Opinión
Las palabras “Sueño Americano” todavía pueden evocar una idea digna de esperanza y potencial para algunos. En cambio el actual “sueño chino” solo puede traer cinismo y más propaganda vacía.
En la mayoría de los países, lo ideal es que un gobierno actúe según la voluntad de sus ciudadanos. En la China comunista, la autoridad les dice a los ciudadanos exactamente cómo espera que actúen.
En 2012, el mandatario chino Xi Jinping introdujo los “valores socialistas fundamentales” en la sociedad china. Consistían de 12 palabras, cada una de las cuales representaba teóricamente una virtud que existe, o debería existir, en la sociedad.
Poco después de introducir estos valores, muchos ciudadanos chinos los encontraron muy irónicos. Esto se debe a que el Partido Comunista Chino (PCCh) en el poder hace lo contrario de lo que dice. Cada uno de estos valores ha sido contradicho de varias maneras, incluso después de su introducción.
Riqueza

Siendo la segunda economía más grande del mundo, China ciertamente tiene individuos de gran riqueza. Sin embargo, en comparación con la población en general, esas personas son una élite poco común. Gran parte de la población de la nación está experimentando ahora las dificultades asociadas a una creciente brecha de riqueza.
Esa riqueza, como es natural para una nación comunista, va a parar a los funcionarios. Por supuesto, las élites también obtienen su parte de la ganancia, pero ciertamente eso no ocurre con los trabajadores.
Democracia
La palabra griega “democracia” significa “gobierno del pueblo” y votar es esencial para este sistema de gobierno. Si se busca en Google, “¿La gente en China vota?”, se obtiene una respuesta complicada y burocrática que se reduce a: en realidad, no.
El PCCh, y todos los partidos comunistas, se autoproclaman organizaciones del pueblo. Son técnicamente democráticos, siempre que se considere como democracia el hecho de tener una solo opción por la que votar.
Civismo

Aunque China tiene algunas de las penas más estrictas por el uso de drogas, eso no impide que los funcionarios sean parte del problema en el uso de drogas ilícitas. Hace varios años, un funcionario casi había convertido una ciudad del sur de China en un prostíbulo.
Armonía

Incluso antes de la introducción de los “valores socialistas fundamentales”, “estar en armonía” era una frase ocurrente en China que significa “ser censurado” por el PCCh. El PCCh impone su versión de “armonía” al no permitir que ninguna voz hable, excepto la suya propia, incluso en las redes sociales chinas.
No hay un fácil acceso a la información para el pueblo chino sobre los escándalos del PCCh, tanto de los nuevos como de los viejos, como fueron la leche en polvo contaminada y la masacre de la Plaza de Tiananmen.
Libertad

Lo que puede resultar ser lo más irónico entre los valores fundamentales, es que uno de ellos es la libertad, que es precisamente lo que casi todos los chinos carecen. El precursor de los más recientes crímenes contra la libertad del pueblo chino es la persecución a Falun Dafa. El PCCh está ahora encarcelando a cristianos y atacando a uigures.
Igualdad

El PCCh siempre trata de jugar con sus propias reglas, incluso ante el resto del mundo. Muchos creían que permitir que China se uniera a la Organización Mundial del Comercio contribuiría a dar grandes pasos hacia la democracia. En cambio, China se aprovechó de los vacíos legales y de las promesas incumplidas en todo momento.
Justicia

Los abogados son esenciales para llevar a las personas ante la justicia. En China, el PCCh es el árbitro de la justicia, y cualquier abogado que no cumpla con sus reglas corre el riesgo de desaparecer. Los abogados de derechos humanos en China son blancos del Estado, y sus familias deben defenderse solas de todo el aparato estatal.
Estado de Derecho

Para los dirigentes del PCCh, la ley es una cuestión de conveniencia. Por capricho, se pueden establecer o eliminar estructuras gubernamentales enteras, independientemente de la legalidad. La ley solo se cumple cuando se ajusta a los deseos del PCCh.
Una persona dijo: “Sirviendo como juez, no podía decir si era un defensor de la justicia, o simplemente un asesino legitimado por el velo de la ley”.
Patriotismo

En el pasado, nadie podía ascender en una gran empresa sin ser miembro del partido comunista. Parece que hoy en día sigue siendo lo mismo. Jack Ma, uno de los empresarios más ricos de China, confirmó recientemente su pertenencia al partido, lo cual un abogado de derechos humanos dijo que era algo necesario para el éxito empresarial.
Dedicación

Jurar lealtad al Partido parece ser una cuestión de conveniencia para los funcionarios del PCCh. Algunos incluso se anticipan a esta costumbre, enviando primero a sus familias al extranjero, siendo Canadá y Estados Unidos los destinos más populares.
Integridad

Contamos una broma: en China, se construye un edificio y luego se derriba. Lo construyes de nuevo, luego lo derribas. Lo construyes una vez más y luego lo derribas. Finalmente lo dejas en pie después de construirlo por última vez. ¿Con qué te quedas? Cuatro veces el PIB.
Inventar números fue una práctica desde los primeros días del poder comunista en China, donde uno era asesinado si no mentía sobre los rendimientos de las cosechas. Hoy en día sigue siendo el mismo fenómeno generalizado, y todos los datos económicos de China deben ser tomados con cautela.
Amistad

Comprensión es la clave de la amistad, pero parece que China sintió que durante la escalada arancelaria, el ojo por ojo era mejor. Ahora tal vez sean tres ojos por uno.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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