Un grupo de 10 senadores republicanos ha respaldado un proyecto de ley que exigiría una auditoría de la toma de decisiones y de los mensajes de salud pública de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El proyecto de ley del Senado (pdf), titulado «Ley de Restauración de la Confianza en las Instituciones de Salud Pública de 2021», exigiría a la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO) que evalúe los mensajes y la toma de decisiones en materia de salud pública de los CDC y prepare un informe al respecto.
El proyecto de ley requiere que el informe incluya una revisión de los datos que los CDC utilizaron para hacer sus recomendaciones y si los «mensajes incoherentes» de la agencia tuvieron un impacto en la confianza del público y en la voluntad de tomar la vacuna contra la COVID-19.
«Estas directrices, como la mayoría de las acciones de la Administración Biden en estos días, tienen poco sentido y parecen carecer de dirección científica», dijo el senador Marco Rubio (R-Fla.) en un comunicado, refiriéndose a la reciente revocación de las directrices de los CDC sobre la mascarilla para las personas totalmente vacunadas.
«Los estadounidenses han pasado el último año y medio haciendo enormes sacrificios para detener la propagación del virus, pero están confundidos y han perdido la confianza en nuestras instituciones. Los mensajes contradictorios también podrían degradar la confianza en la eficacia de las vacunas».
El proyecto de ley también exigiría a la GAO que determinara si entidades externas, incluidos los sindicatos de profesores, estaban en condiciones de influir en las orientaciones de los CDC.
Los CDC revisaron sus orientaciones sobre las mascarillas la semana pasada, indicando a las personas totalmente vacunadas que se pongan mascarillas en lugares cerrados y concurridos. La agencia basó la decisión en un estudio sobre un brote en Massachusetts que descubrió que el 74 por ciento de las personas infectadas habían sido totalmente vacunadas. El estudio también sugirió que las personas totalmente vacunadas que se infectan con el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) podrían propagar el virus de la misma manera que lo hacen las personas no vacunadas.
El virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, es el patógeno que causa la COVID-19.
«El cambio de rumbo de los CDC en cuanto a la orientación sobre la mascarilla envía un mensaje confuso a los montaneses y al pueblo estadounidense, y no se ha justificado claramente con datos», dijo el senador Steve Daines (R-Mont.) en un comunicado. «Los CDC tienen que mejorar su comunicación con el público y dejar de socavar la confianza en las vacunas».
«Durante el último año y medio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron orientaciones sanitarias contradictorias, a veces con solo semanas de diferencia, y a veces sin datos clínicos de apoyo», dijo la senadora Cythia Lummis (R-Wyo.) en un comunicado. «Sus acciones han dividido innecesariamente a nuestro país y han alimentado el conflicto partidista. El trabajo de los CDC es ayudar a controlar y prevenir las enfermedades, no jugar a la política. Es hora de supervisar y reformar».
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