El Partido Comunista Chino (PCCh) nunca renunciará al uso de la fuerza en Taiwán, dijo el líder chino Xi Jinping el 16 de octubre mientras inauguraba una importante reunión del partido.
La vigésima conferencia del Partido del PCCh, que se realiza cada cinco años, comenzó el domingo en Beijing. Tal reunión se produce en medio de la frustración pública alimentada por el aumento de los confinamientos anti-COVID en el país y las críticas internacionales contra la agresión del PCCh hacia Taiwán.
Durante la reunión, de una semana de duración, se dará a conocer el liderazgo del próximo periodo en la cúpula del Partido. Es probable que Xi, de 69 años, se asegure un tercer mandato de cinco años que no tiene precedentes en el PCCh, consolidando su lugar como el gobernante más poderoso del país desde Mao Zedong.
Hablando en la ceremonia de apertura de la conferencia del partido, Xi elogió los logros del PCCh durante lo que calificó como cinco años “extremadamente poco comunes y anormales”.
Xi defendió la política cero-COVID del PCCh y argumentó que tal enfoque protegía la vida y la economía de las personas, pero no mencionó cómo la estricta política dañó la economía del país e infligió dolor a su gente.
Reafirmando la postura dura del Partido, Xi dijo que China “nunca prometería renunciar al uso de la fuerza” en Taiwán. Dicho pronunciamiento enfureció a la isla autogobernada, que prometió defender su soberanía y democracia.
Xi pronunció un discurso de aproximadamente dos horas, un tiempo que fue considerablemente más corto al de sus comentarios en 2017, que duraron más de tres horas.
Durante el discurso, las palabras “seguridad” y “protección” aparecieron con más frecuencia que hace cinco años. Según una transcripción publicada por la agencia oficial de noticias Xinhua, Xi mencionó las dos palabras 73 veces el domingo, frente a las 55 veces de la reunión de 2017. Si bien mencionó la seguridad alimentaria y la seguridad de la cadena de suministro, le dio énfasis a la «seguridad nacional».
El evento político medular se produjo tras las crecientes críticas internacionales a las violaciones de derechos humanos del PCCh en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong, y tras las críticas por su acoso a Taiwán. En el período previo a la conferencia, los legisladores de todo el mundo llamaron a los países democráticos a responsabilizar al PCCh por sus abusos contra los derechos humanos. En una declaración del 14 de octubre, la Alianza Interparlamentaria sobre China dijo que la reunión revela que el PCCh consolidará su gobierno autoritario sobre el país, lo que significa que China seguirá siendo una “amenaza para los derechos humanos y la paz y la estabilidad del orden internacional basado en normas”.
Taiwán
Los aplausos más fuertes durante la reunión se produjeron cuando Xi enfatizó la oposición del PCCh a la independencia de Taiwán.
Taiwán, una isla autogobernada que el PCCh reclama como propia, ha soportado una escalada de presión militar, política y económica por parte de Beijing en los últimos meses. Beijing realizó simulacros de fuego real y lanzó 11 misiles balísticos a las aguas alrededor de Taiwán después de la visita a Taipei, en agosto, de la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Durante su discurso en Beijing, Xi calificó las provocaciones del PCCh como una demostración de su «determinación y capacidad» para luchar contra las «fuerzas separatistas».
“Se debe realizar la reunificación completa de nuestro país, y sin duda se puede realizar”, dijo Xi.
En respuesta, Taiwán dijo que es un país soberano y que no retrocederá en la defensa de su democracia y libertad.
“La posición de Taiwán es firme: No dar marcha atrás en la soberanía nacional, no comprometer la democracia y la libertad, y reunirse en el campo de batalla no es en absoluto una opción para los dos lados del Estrecho de Taiwán”, dijo el domingo Chang Tun-han, portavoz de la Oficina Presidencial de Taiwán.
“Este es el consenso del pueblo de Taiwán”, se lee en el comunicado. Agregó que el equipo de seguridad nacional de Taiwán observaría de cerca los acontecimientos durante la conferencia del partido.
Política de cero-COVID
Durante el discurso del domingo en la ceremonia de apertura, Xi dijo que el PCCh “priorizó a las personas y sus vidas por encima de todo, y persiguió tenazmente [una] política dinámica de cero-COVID al lanzar una guerra popular total contra el virus”.
Los comentarios de Xi parecen frustrar las esperanzas de los chinos que desean que se disminuya la intensidad de las políticas de cero-COVID del régimen. El enfoque draconiano tiene como objetivo eliminar todas las infecciones entre las comunidades mediante bloqueos estrictos, pruebas repetidas y vigilancia masiva.
Semanas antes de la conferencia, los funcionarios del PCCh en toda China aumentaron las restricciones de viaje y los bloqueos, aunque solo se informaron unos pocos casos. Al menos 36 ciudades chinas han sido sometidas a algún nivel de restricciones o bloqueo, lo que afecta a alrededor de 196.9 millones de personas, según una estimación del banco japonés, Nomura, hecha el 10 de octubre.
Tales restricciones frustraron al público y provocaron raras protestas en el país. Cuando quedaban solo dos días para la reunión, se desplegaron en el centro político, en medio de estrictas medidas de seguridad, dos grandes pancartas con lemas, incluido un llamado a la destitución de Xi y el fin de la política draconiana de cero-COVID.
Los activistas chinos sugirieron que las restricciones de COVID-19 tienen como objetivo fortalecer el control del PCCh en lugar de contener los brotes.
“La epidemia es menos grave que la influenza”, le dijo a The Epoch Times el domingo Zhao Changqing, activista de derechos humanos.
Según Zhao, hay más tragedias como resultado de las estrictas medidas de contención que del virus en sí. En el Tíbet, donde algunas ciudades sufrieron un cierre de 50 días el mes pasado, el cierre inhumano llevó, al menos, a cinco personas a suicidarse, según la Campaña Internacional por el Tíbet, un grupo de defensa de los derechos humanos.
Zhao dijo que la inusual protesta en Beijing demuestra el creciente deseo entre el público por la eliminación de las medidas de control social.
“A través de la presión y el control al estilo fascista, el PCCh está evitando que se extienda la lucha contra su tiranía”, dijo Zhao.
Luo Ya contribuyó a este artículo.
Con información de Reuters.
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