudo finalmente decirle a Yamaguchi que no la abandonó hace tantos años.
«Estoy aquí para decirte que no te abandoné en absoluto. Simplemente no te encontré», le dijo el veterano de guerra cuando se reunieron, antes de explicar que ha guardado fotos de ella en su cartera desde que se conocieron.
Mientras tanto, Yamaguchi reveló que el segundo nombre de su hijo Mike es Duane.
«Gracias por recordar y guardar todas las fotos, debes haberme amado», dijo Peggy y luego abrazó y besó a Duane.
En su publicación de Facebook del mes pasado, Mann explicó que cuando regresó a su casa en Estados Unidos hace tantos años, descubrió que su padre se había gastado todos sus ahorros y por eso se vio obligado a conseguir un trabajo en una empresa de construcción de carreteras para poder enviar dinero a Yamaguchi.
Aunque al principio él y su primer amor se escribían con regularidad, Mann dice que no recibió ninguna carta de ella al cabo de un mes más o menos, hasta que su hermana menor le entregó una carta de Yamaguchi en la que decía que había perdido a su bebé y se había casado con un hombre de las Fuerzas Aéreas.
«Fue entonces cuando descubrí que mi madre había estado quemando todas las cartas de Peggy porque no quería que me casara con una japonesa», explicó. «Me sentí desolado y profundamente confundido, y eso que nunca dirigí la palabra ni a mi padre ni a mi madre. Así que he pasado los últimos 70 años tratando de encontrar a Peggy, porque lo más inquietante de todo es que debe haber pensado que la abandoné».
«Nunca he podido desprenderme de este pensamiento y ahora he vivido hasta los 91 años y llevo un corazón muy pesado por todo lo que pasó», añadió.
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