2 años de Trump: 70 formas en que cambió a Estados Unidos

Por Jasper Fekkert - La Gran Época
21 de enero de 2019 2:07 PM Actualizado: 21 de enero de 2019 5:23 PM

Economía

Desde una profunda reforma de impuestos hasta el apoyo a la producción de energía, las políticas pro-negocios del presidente Donald Trump impulsaron el mercado laboral, establecieron récords en el mercado de valores y ayudaron a individuos y empresas a prosperar de nuevo. La economía alcanzó la meta de crecimiento del 3 por ciento de la administración Trump en el segundo trimestre de 2017 y en el segundo y tercer trimestres de 2018.

El presidente Donald Trump y miembros del Congreso celebran la aprobación del proyecto de ley de impuestos el 20 de diciembre de 2017. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Reforma impositiva

Desde que el proyecto de Ley de Recorte de Impuestos y Empleos se convirtió en ley en diciembre de 2017, el promedio de las empresas estadounidenses vio caer su carga impositiva en más de la mitad.

Anteriormente, entre los 35 países industrializados, Estados Unidos tenía la tasa de impuesto más alta sobre la renta de las empresas. Después de la aprobación de la ley, la tasa del impuesto de empresas de EE.UU. bajó del 35 por ciento al 21 por ciento.

Esto puso a Estados Unidos en una ventaja competitiva frente a muchas otras naciones. El proyecto de ley también tuvo un efecto positivo en las inversiones de las empresas y, por lo tanto, en el crecimiento económico. Las empresas han acelerado sus gastos de capital en 2018 para aprovechar el recorte de impuestos y la provisión de la totalidad de los gastos.

El año pasado, el optimismo en el mundo de las pequeñas empresas se disparó a sus niveles más altos en 45 años como resultado del recorte de impuestos y el fuerte crecimiento económico.

Cambio porcentual en el promedio industrial Dow Jones del 8 de noviembre de 2016 al 8 de enero de 2019 (línea azul). El Dow bajo Trump se ha comportado con más fuerza que bajo sus tres predecesores más recientes. (Fuentes: The Epoch Times; Yahoo Finance)

 

Mercado de valores

Los mercados de valores han establecido récord tras récord desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo y promulgó recortes de impuestos y políticas a favor de las empresas. Incluso después del reciente retroceso en Wall Street, el Promedio Industrial Dow Jones, hasta el 8 de enero, subió casi un 20 por ciento desde la asunción de Trump y un 30 por ciento desde el día de las elecciones de 2016.

Los mercados han caído en los últimos meses debido a la preocupación por las guerras comerciales, la cancelación del balance de la Reserva Federal y las subidas de los índices de interés. Sin embargo, la ganancia de Dow en dos años desde la elección de Trump superó las ganancias registradas durante los dos primeros años después de las elecciones de los presidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton.

Refinerías en Corpus Christi, Texas, el 8 de noviembre de 2018. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

 

Récord en la producción de petróleo

Bajo la administración de Trump, Estados Unidos se ha convertido en el primer productor mundial de petróleo crudo, superando a Rusia y Arabia Saudita. La producción de petróleo de Estados Unidos rompió por primera vez un récord establecido en 1970 en noviembre de 2017.

Según el último informe oficial, la producción de crudo de Estados Unidos alcanzó su máximo histórico, superando los 11,5 millones de barriles diarios en octubre. Estados Unidos también se convirtió en un exportador neto de petróleo por primera vez en casi 75 años, un paso significativo hacia el logro de la «independencia energética y el dominio», metas que fueron establecidas por Trump.

Trabajadores de la Hollywood Bed Frame Company en Commerce, California, el 14 de abril de 2017. (ROBYN BECK/AFP/Getty Images)

 

Robustecimiento del mercado de trabajo

Los recortes de impuestos, así como las sólidas ganancias corporativas, ayudaron a impulsar el crecimiento del empleo en Estados Unidos. El año pasado, las oportunidades de empleo alcanzaron niveles sin precedentes, con vacantes que superan cada vez más el número de trabajadores desempleados.

La tasa de desempleo cayó al 3,7 por ciento por primera vez en casi 50 años. En diciembre de 2018, la tasa de desempleo aumentó hasta el 3,9 por ciento. La economía generó más de 4,8 millones de empleos en los dos primeros años del mandato de Trump. El crecimiento de los salarios, que había estado estancado desde principios de la década de 1970, también comenzó a aumentar el pasado año.

Compradores en la ciudad de Nueva York el 21 de noviembre de 2017. (Benjamin Chasteen/The Epoch Times)

 

Crecimiento del PBI

La economía de EE.UU. se aceleró y alcanzó la meta de crecimiento del 3 por ciento de la administración Trump en el segundo trimestre de 2017 y en el segundo y tercer trimestres de 2018. Especialmente en 2018, la economía tuvo un crecimiento espectacular, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PBI) del 4,2 por ciento en el segundo trimestre, su ritmo más rápido desde 2014. El fuerte gasto de los consumidores y las empresas impulsó el crecimiento económico en el mismo período.

La economía se expandió a una tasa anual del 3,4 por ciento en el tercer trimestre de 2018. Si bien la lectura fue inferior al ritmo del segundo trimestre, siguió marcando el mayor crecimiento consecutivo del PBI desde 2014.

Una gasolinera en Miami, Florida, el 9 de abril de 2018. (Joe Raedle/Getty Images)

 

Disminución del precio de la Gasolina

Los precios del petróleo cayeron en picada desde que alcanzaron su punto máximo a principios de octubre de 2018. Los futuros del crudo del West Texas Intermediate (WTI) cayeron de un máximo de casi cuatro años, de $76 el 3 de octubre a $50 el 8 de enero. De pico en pico, el índice de referencia del WTI perdió un tercio de su valor. En noviembre, Trump restableció las sanciones económicas contra Teherán, pero concedió exenciones a ocho países para las importaciones de petróleo procedentes de Irán con el fin de evitar un aumento de los precios del petróleo.

Los precios del petróleo se desplomaron después de las noticias, ya que el mercado no esperaba las exenciones. Trump ha asociado los precios más bajos del petróleo con los recortes de impuestos, ya que son una importante ganancia inesperada para los consumidores y la economía en general. Ha criticado repetidamente a la Organización de Países Exportadores de Petróleo, dirigida por Arabia Saudita, y ha pedido a la organización que aumente la producción y reduzca los precios del petróleo.

Un empleado trabajando en la línea de montaje del Complejo Rouge de Ford Motor Company en Dearborn, Michigan, el 27 de septiembre de 2018. (JEFF KOWALSKY/AFP)

 

Aumento de la actividad manufacturera

El optimismo de los fabricantes en 2018 alcanzó un máximo histórico, según una encuesta realizada por la Asociación Nacional de Fabricantes. La demanda de productos de los fabricantes aumentó en una amplia gama de industrias, y el Índice de Gestores de Compras siguió creciendo, mostrando un optimismo general entre los fabricantes estadounidenses. Además, la industria manufacturera registró ganancias netas de empleo de 284.000 dólares en 2018, su mejor año desde 1997.

El presidente Donald Trump firma una decreto ejecutivo para establecer el Consejo de Oportunidades y Revitalización de la Casa Blanca el 12 de diciembre de 2018. (Alex Wong/Getty Images)

 

Zonas de oportunidad

Creado por la reforma impositiva de Trump, el programa de «zonas de oportunidad» incentiva a estadounidenses y extranjeros a invertir en comunidades económicamente desatendidas en todo Estados Unidos. El programa ofrece incentivos fiscales a los inversionistas privados que invierten en estas zonas. El año pasado, el Departamento del Tesoro certificó a más de 8700 comunidades en dificultades como zonas de oportunidad calificadas.

El gobierno ha proyectado que hasta 100000 millones de dólares en capital privado podrían canalizarse hacia estas zonas en dificultades. Se crearon muchos fondos y se continúa recaudando para destinarlos a esta nueva clase de activos. El programa de zonas de oportunidad tiene el potencial de convertirse en el programa de desarrollo económico más grande de Estados Unidos. Con la generación de negocios y empleos puede ayudar a revitalizar áreas atrasadas en crecimiento en comparación con la economía nacional.

Clientes cenando en un restaurante en Colorado el 24 de abril de 2018. (Emily Kask/AFP/Getty Images)

 

Aumento en los ingresos de la clase media

El ingreso promedio por hogar de las familias de clase media alcanzó un nivel récord en 2017.

Una encuesta de la Oficina del Censo mostró que el ingreso medio subió a 61.372 dólares, de 60.309 un año antes, cuando se ajustó por la inflación.

El presidente Donald Trump firma una orden ejecutiva durante el evento «Pledge to America’s Workers» el 19 de julio de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Corrección de la brecha de habilidades en los puestos de trabajo

Cerrar la brecha de habilidades en el lugar de trabajo ha sido una de las principales prioridades de Trump. La brecha de habilidades es un problema clave para las compañías estadounidenses que luchan por encontrar trabajadores con los talentos que necesitan. Trump firmó recientemente una orden ejecutiva para crear un grupo de trabajo que desarrollará una estrategia para abordar el problema. También ha movilizado a más de 100 compañías y organizaciones estadounidenses para apoyar su iniciativa de la fuerza laboral, comprometiéndose a capacitar a más de 6 millones de trabajadores y estudiantes para nuevos empleos y nuevas habilidades.

Doug McMillon, presidente y CEO de Walmart, habla en la reunión anual de la compañía el 30 de mayo de 2018. (Rick T. Wilking/Getty Images)

 

Beneficios de la Reforma Impositiva

El año pasado, los estadounidenses comenzaron a sentir los efectos de la reforma de impuestos federales firmada por Trump en diciembre de 2017. La profunda revisión de los impuestos llevó a más de 700 compañías a emitir bonos en efectivo, aumentos salariales y otros beneficios a sus empleados. Casi 4 millones de estadounidenses se beneficiaron de un mayor salario neto, según Americans for Tax Reform, un grupo de defensoría sin fines de lucro.

(Joe Raedle/Getty Images)

 

2 millones de estadounidenses dejan de recibir cupones de alimentos

El número de estadounidenses que recibieron beneficios de cupones de alimentos cayó a su nivel más bajo en seis años durante el primer año de Trump en el cargo, lo que refleja un mercado laboral saludable y una economía en mejora.

En promedio, 42.2 millones de estadounidenses recibieron cupones de alimentos en 2017, un 11 por ciento menos que en 2013, cuando el uso de cupones de alimentos alcanzó niveles récord. De 2000 a 2013, la participación de cupones de alimentos creció cada año excepto en 2007.

El programa de cupones de alimentos, oficialmente conocido como Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria, le costó a los contribuyentes estadounidenses 68 mil millones e dólares en 2017. Eso es un 4 por ciento menos que el año pasado y un 15 por ciento menos que el máximo histórico de 79.900 millones de dólares en 2013.

El presidente Donald Trump realiza una llamada telefónica al presidente Enrique Peña Nieto de México a través de un traductor, en la Oficina Oval de la Casa Blanca el 27 de agosto de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Comercio

Trump levantó olas cuando revisó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de 24 años de antigüedad, y lo reemplazó por el Acuerdo México-Canadá (USMCA), que promueve la producción y el empleo en Estados Unidos. Los aranceles sobre los productos chinos persuadieron al líder chino Xi Jinping a sentarse con Trump para abordar las preocupaciones de Washington.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto (izq.), el presidente Donald Trump (der.), y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, firman el acuerdo de la USMCA en Buenos Aires el 30 de noviembre de 2018. (Saul Loeb/AFP/Getty Images)

 

Reemplazo del TLCAN: USMCA

La administración Trump logró su mayor victoria comercial el año pasado al revisar el TLCAN, que Trump calificó de «el peor acuerdo comercial de la historia del país». El nuevo pacto de la USMCA puso fin a las tensiones con dos de los mayores socios comerciales de Estados Unidos.

Los tres países firmaron el acuerdo el 30 de noviembre al margen de la cumbre del G-20 en Argentina. El pacto aún debe ser ratificado por los legisladores de los tres países. El nuevo acuerdo es una mejora sustancial del antiguo acuerdo, que promueve la producción y el empleo en los Estados Unidos. Las nuevas reglas, por ejemplo, incentivan el uso de mano de obra manufacturera con salarios altos en el sector automotriz.

El presidente Donald Trump y el líder chino Xi Jinping en Beijing el 9 de noviembre de 2017. (FRED DUFOUR/AFP/Getty Images)

 

Guerra comercial con China

Trump intentó adoptar una postura más firme con respecto a las políticas proteccionistas y distorsionadoras del comercio de China durante décadas. A principios del año pasado lanzó una campaña arancelaria como parte de una estrategia para poner fin a las prácticas comerciales desleales de China. Durante años, Washington ha acusado a China de robar tecnologías clave y propiedad intelectual a empresas extranjeras utilizando diversas tácticas que incluyen el robo físico y cibernético, y la transferencia forzada de tecnología.

La tensión comercial entre Estados Unidos y China aumentó cuando Trump impuso aranceles a bienes chinos por valor de casi 250.000 millones de dólares. Contrariamente a la creencia popular, las tarifas de Trump han funcionado y han convencido al líder chino Xi Jinping de que se siente con Trump para abordar las preocupaciones de Washington. A principios de diciembre, ambas partes declararon un alto al fuego de 90 días sobre los aumentos arancelarios. Como parte del acuerdo de tregua, China asumió por primera vez el firme compromiso de introducir cambios estructurales con respecto a la transferencia forzada de tecnología, la protección de la propiedad intelectual, las intrusiones cibernéticas y el robo cibernético de secretos comerciales.

Bobina de acero producida en una fábrica de Indiana en Portage, Indiana, el 15 de marzo de 2018. (Scott Olson/Getty Images)

 

Aranceles del acero y del aluminio

Desde su elección en 2016, Trump ha hecho de la preservación de la seguridad nacional una de sus prioridades. La administración Trump lanzó una investigación de la Sección 232 en 2017 que concluyó que la dependencia del acero y el aluminio importados afectaba la seguridad nacional. Como resultado, Trump firmó órdenes imponiendo un arancel del 25 por ciento sobre el acero importado y un arancel del 10 por ciento sobre el aluminio importado en marzo de 2018.

El exceso de acero y aluminio, que son fuertemente subsidiados por gobiernos extranjeros, ha creado un efecto dominó destructivo en los productores y trabajadores estadounidenses. Decenas de miles de trabajadores estadounidenses han sido despedidos, y docenas de fábricas han sido cerradas desde el año 2000. Sin embargo, tras el anuncio de los aranceles, los fabricantes de metales han comenzado a reinvertir en la producción nacional, creando nuevos puestos de trabajo.

El Presidente Donald Trump se reúne con el Presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker el 25 de julio de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Una nueva etapa con Europa

La administración Trump alcanzó un nuevo acuerdo con la Unión Europea en julio de 2018, anunciando una «nueva fase» en las relaciones. Trump y el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, acordaron en una declaración conjunta «trabajar juntos para lograr aranceles cero, cero barreras no arancelarias y cero subsidios a los bienes industriales no automotores».

Por primera vez, ambas partes llegaron a un acuerdo para cooperar contra las prácticas comerciales desleales y reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC). Como parte del acuerdo, la UE se comprometió a comprar más soja y gas natural licuado (GNL) a Estados Unidos.

El bloque ha mantenido su promesa, duplicando sus importaciones de soja estadounidense y aumentando sus importaciones de GNL en más del 50 por ciento durante el mismo período. Sin embargo, los funcionarios de la UE se han mostrado reacios a incluir la agricultura estadounidense en futuras negociaciones, que sigue siendo un punto de conflicto importante entre Washington y Bruselas.

Personas sosteniendo carteles mientras se manifiestan contra el acuerdo comercial de la Asociación Transpacífica (TPP) en Washington, el 14 de noviembre de 2016. (NICHOLAS KAMM/AFP/Getty Images)

 

Finalización de la TPP

Setenta y dos horas después de asumir el cargo, Trump cumplió una de sus promesas de campaña al retirar a Estados Unidos de la Alianza Transpacífica (TPP). El pacto, negociado bajo el mandato de Obama, prometía impulsar el comercio y fortalecer los lazos económicos entre los 12 países involucrados. Sin embargo, algunos expertos afirmaron que tendría un efecto nulo en la economía de Estados Unidos y que, por lo tanto, era un acuerdo inútil para Estados Unidos.

Si bien se reducirían 18.000 aranceles para los exportadores estadounidenses en el marco del pacto, la mayoría de estos acuerdos se referían a productos que Estados Unidos nunca exportó, o que sólo exportó en pequeñas cantidades a socios de la TPP, según un documento publicado por el Roosevelt Institute.

Trump dejó claro que prefería los acuerdos comerciales bilaterales a los acuerdos regionales o multilaterales. Y convenció a Japón, la mayor economía del grupo TPP, para que entablara conversaciones comerciales bilaterales con Washington.

El presidente Donald Trump usa tijeras de oro para cortar la burocracia entre dos pilas de papeles que representan las regulaciones gubernamentales de los años 60 (izq.) y las regulaciones de hoy (der.) en el Salón Roosevelt de la Casa Blanca el 14 de diciembre de 2017. (SAUL LOEB/AFP/Getty Images)

 

Desregulación

Una de las promesas de la campaña de Trump fue reducir el exceso de burocracia que obstaculiza la competitividad y productividad de Estados Unidos. Entre los aspectos más destacados cabe destacar la anulación de la Ley Dodd-Frank de 2010, liberando así a los bancos más pequeños de los mayores costes de cumplimiento que imponía la ley. La administración Trump también derogó las regulaciones de Internet conocidas como «neutralidad de la red».

El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Ajit Pai, habla con miembros de los medios de comunicación después de una reunión de la comisión en Washington el 14 de diciembre de 2017. (Alex Wong/Getty Images)

 

Rechazo de la Neutralidad de la Red

La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE.UU. revocó las regulaciones de Internet adoptadas en 2015 conocidas como «neutralidad de la red».

Los defensores de las normas de la era Obama argumentaron que el aumento de la regulación era necesario para evitar que los proveedores de servicios de Internet cobrarán más por el acceso a sitios web que consumen muchos datos, como Netflix.

Sin embargo, el Presidente de la FCC, Ajit Pai, dijo que las regulaciones, en efecto, microgestionan Internet y sofocan la innovación.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que el presidente Donald Trump apoya una Internet libre.

A PNC bank building in Washington on Feb. 19, 2009. AFP PHOTO/Karen BLEIER (Photo credit should read KAREN BLEIER/AFP/Getty Images)

 

Marcha atrás con la Ley Dodd-Frank

Trump se comprometió a dar marcha atrás con la Ley Dodd-Frank, una compilación masiva de regulaciones bancarias firmada en 2010 por Obama. La legislación, que pretendía acabar con la mentalidad de «demasiado grande para fracasar», ha perjudicado a los pequeños bancos y a los consumidores.

En mayo de 2018, Trump firmó el mayor desmantelamiento de las regulaciones bancarias desde que se promulgó la legislación, aliviando la presión sobre los bancos más pequeños que tenían problemas con los mayores costos de cumplimiento. Los bancos pequeños también fueron liberados de la regla Volcker, que prohíbe a las empresas hacer apuestas de riesgo con sus propios activos. Trump dijo que la marcha atrás ayudarían a los bancos comunitarios y a las cooperativas de crédito que sufrieron durante años los exceso de regulación.

El presidente Donald Trump sostiene una gráfica que muestra las regulaciones requeridas para construir proyectos de infraestructura mientras habla en un evento en la Casa Blanca promoviendo los esfuerzos de la administración para disminuir las regulaciones federales, el 14 de diciembre de 2017. (Win McNamee/Getty Images)

 

Reducción de la burocracia en los proyectos de infraestructura

Trump firmó una resolución ejecutiva en agosto de 2017 para fijar un proceso de aprobación de infraestructura ineficiente y sobre-regulado. El objetivo de la resolución era acelerar el proceso de concesión de permisos y la revisión ambiental, lo que puede llevar años, a veces incluso más de una década. Los retrasos en los grandes proyectos de infraestructura pueden costar trillones a la economía.

Sin embargo, las órdenes ejecutivas no pueden resolver el problema por sí solas; el Congreso tiene que aprobar la legislación para convertir los cambios en ley y aclarar las líneas de autoridad en el proceso de revisión ambiental.

El presidente Donald Trump habla en la Sala Este de la Casa Blanca en Washington el 3 de abril de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

2 x 1 en planes de desregularización

A los 10 días de haber asumido el cargo, Trump ordenó a su administración que redujera los obstáculos de la regulación. En enero de 2017, firmó una resolución ejecutiva que exigía la eliminación de dos normas anteriores por cada nueva regulación propuesta. En lugar de eliminar dos viejas regulaciones, las agencias federales eliminaron 22 por cada nueva regulación en 2017, según la Casa Blanca. La administración Trump logró ahorros de 23 mil millones de dólares en 176 acciones desregulatorias en el año fiscal 2018.

Además, la administración emitió un 65 por ciento menos de regulaciones «significativas» que la administración Obama, después de 22 meses en el cargo. Bajo la administración anterior, la acumulación continua de regulaciones ralentizó el crecimiento económico anual en un 0,8 por ciento en promedio, según un documento de 2016 del Centro Mercatus. La economía en 2012 habría sido 4 billones de dólares más alta si la regulación se hubiera mantenido en su nivel de 1980, según el documento.

El presidente Donald Trump abraza al veterano de la Segunda Guerra Mundial Allen Q. Jones, de 94 años de edad, en la 119ª conferencia anual de Veteranos de Guerras Extranjeras en Kansas City, Maryland, el 24 de julio de 2018. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

 

Veteranos de guerra

Trump firmó varios proyectos de ley para reformar el Departamento de Asuntos de Veteranos con el fin de aumentar los beneficios para los veteranos y los miembros del servicio. Para aumentar la rendición de cuentas en la problemática institución, la administración Trump ha descendido, despedido o suspendido a unos 4300 trabajadores del Departamento de Veteranos. Un proyecto de ley les da a los veteranos la posibilidad de ver a un médico privado si los hospitales de veteranos no pueden proporcionar la atención que necesitan.

Veteranos de pie para la oración de apertura en la 119ª Conferencia Anual de Veteranos de Guerras Extranjeras en Kansas City, Mo., el 24 de julio de 2018. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

 

Ampliación de las posibilidades de atención médica privada para los veteranos de guerra

El 6 de junio Trump firmó un proyecto de ley que hace posible que los veteranos vean a un médico privado si los hospitales de Asuntos de Veteranos (VA) no pueden proporcionar la atención o los servicios que un veterano requiere.

Departamento de Asuntos de Veteranos en Washington el 19 de septiembre de 2017. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Sanciones a 4300 empleados del Departamento de Asuntos de Veteranos

Unos 4300 trabajadores de Asuntos de Veteranos fueron descendidos, despedidos o suspendidos desde que Trump asumió el cargo. Los despidos son parte de los esfuerzos del presidente por responsabilizar a los empleados por su desempeño.

Trump sostiene el proyecto de ley después de firmar el Acta de Responsabilidad y Protección de Denunciantes del Departamento de Asuntos de Veteranos de 2017 en la Casa Blanca el 23 de junio de 2017. (MANDEL NGAN/AFP/Getty Images)

 

Ley de Responsabilidad y Protección de Denunciantes del Departamento de Veteranos

La ley, firmada en junio de 2017, creó una oficina permanente dentro de la Administración de Veteranos para cambiar la cultura de la burocracia que dio lugar a casos de veteranos que murieron mientras esperaban para recibir tratamiento en las instalaciones de la Administración de Veteranos.

Guardia de color en la 64ª celebración anual del Día Nacional de los Veteranos en el Cementerio Nacional de Arlington, Virginia, el 11 de noviembre de 2017. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Firma del Proyecto de Ley GI de Forever

El proyecto de ley GI de Forever firmado por Trump en agosto de 2017 amplió significativamente los beneficios educativos para los miembros en servicio y los veteranos.

Entre otras cosas, el proyecto de ley eliminó la fecha de vencimiento del programa. La medida también aumentó los beneficios para los receptores del Corazón Púrpura.

(Ronald Martinez/Getty Images)

 

Estados Unidos

El centro de la presidencia de Trump ha sido su postura moral contra el comunismo y sus esfuerzos por restaurar los valores tradicionales estadounidenses. La administración Trump también ha retirado a Estados Unidos de múltiples organizaciones internacionales y pacta sobre la base de que infringieron la soberanía de Estados Unidos.

El presidente Donald Trump en un acto de «Make America Great Again» en Missoula, Montana, el 18 de octubre de 2018. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

 

Tomando una postura moral contra el comunismo y el socialismo

Durante sus dos primeros años en el cargo, Trump adoptó una postura firme contra las dañinas ideologías del comunismo y el socialismo.

«Desde la Unión Soviética hasta Cuba y Venezuela, dondequiera que se haya adoptado el verdadero socialismo o comunismo, ha causado angustia, devastación y fracaso», dijo Trump durante su discurso ante las Naciones Unidas el 19 de septiembre de 2017.

También proclamó al 9 de noviembre de 2017 como «Día Mundial de la Libertad» para celebrar la caída del Muro de Berlín y denunciar el comunismo, así como para reconocer a aquellos que se han levantado contra el comunismo y otros sistemas totalitarios.

El presidente Donald Trump en un acto de «Hacer de América un país grande de nuevo» en Southaven, Mississippi, el 2 de octubre de 2018. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

 

Promoción de valores tradicionales americanos

Una parte central de la presidencia de Trump hasta el momento, ha sido su enfoque en la promoción y restauración de los valores tradicionales. La clave para esto fue un enfoque del patriotismo como elemento unificador clave para todos los estadounidenses.

«Este es ahora el reto de nuestro tiempo. Debemos preguntarnos quiénes somos, qué representamos y qué podemos lograr juntos», dijo Trump en un discurso ante la Legión Americana en Reno, Arizona, el 23 de agosto.

A lo largo de su administración, se ha hecho hincapié en lograr que la gente sea autosuficiente a través del trabajo duro, en lugar de depender del apoyo del gobierno.

«Si los patriotas estadounidenses pudieran asegurar nuestra independencia, forjar un hogar en el desierto y liberar a millones de personas de la tiranía y la opresión en todo el mundo, entonces ese mismo espíritu de fuerza, coraje y determinación podría ayudarnos a crear un futuro mejor para nuestro pueblo hoy», dijo Trump.

El secretario de Estado Mike Pompeo y la embajadora ante la ONU Nikki Haley llegan a una conferencia de prensa antes de anunciar que Estados Unidos se retira del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el Departamento de Estado en Washington el 19 de junio de 2018. (ANDREW CABALLERO-REYNOLDS/AFP/Getty Images)

 

Protegiendo la soberanía Estadounidense

La administración Trump ha retirado a Estados Unidos de múltiples organizaciones y pactos internacionales que, según dijo, infringían la soberanía estadounidense.

En junio de 2017, Trump anunció que Estados Unidos abandonaría el acuerdo sobre el cambio climático de París, citando los desproporcionados efectos negativos que tendría en las empresas y los trabajadores estadounidenses. Según el acuerdo, Estados Unidos tendría que acatar de inmediato normas estrictas -suprimir los puestos de trabajo y el PBI-, mientras que a naciones competidoras como China se le permitiría aumentar las emisiones durante al menos 13 años más. Al mismo tiempo, Estados Unidos estaría subsidiando a otras naciones con miles de millones de dólares.

«Este acuerdo tiene poco que ver con el clima y más con que otros países obtengan una ventaja financiera sobre Estados Unidos», dijo Trump en un discurso en el que anunció su decisión.

La administración Trump también se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2018, diciendo que la organización no era digna de su nombre.

«El Consejo de Derechos Humanos se ha convertido en un ejercicio de hipocresía descarada, con muchos de los peores abusos de derechos humanos del mundo siendo ignorados y algunos de los delincuentes más graves del mundo sentados en el propio Consejo», dijo el Secretario de Estado Mike Pompeo al anunciar la retirada.

Nombró a China, Cuba y Venezuela como algunos de los peores abusadores de los derechos humanos que forman parte del consejo.

La retirada de Estados Unidos de la organización se produjo después del un esfuerzo de un año para reformar la agencia. En su lugar, Estados Unidos llevará a cabo una labor de derechos humanos fuera del Consejo, dijo la entonces embajadora ante la ONU Nikki Haley.

La administración Trump también retiró a Estados Unidos de la UNESCO, debido a la parcialidad de la agencia de la ONU contra Israel. Tras la decisión, Israel también anunció que se retiraría de la organización.

El presidente Donald Trump en un acto de «Make America Great Again» en Chattanooga, Tennessee, el 4 de noviembre de 2018. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

 

Luchando contra el Estado profundo

Desde antes de su elección, Trump ha estado involucrado en una batalla con los llamados burócratas no electos del gobierno federal que conservan el poder, independientemente de quién esté en al mando.

Elementos de todas las agencias federales conspiraron contra el entonces candidato Trump creando una llamada «póliza de seguro» para ser empleada en caso de que ganara las elecciones. Esa política se refería a la invención del relato de la colusión entre Trump y Rusia, que se pretendía utilizara para forzarlo a abandonar su cargo.

«Sabes, no hay país como nuestro país. Pero tenemos muchas enfermedades en algunas de nuestras instituciones. Y estamos trabajando muy duro. Tenemos a muchos de ellos en orden», dijo Trump durante un discurso en Pensacola, Florida, el 8 de diciembre de 2017.

En una declaración más directa, apuntó a una batalla que se desarrolla bajo la superficie, Trump escribió en Twitter el 6 de septiembre de 2018: «Estoy drenando el pantano, y el pantano está tratando de defenderse. No se preocupen, ¡ganaremos!»

Sede del FBI en Washington el 7 de enero de 2019. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Lucha contra la corrupción

El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) tiene actualmente una serie de investigaciones abiertas sobre corrupciones potenciales que involucran a burócratas y políticos. Una de esas investigaciones es la realizada por el Inspector General del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, sobre el posible abuso de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) bajo la administración de Obama. La información públicamente disponible muestra que los funcionarios del DOJ y el FBI obtuvieron una orden de arresto por espionaje de la FISA contra el asesor de la campaña de Trump, Carter Page, utilizando un expediente -el expediente Steele- sabiendo había sido pagado por la campaña de Clinton y el Comité Nacional Demócrata.

El fiscal federal John Huber está investigando actualmente las acusaciones de corrupción en la Fundación Clinton, que ha recaudado un total de más de 2000 millones de dólares desde su creación.

El DOJ también está revisando las pruebas obtenidas en una investigación del acuerdo Uranium One, que está relacionado con la Fundación Clinton.

El Procurador General de Estados Unidos Jeff Sessions (izq.) y el Subprocurador General Rod Rosenstein (der.) asisten a la Cumbre de Libertad Religiosa en el Departamento de Justicia el 30 de julio de 2018. Gane McNamee/Getty Images

 

Combatiendo las filtraciones

Una prioridad clave de la administración Trump fue detener las filtraciones generalizadas desde dentro del gobierno que amenazaban con debilitar la seguridad nacional.

Entre las filtraciones más controvertidas se encuentra la publicación  del Washington Post de transcripciones de una conversación que Trump mantuvo con los líderes de México y Australia.

El ex Procurador General Jeff Sessions estableció un grupo de trabajo especial, encabezado por el Subprocurador General Rod Rosenstein, que desde entonces ha investigado docenas de filtraciones que involucran información clasificada.

Una asesora principal de la red de Aplicación de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro, Natalie Edwards, fue acusada de filtrar información a un reportero de BuzzFeed.

James Wolfe, director de seguridad del Comité de Inteligencia del Senado, fue sentenciado a dos meses de prisión por mentir al FBI sobre su contacto con los reporteros.

Trump firma una orden ejecutiva titulada «Establecimiento de una Iniciativa de Fe y Oportunidad de la Casa Blanca» en el Día Nacional de la Oración en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca el 3 de mayo de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Defensa de la libertad religiosa

Trump hizo de la defensa de la libertad religiosa un enfoque clave de su administración. En una orden ejecutiva firmada el 3 de mayo de 2018, Trump ordenó a la autoridad ejecutiva «hacer cumplir enérgicamente las sólidas protecciones de la ley federal para la libertad religiosa». La orden amplió la voz que los grupos religiosos tienen en Washington, a la vez que los protegía del exceso de influencia del gobierno.

Un año antes, el 4 de mayo de 2017, Trump firmó una resolución que ordenaba al Servicio de Impuestos Internos (IRS) que relajara la aplicación de la Enmienda Johnson de 1954, que prohibía a las organizaciones religiosas participar en discursos y actividades políticas, con la amenaza de revocar su condición de exoneración de impuestos.

«Nuestro país se fundó en la oración», dijo Trump. «Nuestras comunidades se sostienen con la oración. Y nuestra nación se renovará con mucho trabajo, mucha inteligencia y oración».

En julio de 2018, el Departamento de Estado fue anfitrión de la primera reunión ministerial de Estados Unidos para promover la libertad religiosa.

«La libertad religiosa es un derecho que Dios le ha dado a todas las personas», dijo el Secretario de Estado Mike Pompeo durante el evento.

El presidente Donald Trump en el jardín sur de la Casa Blanca en Washington, D.C., el 24 de septiembre de 2017. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Seguridad Nacional

Una de las victorias clave bajo la administración Trump fue la destrucción del califato del grupo terrorista ISIS en octubre de 2017. El presidente trabajó para mejorar la seguridad nacional actualizando el arsenal nuclear de Estados Unidos y estableciendo un comando para operaciones militares en el espacio. La administración también ha ayudado a Estados Unidos a estar preparado para defenderse y atacar a sus adversarios en el ciberespacio.

Comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias respaldado por Estados Unidos celebra la expulsión del grupo terrorista ISIS de la septentrional ciudad siria de Raqqa el 17 de octubre de 2017. (BULENT KILIC/AFP/Getty Images)

 

Destrucción del califato de ISIS

En octubre de 2017, Trump reclamó la victoria contra el grupo terrorista ISIS en Raqqa, que fue asegurada por las Fuerzas Democráticas Sirias respaldadas por Estados Unidos. La caída de Raqqa, la última gran fortaleza del grupo, se produjo apenas unos meses después de su anterior derrota en julio en Mosul, Iraq. ISIS describió las dos ciudades clave como su fortaleza «califal».

«Hemos hecho, junto con nuestros socios de la coalición, más progresos contra estos terroristas malvados en los últimos meses que en los últimos años», dijo Trump en una declaración.

El secretario de Defensa, el general Jim Mattis, dijo en mayo de 2018 que Estados Unidos había pasado a utilizar «tácticas de aniquilación» contra ISIS. El siguiente paso en la batalla será estabilizar la región.

Misil Balístico Internacional (ICBM) Titán II desactivado en un silo del Museo de Misiles de Titán el 12 de mayo de 2015 en Green Valley, Arizona. (BRENDAN SMIALOWSKI/AFP/Getty Images)

 

Mejora del arsenal nuclear

Durante años, Estados Unidos ha estado a la cola de China y Rusia en cuanto a su arsenal nuclear. Si bien China y Rusia han desarrollado armas nucleares miniaturizadas, Estados Unidos sigue dependiendo de los silos de misiles de localización fija, que constituyen una grave desventaja estratégica.

En su discurso sobre el Estado de la Unión en enero de 2018, Trump anunció que el arsenal nuclear de Estados Unidos se reconstruiría.

«Como parte de nuestra defensa, debemos modernizar y reconstruir nuestro arsenal nuclear, esperando no tener que usarlo nunca, pero haciéndolo tan fuerte y poderoso que disuada de cualquier acto de agresión por parte de cualquier otra nación o cualquier otra persona», dijo Trump.

En diciembre de 2018, la administración Trump anunció que se retiraría del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) en 60 días, a menos que Rusia tome medidas para cumplir con el mismo.

Estados Unidos acusó a Rusia de desarrollar misiles prohibidos por el tratado de armas de 1987, mientras que Estados Unidos ha acatado las reglas. China, Irán y Corea del Norte ya poseen sistemas de misiles que están prohibidos por el INF.

Pekín ha desplegado al menos ocho sistemas de misiles de capacidad nuclear con un alcance efectivo de entre 300 y 3400 millas, que están prohibidos por la FNI, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

Especialistas en guerra cibernética sirviendo en el Grupo de Operaciones Cibernéticas número 175 de la Guardia Nacional Aérea de Maryland en un entrenamiento en la Base de la Guardia Nacional Aérea de Warfield en Middle River, Maryland, Maryland, 3 de junio de 2017. (Foto de la Fuerza Aérea por J.M. Eddins Jr.)

 

Permitiendo a los militares contraatacar en el ciberespacio

La administración Trump facilitó a los militares estadounidenses el lanzamiento de ciberataques y la lucha contra adversarios en el ciberespacio. En agosto de 2018, Trump eliminó una política de la era de Obama, la Directiva Presidencial 20, que requería discusiones de alto nivel entre múltiples agencias antes de que las fuerzas armadas de Estados Unidos pudieran responder a las amenazas en el ciberespacio. El Comando Cibernético de Estados Unidos ahora puede atacar y defender en el ciberespacio sin necesidad de que la Casa Blanca apruebe cada movimiento.

Además, en septiembre de 2018, Trump firmó la primera estrategia cibernética plenamente articulada para Estados Unidos desde 2003, con la Estrategia Cibernética Nacional. La estrategia multifacética incluye directivas para asegurar las redes federales, proteger la infraestructura crítica y combatir el delito cibernético, entre otras cosas. Una descripción de la estrategia de la Casa Blanca dice: «El pueblo estadounidense espera que nuestra nación sea líder mundial en todos los frentes, incluido el ciberespacio», y que la estrategia tiene como objetivo «Hacer de América un país ciberseguro».

El astronauta estadounidense Joseph Tanner durante una caminata espacial como parte de la misión STS-115 en la Estación Espacial Internacional en septiembre de 2006. (NASA/Getty Images)

 

Establecimiento del Comando para Operaciones Militares en el Espacio

Trump fue portada de los titulares cuando anunció el lanzamiento de una «Fuerza Espacial» militar en octubre de 2018. Declaró: «Nuestro destino, más allá de la Tierra, no es sólo una cuestión de identidad nacional, sino una cuestión de seguridad nacional». La Fuerza Espacial tiene como objetivo «salvaguardar el dominio estadounidense en el espacio», según una declaración de la Casa Blanca, y fue planeada originalmente como una sexta rama de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

Sin embargo, la decisión fue recibida con una fuerte oposición, y el 18 de diciembre de 2018, el vicepresidente Mike Pence anunció un posible reemplazo del Comando Espacial de Estados Unidos, establecido como el undécimo Comando de Combate Unificado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Pence dijo, según una declaración del Pentágono, que el nuevo comando «establecerá un control unificado sobre todas nuestras operaciones militares espaciales».

Trump se retira después de anunciar su decisión de poner fin al acuerdo nuclear con Irán durante un discurso desde la Sala de Recepción Diplomática de la Casa Blanca el 8 de mayo de 2018. (SAUL LOEB/AFP/Getty Images)

 

Fin del acuerdo nuclear con Irán

En mayo de 2018, el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán. Bajo el acuerdo, oficialmente llamado Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), Irán detuvo temporalmente su programa nuclear a cambio del alivio de las sanciones y la liberación de más de 100.000 millones de dólares en activos, incluyendo miles de millones en pagos en efectivo.

Bajo las cláusulas de extinción contenidas en el acuerdo, se habría permitido a Irán instalar miles de centrifugadoras avanzadas en menos de 10 años. Los expertos estimaron que, en ese momento, el régimen de Teherán habría podido obtener armas nucleares en un plazo de seis meses.

En particular, el desarrollo de la tecnología de misiles balísticos de Irán no estaba incluido en el acuerdo, pero estaba cubierto por una resolución independiente de la ONU, lo que significa que las violaciones de Irán en su desarrollo de la tecnología de misiles no tenían ninguna relación con su cumplimiento del acuerdo nuclear.

«Vamos a instituir el nivel más alto de sanciones económicas», dijo Trump durante el anuncio en la Casa Blanca el 8 de mayo. «Estados Unidos no será rehén del chantaje nuclear».

 

Fin del acuerdo nuclear con Irán

En mayo de 2018, el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán. Bajo el acuerdo, oficialmente llamado Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), Irán detuvo temporalmente su programa nuclear a cambio del alivio de las sanciones y la liberación de más de 100.000 millones de dólares en activos, incluyendo miles de millones en pagos en efectivo.

Bajo las cláusulas de extinción contenidas en el acuerdo, se habría permitido a Irán instalar miles de centrifugadoras avanzadas en menos de 10 años. Los expertos estimaron que, en ese momento, el régimen de Teherán habría podido obtener armas nucleares en un plazo de seis meses.

En particular, el desarrollo de la tecnología de misiles balísticos de Irán no estaba incluido en el acuerdo, pero estaba cubierto por una resolución independiente de la ONU, lo que significa que las violaciones de Irán en su desarrollo de la tecnología de misiles no tenían ninguna relación con su cumplimiento del acuerdo nuclear.

«Vamos a instituir el nivel más alto de sanciones económicas», dijo Trump durante el anuncio en la Casa Blanca el 8 de mayo. «Estados Unidos no será rehén del chantaje nuclear».

El embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman, aplaude mientras el asesor principal de la Casa Blanca, Jared Kushner, pronuncia un discurso durante la apertura de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén el 14 de mayo de 2018. (MENAHEM KAHANA/AFP/Getty Images)

 

Política Exterior

Las negociaciones con Corea del Norte calmaron una situación tensa que posiblemente habría podido conducir a la guerra. El presidente cumplió con una política estadounidense de décadas de antigüedad al trasladar la Embajada de Estados Unidos desde Israel a Jerusalén. La administración Trump también ha transformado la relación de Estados Unidos con Arabia Saudita. En Pakistán se recortaron cientos de millones de dólares en ayuda de Estados Unidos debido a su incapacidad para controlar a los grupos terroristas.

El presidente Donald Trump es recibido por el rey saudí Salman bin Abdulaziz al-Saud (3° a la der.) a su llegada al Aeropuerto Internacional Rey Khalid de Riad el 20 de mayo de 2017. (MANDEL NGAN/AFP/Getty Images)

 

Transformación de las relaciones con Arabia Saudita

La primera nación extranjera que Trump visitó después de su investidura fue Arabia Saudita. Durante sus dos primeros años en el cargo, Trump transformó las relaciones con el país de Oriente Medio.

Durante su visita, Trump anunció la apertura en Arabia Saudita de dos nuevas instituciones destinadas a luchar contra el terrorismo, una contra la financiación del terrorismo y otra contra la ideología extremista.

En un discurso pronunciado en la cumbre árabe-islámica americana durante su visita, Trump desafió a las naciones de mayoría musulmana «a tomar la iniciativa en la lucha contra la radicalización».

En particular, Arabia Saudita aceptó unirse a la lucha contra ISIS en Siria, tras el anuncio de Trump de que las tropas estadounidenses se retirarán.

Trump atribuyó el terror a una ideología que distinguió de la religión del Islam. «Los terroristas no adoran a Dios. Ellos adoran la muerte,» dijo Trump en su discurso.

El presidente Donald Trump da la mano al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, después de una ceremonia de firma al final de la cumbre entre EE.UU. y Corea del Norte en la isla de Sentosa, Singapur, el 12 de junio de 2018. (ANTHONY WALLACE/AFP/Getty Images)

 

Prevención de la guerra con Corea del Norte

El presidente Trump pudo impedir una guerra con Corea del Norte y en su lugar forzar al régimen de Pyongyang a sentarse a la mesa de negociaciones, utilizando una mezcla de presión diplomática y económica combinada con una amenaza militar creíble.

«Estarían en una gran guerra en Asia con Corea del Norte si yo no hubiese sido elegido», dijo Trump a los periodistas durante una reunión del gabinete el 6 de enero.

Corea del Norte fue capaz de desarrollar sus armas nucleares sin muchas repercusiones bajo presidentes anteriores. Según una evaluación de inteligencia estadounidense filtrada en 2017, Corea del Norte pudo desarrollar con éxito una ojiva nuclear miniaturizada. Para noviembre de 2017, ya había desarrollado un misil balístico intercontinental capaz de llegar a cualquier parte del mundo.

En junio de 2018, sin embargo, Trump logró asegurar una cumbre con el dictador norcoreano Kim Jong Un, en la que Kim se comprometió por escrito a desnuclearizar su país.

La cumbre se celebró tras una visita secreta del entonces Director de la CIA, Mike Pompeo, a Corea del Norte en abril de 2018. No está claro exactamente qué influencia fue capaz de causar el dramático cambio en el comportamiento de Corea del Norte. El régimen ha dejado de realizar ensayos nucleares y de misiles de carácter provocador y, en cambio, ha desmantelado varios de sus principales centros de desarrollo nuclear.

El presidente Donald Trump en el jardín sur de la Casa Blanca el 22 de diciembre de 2017. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

Suspensión de la ayuda a Pakistán en detrimento de la ayuda a grupos terroristas

El gobierno de Trump ha recortado cientos de millones de dólares en el financiamiento a Pakistán debido a que el país no ha tomado medidas decisivas contra los grupos terroristas que operan dentro de sus fronteras.

Pakistán ha recibido más de 33.000 millones de dólares en ayuda estadounidense en los últimos 16 años.

El secretario de Hacienda Steve Mnuchin e Ivanka Trump descubrieron una placa de inauguración durante la apertura de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén el 14 de mayo de 2018. (MENAHEM KAHANA/AFP/Getty Images)

 

Trasladado de la Embajada de EE.UU. a Jerusalén

Trump sorprendió al mundo en diciembre de 2017 cuando anunció su decisión de trasladar la Embajada de Estados Unidos desde Israel a Jerusalén.

Describió la decisión como «largamente esperada» y fundada en «un reconocimiento de la realidad».

La ley ha obligado a Estados Unidos a trasladar su embajada de Tel Aviv después de que el Congreso aprobara la Ley de reubicación de las embajadas de Jerusalén en 1995.

Los presidentes Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama utilizaron exenciones para posponer la medida por períodos de seis meses, citando intereses de seguridad nacional.

El 14 de mayo de 2018, la embajada fue abierta, en un cambio histórico.

El presidente Donald Trump saluda a Tony Kim, Kim Hak Song y Kim Dong Chul, tres estadounidenses detenidos en Corea del Norte durante más de un año, a su llegada a la Base Conjunta Andrews en Maryland el 10 de mayo de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Asegurando la liberación de prisioneros estadounidenses en el extranjero

Trump y su administración fueron capaces de asegurar la liberación de estadounidenses mantenidos cautivos en diferentes partes del mundo.

En mayo de 2018, Estados Unidos logró la liberación de tres estadounidenses que estuvieron cautivos en Corea del Norte. En junio de 2017, el estudiante estadounidense Otto Warmbier fue liberado por Corea del Norte, y murió trágicamente unos días después como resultado de las heridas sufridas mientras estaba bajo custodia norcoreana.

En octubre de 2018, Turquía liberó al pastor estadounidense Andrew Brunson, que fue detenido por cargos de terrorismo sin fundamento, tras una campaña de presión de Estados Unidos. «Realmente luchó por nosotros, de manera extraordinaria. Desde el momento en que asumió el cargo, supe que estaba comprometido», dijo Brunson a Trump en la Oficina Oval un día después de su liberación.

Trump también consiguió la liberación de tres jugadores de baloncesto de la UCLA acusados de hurto en tiendas en China. Trump había planteado el tema al líder chino Xi Jinping en una cena celebrada durante la visita de estado a Beijing del 8 al 10 de noviembre de 2017.

Línea de vehículos militares estadounidenses en la ciudad de Manbij, en el norte de Siria, el 30 de diciembre de 2018. (DELIL SOULEIMAN/AFP/Getty Images)

 

Inicio de la retirada de tropas de Siria

El 19 de diciembre, Trump anunció la retirada de 2000 soldados estadounidenses de Siria, al declarar la victoria contra el grupo terrorista ISIS, que ahora controla sólo el uno por ciento del territorio que una vez tuvo durante la guerra civil siria. El plazo exacto de la retirada todavía está siendo negociado, Trump dijo anteriormente que sería una salida lenta.

El presidente ha hecho campaña durante mucho tiempo para que se retiren las tropas estadounidenses de Medio Oriente, argumentando que no había ningún beneficio en que los estadounidenses se involucraran. En su primera reunión del Gabinete en 2019, criticó a sus generales por su trabajo en Oriente Medio.

En Twitter, Trump dijo que Estados Unidos continuará luchando contra los restos de ISIS durante el proceso de retirada, reiterando su compromiso de derrotar completamente al grupo terrorista.

Los venezolanos que huyen de la crisis económica y política cruzan la frontera de San Antonio del Táchira en Venezuela hacia Cúcuta, Colombia, a través del puente internacional Simón Bolívar el 19 de agosto de 2018. (SCHNEYDER MENDOZA/AFP/Getty Images)

 

Apuntando a la corrupción en Venezuela

El gobierno de Trump tomó una fuerte postura en contra del régimen socialista de Venezuela, imponiendo sanciones a altos funcionarios responsables del sufrimiento de la gente.

Entre aquellos sancionados en septiembre de 2018 estuvo Cilia Adela Flores de Maduro, la esposa del dictador socialista Nicolás Maduro. Asimismo, seis funcionarios del “círculo íntimo” de Maduro fueron sancionados.

“Actualmente estamos atestiguando una tragedia humana, como por ejemplo, en Venezuela. Más de 2 millones de personas huyeron de la angustia infligida por el régimen socialista de Maduro y sus patrocinantes cubanos”, dijo Trump.

La vasta mayoría de los venezolanos enfrentan dificultades para obtener comida y medicina, la inflación se elevó al 200.000 por ciento, lo que disparó un éxodo masivo de venezolanos a países vecinos.

El Presidente Donald Trump y el líder chino Xi Jinping en el Gran Salón del Pueblo, Beijing, 9 de noviembre de 2017. (NICOLAS ASFOURI/AFP/Getty Images)

 

China

El presidente de los EE. UU. buscó cambiar la relación entre Estados Unidos y China. El gobierno de Trump está vigilando las inversiones de China en Estados Unidos, combatiendo el robo de propiedad intelectual, desafiando las prácticas de competencia desleal y adoptando una política de competencia estratégica. En un reciente indicio del nuevo abordaje, el gobierno de Trump prohibió a las compañías estadounidenses vender equipamiento a la empresa manufacturera de telecomunicaciones china ZTE.

El Presidente Donald Trump participa en una ceremonia de bienvenida con el líder chino Xi Jinping en Beijing, 9 de noviembre de 2017. (Thomas Peter-Pool/Getty Images)

 

Nueva estrategia de seguridad nacional

En diciembre de 2017, el gobierno de Trump reveló una nueva estrategia de seguridad nacional que señaló a China y a Rusia como los principales adversarios de Estados Unidos.

Refiriéndose a China y a Rusia como “poderes revisionistas” que están buscando competir con las “ventajas geopolíticas [de Estados Unidos] e intentan cambiar el orden internacional a su favor”, la estrategia solicita mayor cooperación con los aliados de EE. UU. en la región Indo-Pacífica para contrarrestar las acciones agresivas de esos dos países.

La jugada sentó las pautas del año siguiente, cuando Trump abordó los asuntos de larga data que afectaban las relaciones con China.

Semiconductores de una placa madre de una cámara de vídeo de Samsung, en un evento de la compañía, en San José, California, 23 de marzo de 2011.

 

Escrudiñando las inversiones chinas

Mientras Trump bloqueaba la mayoría de los acuerdos con los que China pretendía adquirir las empresas tecnológicas de EE. UU. una por una, el Congreso de los EE. UU. dio la señal de alarma sobre investigaciones extranjera que podrían llevar a que tecnología sensible caiga en las manos del régimen chino.

En agosto, el congreso aprobó una ley que fortalecía al Comité de Inversiones Extranjeras de Estados Unidos, una agencia que revisa los riesgos a la seguridad nacional que pueden presentar las adquisiciones, fusiones y otras inversiones extranjeras en Estados Unidos.

Los nuevos poderes fueron vistos como un medio para que Estados Unidos repela el plan estratégico del régimen chino de adquirir tecnologías claves de las que carece, tales como la producción de chips semiconductores, a través de la compra de empresas estadounidenses.

El vicepresidente Mike Pence da un discurso en el Instituto Hudson sobre la política de gobierno hacia China en Washington, el 4 de octubre de 2018. (Jim Watson/AFP/Getty Images)

 

Reescribiendo la relación con China

En un discurso definitivo en el Instituto Hudson en octubre, el Vicepresidente Mike Pence delineó cómo Beijing desplegó un “abordaje integral de gobierno” para avanzar sus intereses sobre Estados Unidos y más.

Pence dijo que Estados Unidos ya no podía simplemente quedarse mirando. En el pasado, Estados Unidos se involucró con China con la esperanza de que exponerla a los principios y a la economía de una sociedad libre ayudaría a empujar otras libertades en el país comunista.

Pero en la medida en que el régimen chino construya agresivamente su influencia militar y geopolítica, arremeta contra sus ciudadanos e impulse campañas de propaganda para influenciar las percepciones de los estadounidenses sobre China, Pence dijo que el gobierno de EE. UU. necesita un abordaje diferente de la política exterior con China: una de competencia estratégica.

El Fiscal General Adjunto,Rod Rosenstein, habla en una conferencia de prensa en el Departamento de Justicia sobre los hackeos de China, 20 de diciembre de 2018. El Departamento de Justicia anunció nuevas acusaciones contra los hackers del gobierno chino que apuntaron a veintenas de empresas en docenas de países, lo que demostraba que Beijing no había cumplido con su promesa de detener tales acciones, según funcionarios de EE. UU. (Nichola Kamm/AFP/Getty Images).

 

Combatiendo el robo de propiedad intelectual

Este año, el gobierno de Trump hizo un compromiso de comenzar una táctica ofensiva para contrarrestar el robo de propiedad intelectual patrocinado por el estado chino.

El Departamento de Justicia atrapó a los supuestos criminales en caso tras caso de espionaje económico -desde espías chinos hasta profesores e ingenieros que trabajan en laboratorios de alta tecnología.

Como lo delinea el plan “Made in China 2025”, China está desesperada por ponerse al día en la producción de tecnologías clave y en terminar su dependencia de las importaciones.

En medio de una secuencia de reportes de que en meses recientes China aumentó los ciberataques contra compañías de EE. UU., el Pentágono anunció una nueva estrategia ciberespacial que detendría o interrumpiría más proactivamente la actividad cibernética maliciosa que daña los intereses militares y económicos del país.

El Presidente Donald Trump firma sanciones comerciales contra China en la Sala de Recepción Diplomática de la Casa Blanca, 22 de marzo de 2018. (Mandel Ngan/AFP/Getty Images)

 

Aranceles para penalizar China

Imponer aranceles comerciales fue la táctica principal que Trump utilizó para castigar a China por robo de propiedad intelectual y obligar al régimen chino a jugar limpio.

La saga de la “guerra comercial” comenzó en marzo, cuando Trump firmó un memorándum para aplicar aranceles sobre bienes cuyo valor asciende a la suma de U$S 50 mil millones. Estados Unidos apuntó a los bienes electrónicos que se beneficiaron el apoyo del régimen chino. Mientras tanto, los chinos tomaron represalias imponiendo aranceles sobre los bienes agrícola de EE. UU. – una de las categorías de importaciones más grandes de Estados Unidos.

Además de reducir el desequilibrio comercial entre los dos países, el gobierno de Trump quiere que Beijing reforme las políticas que incentivan el robo de IP y que presionan a las empresas extranjeras para que transfieran su tecnología a los socios chinos de las empresas conjuntas.

En total, Estados Unidos impuso aranceles sobre bienes valuados en U$S250 mil millones. Trump y el líder chinio Xi Jinping negociaron una tregua de 90 días, que comenzó el 1 de diciembre, para llegar a un acuerdo mutuo sobre las exigencias de cada uno.

La sede de la Organización Mundial del Comercio en Ginebra, 12 de abril de 2018. (Fabrice Coffrini/AFP/Getty Images)

 

Presiones en la OMC

De forma similar, el gobierno de EE. UU. oficialmente presentó quejas con la OMC sobre el robo de IP y otras prácticas comerciales de China, asociándose con la Unión Europea y Japón para denunciar el comportamiento de aquel país.

Las quejas a la OMC apuntan a que China da grandes subsidios a sus empresas estatales y sectores domésticos que el régimen chino desea desarrollar con fines nacionales.

Un reporte reciente del Instituto de Política Económica descubrió que el número de trabajos que EE. UU. perdió desde el ascenso de China a la OMC alcanzaba los 3,4 millones- cuyas tres cuartas partes lo fueron en manufactura.

Un avión de combate multipropósito MiG-35 ruso vuela durante su presentación en la planta MiG en Lukhovitsy, 27 de enero de 2017. El avión es una versión más desarrollada del MiG-29. (AFP/Getty Images)

 

Sancionando a Li Shangfu, arrestando a Xu Yanjun

El 20 de septiembre de 2018, el gobierno de Trump impuso sanciones al Departamento de Desarrollo de Equipamiento (DDE) de China y su director, Li Shangfu, por comprar aviones y misiles de combate de Rusia.

Li Shangfu, junto con el DDE, se convirtió en el primero en ser sancionado por el gobierno de EE. UU.bajo la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de América a través de Sanciones.

El agente del Ministerio de Seguridad Estatal chino, Xu Yanjun, fue arrestado en Bélgica el 1 de abril de 2018. El 10 de octubre de 2018, luego de ser extraditado a EE. UU., fue acusado de conspiración y de tentativa de espionaje económico y robo de secretos comerciales de múltiples agencias de aviación y aeroespacio estadounidenses.

La gente camina junto a un panel de Huawei en el Consumer Electronics Show Asia 2018, Shanghai, 14 de junio de 2018. (Reuters/Aly Song)

 

Acciones contra ZTE y Huawei

El 16 de abril de 2018, el Departamento de Comercio de EE. UU. prohibió a las empresas americanas vender componentes al fabricante de equipamiento de telecomunicaciones chino ZTE.

En junio, ZTE llegó a un acuerdo con Estados Unidos, aceptando pagar U$S 1,4 mil millones en multas y reformar su panel de directores y gerencia superior.

El 1 de diciembre, como parte de la investigación de EE. UU., Canadá arrestó a Meng Wanzhou, director financiero del gigante de telecomunicaciones Huawei, por acusaciones de fraude financiero y por usar una empresa subsidiaria de Huawei para evadir sanciones contra Irán.

En mayo de 2018, el Pentágono ordenó a las fuerzas militares de EE. UU. alrededor del mundo quitar todos los smartphones hechos por ZTE y Huawei de las tiendas de las bases.

En julio de 2018, Estados Unidos y sus aliados “Cinco Ojos” acordaron contener a Huawei. Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda hasta ahora decidieron prohibir a Huawei proveer equipamiento para las redes móviles de la próxima generación. En diciembre, el gobierno de Japón emitió instrucciones que efectivamente excluyeron a ZTE y a Huawei de los contratos oficiales.

La policía local y los paramédicos ayudan a un hombre que está con sobredosis, en el barrio Drexel de Dayton, Ohio, 3 de agosto de 2017. (Benjamin Chasteen/La Gran Época)

 

Promesas de Xi Jinping sobre el fentanilo

El 2 de diciembre, el líder chino Xi Jinping prometió a Trump que podría aplicar mano dura sobre el fentanilo hecho en China, convirtiéndola en una sustancia controlada.

El fentanilo y otros opioides sintéticos clasifican como las drogas más letales de Estados Unidos, y causaron casi la mitad de las más de 70.000 muertes por sobredosis de 2017. China es la fuente más grande de fentalino ilícito y sustancias derivadas encontradas en Estados Unidos.

En octubre de 2017, Trump declaró emergencia de salud pública por abuso generalizado de opioides.

El Presidente Donald Trump saluda a las tropas de EE. UU. luego de hablar durante un evento en la Base Yokota Air en Tokyo, 5 de noviembre de 2017. (JIM WATSON/AFP/Getty Images)

 

Fuerzas armadas

Trump juró durante su campaña reconstruir las fuerzas armadas de EE. UU. En 2018, la propuesta del presupuesto de defensa aumentó en U$S 108 mil millones, o un 18 por ciento por encima de la de 2017. El aumento del gasto militar del gobierno permitió que adquiera grandes cantidades de nuevo equipamiento de defensa, entre ellos F-35 Joint Strike Fighters, vehículos de combate en tierra, y submarinos de clase Virginia.

Soldados estadounidenses, División de Infantería 2°, Equipo Stryker Battalion de Fort Lewis, Washington, participan de ejercicios militares Key Resolve/Foal Eagle en Pocheon, Corea del Sur, 7 de marzo de 2011. (Chung Sung-Jun/Getty Images)

 

Aumento del financiamiento de las fuerzas armadas

Cerca de fines de 2017, Trump firmó un gran proyecto de ley para el año fiscal 2018 que destinaba alrededor de U$S 700 mil millones para el Departamento de Defensa, de los cuales U$S 634 mil millones eran para el presupuesto de las bases y U$S 66 mil millones de presupuesto de guerra. Los U$S 700 mil millones representan un aumento de U$S 108 mil millones, o un 18 por ciento, por encima de la propuesta de presupuesto de 2017.

En ese mismo presupuesto, las tropas recibieron un aumento de sueldo de 2,4 por ciento para enero de 2018, el aumento anual más alto para miembros del servicio desde 2010. Al mismo tiempo, las fuerzas armadas de EE. UU. incorporaron 20.000 tropas más.

El incremento del financiamiento militar continuó en el presupuesto de 2019, dado que Trump firmó un Proyecto de Ley de Autorización de Defensa Nacional que establece la política de las fuerzas armadas en base a un presupuesto de U$S 717 mil millones, con un 2,6 por ciento de aumento de sueldo a los miembros de la milicia.

Un avión de combate F-35 despega hacia una misión de entrenamiento en la Base de Fuerza Aérea Hill en Ogden, Utah, 15 de marzo de 2017. (George Frey/Getty Images)

 

Modernizando el equipamiento militar

El aumento de gastos militares permitió que las fuerzas armadas adquieran grandes cantidades de nuevo equipamiento de defensa. Entre los gastos presupuestados están aviones de combate F-35 Joint Strike, vehículos de combate sobre tierra y submarinos de clase Virginia.

Las fuerzas armadas también aumentaron sus gastos en espacio, ciberespacio, defensa misil, sistemas autónomos avanzados y fuerzas nucleares disuasivas.

“La historia nos enseña que cuando debilitas tus defensas, invitas a la agresión. La mejor manera de prevenir el conflicto es estar preparado, y realmente estar preparado. Solo cuando los buenos son fuertes prevalecerá la paz”, dijo Trump en la ceremonia de firma del Proyecto de  Ley de Autorización de Defensa Nacional en diciembre de 2017.

La adquisición de nuevo equipamiento de defensa llegó luego de años de recortes de presupuesto para las fuerzas armadas durante el gobierno de Obama.

El entonces Secretario de Defensa James Mattis dijo al Congreso en junio de 2017 que “ningún enemigo en el campo hizo más para dañar el alistamiento de combate de nuestras fuerzas armadas que los recortes”. Con recortes se refiere a los de presupuesto para gastos discrecionales, que incluyen los gastos en las fuerzas armadas.

Un infante de Marina de EE. UU. de la Brigada Expedicionaria Marina, RCT 2° Battalion 8° Infantes de Marina Echo Co. toma posición de combate luego de bajarse de un helicóptero durante el comienzo de la Operación Khanjari en Main Poshteh, Afganistán, 2 de julio de 2009. (Joe Raedle/Getty Images)

 

Cambiar reglas militares de invertención

Las tropas de EE. UU. hasta hace poco estaban combatiendo con una mano atada detrás de la espalda. La política del gobierno de Obama desde 2009 hizo que las tropas de EE. UU. en Afganistán sean incapaces de disparar a combatientes enemigos si eso pudiera de alguna manera poner en peligro a un no combatiente, lo que incluía cualquier enemigo combatiente que en ese momento no esté cargando armas o plantando bombas. Y la restricción limitó la habilidad de las tropas de EE. UU. de disparar armas, pedir ataques aéreos, usar fuego de mortero y otros sistemas para pelear.

El Talibán también comenzó a utilizar la regla de Obama para su ventaja, que incluía realizar emboscadas, para luego soltar sus armas y escaparse hacia las multitudes de civiles. También hubo “requerimientos de proximidad” que limitaron la habilidad de las tropas de EE. UU. de disparar a enemigos combatientes a menos que estuviesen en contacto con el enemigo.

El gobierno de Trump quitó estas restricciones en 2017. Trump explicó en una conferencia de prensa de agosto de 2017: “No estamos construyendo una nación otra vez. Estamos asesinando terroristas”.

El ex Secretario de Defensa, el General Jim Mattis, dijo al Comité de Servicios Armados del Senado en octubre de 2017 que bajo las nuevas reglas, cuando se enfrente a los enemigos combatientes: “Donde sea que los encontremos, cualquiera que esté intentando desechar el plan de la OTAN, intentando atacar al gobierno afgano, podemos ir por ellos”.

Vista desde un helicóptero de la Protección de Aduana y Frontera, muestra a la Patrulla Fronteriza de Texas y a las Tropas del Estado de Texas deteniendo extranjeros que intentaban mantenerse escondidos luego de que llegaron a Estados Unidos desde México, en el área de Texas cerca de Hidalgo, 30 de mayo de 2017. (Benjamin Chasteen/La Gran Época)

 

Seguridad Fronteriza

Las caravanas de migrantes de América Central atrajeron la constante cobertura de los medios; no obstante, la Patrulla Fronteriza arresta a gran cantidad de extranjeros ilegales cada día. Luego de una aguda disminución del número de cruzas de frontera ilegales cuando Trump asumió sus funciones, las cifras de detenciones este año fiscal están por superar completamente las 400.000 del año pasado.

Dos hombres con la cara tapada caminan en Nogales, México, en la frontera entre Estados Unidos y México, el 23 de mayo de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Concentración en la seguridad fronteriza

La promesa central de Trump en su campaña fue la seguridad fronteriza, y pasó dos años trabajando en todos los ángulos dentro de su poder ejecutivo para cumplir con esa promesa. La culminación es un cierre gubernamental sin precedentes que está obligando al Congreso y a la nación a abordar la seguridad fronteriza de una manera u otra.

Trump ha publicado varios planes para la seguridad fronteriza y la reforma migratoria basados en cuatro pilares centrales: el fortalecimiento de la seguridad fronteriza, incluyendo un muro, tecnología y más agentes; el fortalecimiento de la aplicación de la ley en el interior; el cambio a un sistema de inmigración basado en el mérito (incluyendo la detención de la lotería de visas de diversidad y la migración en cadena); y la negociación de un arreglo para el grupo de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. Introdujo una prohibición temporal de viajar y procedimientos de investigación más estrictos para ocho países propensos al terrorismo.

Ha tomado medidas para castigar a las ciudades santuario, que protegen a los extranjeros ilegales de la deportación, limitando la comunicación y la cooperación entre las autoridades locales encargadas de hacer cumplir la ley y las autoridades de inmigración.

Trump quiere cerrar las lagunas legales que permiten que el sistema de asilo se vea abrumado con solicitudes sin mérito, lo que ha creado un atraso en la corte de inmigración que es mayor a 800.000 casos.

En los últimos seis meses ha enviado tanto a la Guardia Nacional como a los militares a la frontera suroeste.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (U.S. Immigration and Customs Enforcement) lleva a cabo una operación de control dirigida a los fugitivos de inmigración, los reentrados y los extranjeros criminales en general en Atlanta el 9 de febrero de 2017. (Bryan Cox/U.S. Immigration and Customs Enforcement via Getty Images)

 

Menos limitaciones para Servicio de Inmigración y Control de Aduanas

Después de que Trump asumió el cargo, emitió una orden ejecutiva que establecía que ningún extranjero ilegal estaba fuera de los límites del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, la agencia que en gran medida se ocupa de los criminales extranjeros ilegales y los fugitivos de inmigración en el interior del país. Este es un giro con respecto a la administración anterior, que había retirado la aplicación de la ley de inmigración y esencialmente le dio a grandes sectores de la población inmigrante ilegal inmunidad contra la deportación.

Un equipo de construcción instala nuevas secciones de la barrera fronteriza México-Estados Unidos reemplazando cercas más pequeñas el 11 de enero de 2019 como se ve desde Tijuana, México. (Mario Tama/Getty Images)

 

Muro Fronterizo

Actualmente existen más de 1000 kilómetros de barrera fronteriza a lo largo de las 2000 millas de la frontera México-Estados Unidos. Cientos de millas no tienen nada, una alambrada de púas primitiva, una vieja estera de aterrizaje, o el Río Grande para delinear los dos países.

Trump le está pidiendo al Congreso 5700 millones de dólares en el actual proyecto de ley para la construcción de cercas de listones de acero que, según el Departamento de Seguridad Nacional, les darían más de 500 kilómetros de cerca cuando se combinen con las apropiaciones de los ejercicios fiscales de 2017 y 2018.

En 2018, se construyeron cerca de 50 kilómetros de vallado, con otros más de 14 kilómetros casi terminadas. Para finales del año fiscal 2019, están programadas otras 120 millas para estar terminadas o en proceso.

El Alguacil Luis Flores en el Condado de Refugio en Texas el 10 de noviembre de 2018 (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

La ley y el orden

La batalla para erradicar la trata de personas ha sido un punto central de la política interna de la administración Trump. Trump firmó múltiples proyectos de ley que facilitan el desmantelamiento de las organizaciones criminales transnacionales que trafican y explotan a las personas, al tiempo que dio a las víctimas más poder para emprender acciones legales.

El presidente Donald Trump escucha a Yvonne Ambrose antes de firmar la H.R. 1865, la «Ley de Estados y Víctimas para Combatir el Tráfico Sexual en Internet de 2017», en la Casa Blanca, el 11 de abril de 2018. Con Trump están las víctimas y los familiares de las víctimas de la trata sexual en Internet y los miembros del Congreso que ayudaron a aprobar el proyecto de ley. (Chris Kleponis-Pool/Getty Images)

 

Combatiendo el tráfico humano

En los últimos dos años, Trump firmó numerosas leyes comprometidas con la abolición de la trata de personas, lo que lo convierte en un punto focal de su administración.

En febrero, firmó un decreto ejecutivo para desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que trafican y explotan a las personas. En abril, firmó un proyecto de ley que facilita la acción legal contra las personas que utilizan los sitios web para facilitar el tráfico sexual. En diciembre, firmó una ley que fortalece los programas de apoyo a los sobrevivientes y los recursos para combatir la esclavitud moderna. En otra medida, denominada «Ley de Reautorización de Prevención y Protección», Trump autorizó 430 millones de dólares para luchar contra el tráfico sexual y laboral.

«La trata de seres humanos es un crimen enfermizo que va en contra de nuestra humanidad», escribió Trump en una proclamación en enero de 2018. «Mi administración sigue trabajando para expulsar a los traficantes de seres humanos de la oscuridad sobre nuestro mundo.»

En 2018, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y Homeland Security Investigations hicieron 1588 arrestos por tráfico de personas mientras identificaban y ayudaban a 308 víctimas. En el mismo año, más de 8500 casos de trata de personas fueron denunciados a la Línea Nacional de Ayuda contra la Trata de Personas.

Un recluso de la prisión estatal Mule Creek se sienta en su litera en Ione, California, el 28 de agosto de 2007. (Justin Sullivan/Getty Images)

 

Reforma de la justicia penal

Trump convirtió en ley un histórico proyecto de ley de reforma de la justicia penal apodado «First Step Act», el 21 de diciembre de 2018. Pasó a la Cámara de Representantes por un voto de 358 a 36, y al Senado por un total de 87-12.

El proyecto de ley da a los jueces más discreción a la hora de condenar a los delincuentes por delitos de drogas y de menor nivel, al mismo tiempo que trabaja para reducir el riesgo de reincidencia de los reclusos mediante la ampliación de programas tales como la capacitación laboral. Su objetivo es hacer que el sistema federal de justicia penal sea más justo, reducir el hacinamiento y ahorrar dinero a los contribuyentes. También se ajustaron algunas sentencias mínimas obligatorias.

Trump y su yerno Jared Kushner presionaron a favor de la medida, el paso más significativo hacia la reforma de la justicia penal federal en décadas.

Una imagen en pantalla el 14 de enero de 2019, muestra Backpage.com y sitios web afiliados que han sido confiscados por el FBI.

 

Derribando Backpage.com

El FBI se apoderó de Backpage.com, el sitio web de tráfico sexual infantil más grande de Estados Unidos, en abril de 2018, el mismo mes en que Trump firmó un proyecto de ley para combatir el tráfico sexual en línea. Casi tres cuartas partes de los casos presentados al Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados se relacionan con anuncios publicados en Backpage.com.

El proyecto de ley contra la trata, denominado «The Allow States And Victims to Fight Online Sex Trafficking Act», impone una sentencia máxima de 25 años a los operadores de sitios web que promuevan la prostitución de cinco o más personas, o que muestren un «desprecio irresponsable» por el hecho de que su sitio web haya facilitado tales actos. También permitió que las víctimas que dicen que fueron traficadas en esos sitios web los demandaran civilmente.

Los reportes de sospecha de tráfico sexual de niños aumentaron 846 por ciento entre 2010 y 2015, debido en gran medida al uso de Internet, según el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (National Center for Missing and Exploited Children). El proyecto de ley de Trump de abril ya llevó al cierre del 87 por ciento de los sitios utilizados para la trata de personas en línea.

Los cofundadores de los sitios, Michael Lacey y James Larkin, también fueron acusados por múltiples cargos de facilitar la prostitución, según una acusación no revelada, así como cargos de lavado de dinero. Backpage tiene muchos afiliados en todo el país y en todo el mundo. Los fiscales dijeron el año pasado que el sitio ganó 500 millones de dólares con los anuncios de prostitución.

El presidente Donald Trump ve los daños causados por los incendios forestales en Paradise, California, el 17 de noviembre de 2018 (SAUL LOEB/AFP/Getty Images)

 

Medioambiente

A través de un proyecto de ley denominado «Save Our Seas Act», la administración Trump fortaleció los esfuerzos para limpiar los desechos de los océanos del mundo. Para combatir la propagación de incendios forestales como los de California en 2018, el presidente firmó varios proyectos de ley que tienen como objetivo reducir el riesgo de incendios forestales y permitir que los silvicultores se muevan más rápidamente para eliminar los árboles muertos.

El presidente Donald Trump firma la Ley para Salvar Nuestros Mares, un proyecto de ley que reautoriza y enmienda la Ley de Desechos Marinos para promover la acción internacional con el fin de reducir los desechos marinos, en la Casa Blanca, el 11 de octubre de 2018. (SAUL LOEB/AFP/Getty Images)

 

Firma de la Ley para Salvar Nuestros Mares

En octubre de 2018, Trump promulgó la Ley de Salvemos Nuestros Mares de 2018. La ley reautoriza el Programa de Desechos Marinos de la Administración Nacional de Asuntos Oceánicos y Atmosféricos por un período adicional de cinco años hasta 2022.

El programa tiene como objetivo reducir la cantidad de desechos marinos en el océano mediante la promoción de la acción internacional y el fortalecimiento de «ciertos requisitos de la Guardia Costera para promover la seguridad en la industria marítima».

La legislación fue patrocinada por el senador estadounidense Dan Sullivan (R-Alaska), y copatrocinada por el senador Sheldon Whitehouse (D-R.I.), entre otros políticos. Los legisladores y defensores elogiaron la firma de Trump en el acta, calificándola como un acto de unidad bipartidista.

La reautorización de Trump del proyecto de ley proporciona 10 millones de dólares adicionales por año durante los próximos cinco años.

Una columna de humo masiva, impulsada por fuertes vientos, se eleva sobre el incendio Woolsey Fire en Malibu, California, el 9 de noviembre de 2018. (David McNew/Getty Images)

 

Ordenamiento del manejo forestal para la reducción de incendios

Trump firmó una orden ejecutiva el 21 de diciembre de 2018, ordenando el manejo activo de bosques y pastizales para reducir el riesgo de incendios forestales.

Un proyecto de ley agrícola firmado en diciembre de 2018 también permite a los silvicultores eliminar más rápidamente los árboles muertos.

En particular, en California, donde las prácticas de manejo forestal son deficientes, en los últimos años se produjeron varios incendios masivos que causaron la muerte de docenas de personas.

Según un informe de la Oficina del Analista Legislativo de California, que no es partidista, «la mayoría de los bosques del estado se encuentran en condiciones insalubres». Además, afirmaron que los bosques sobreexplotados y en mal estado resultan en un «mayor riesgo de incendios forestales severos» y recomendaron acciones para ralear los muchos bosques de California que se han desarrollado en nombre del puritanismo ambiental.

El presidente Donald Trump se dirige a la 73° Asamblea General de la ONU en la ciudad de Nueva York el 25 de septiembre de 2018. (Spencer Platt/Getty Images)

 

Reducción de gastos

Trump presionó a las Naciones Unidas para que hicieran recortes históricos en los gastos a fin de evitar que los contribuyentes estadounidenses tuvieran que subvencionar la ineficiencia y los sobregastos. En su propia administración, redujo el número de empleados de la Casa Blanca y limitó la cantidad de tiempo que los empleados públicos pueden pasar trabajando para los sindicatos, mientras que el gobierno todavía les paga.

La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Siria, en Nueva York, el 10 de abril de 2018. (Drew Angererer/Getty Images)

 

Reducción del gasto de las Naciones Unidas

Bajo la presión de Estados Unidos, el presupuesto de las Naciones Unidas para el año fiscal 2018-2019 se redujo en 285 millones de dólares.

Las Naciones Unidas también recortaron 600 millones de dólares de su presupuesto anual de mantenimiento de la paz de casi 8000 millones de dólares, tras la presión de Trump.

«La ineficiencia y el gasto excesivo de las Naciones Unidas son bien conocidos», dijo la entonces embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley. «No permitiremos que la generosidad del pueblo americano sea aprovechada o permanezca sin control.»

Se estima que Estados Unidos paga un 22 por ciento del presupuesto general de la ONU y un 28 por ciento del presupuesto de mantenimiento de la paz de la organización.

Gente reunida después de la investidura del 116º Congreso el 3 de enero de 2019. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Reducción del tiempo del gobierno en el trabajo sindical

Trump, en una orden ejecutiva, limitó significativamente la cantidad de tiempo que los empleados públicos pueden pasar trabajando para los sindicatos mientras siguen siendo pagados por el gobierno. El gobierno espera que la orden les ahorre a los contribuyentes 100 millones de dólares en el transcurso de un año, según un alto funcionario de la administración.

Casi 1000 empleados pasaron al menos la mitad de su tiempo financiado por los contribuyentes trabajando para los sindicatos en 2017, según un memorando de la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes y Reforma del Gobierno. Los contribuyentes estadounidenses pagaron 177,2 millones de dólares en 2016 por el tiempo que los empleados del gobierno pasaron trabajando para los sindicatos, según la Oficina de Administración de Personal.

La orden ejecutiva de Trump limita la cantidad de tiempo que los empleados federales pueden usar para el trabajo sindical al 25 por ciento. A los empleados tampoco se les permitirá utilizar el tiempo financiado por los contribuyentes para presionar al Congreso en nombre de los sindicatos. El gobierno federal también comenzará a cobrar a los sindicatos por el alquiler del espacio de oficinas.

La Casa Blanca el 23 de julio de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Reducción de la nómina de la Casa Blanca

Trump redujo el número de empleados de la Casa Blanca de 474 en 2016, bajo el entonces presidente Barack Obama, a 377 en 2017 y 374 en 2018.

El número de empleados dedicados a la Primera Dama Melania Trump en 2018 es de tres; Michelle Obama, tenía 12 empleados en 2016.

El presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump llegan a Helsinki, Finlandia, el 15 de julio de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Reducción de costos en el nuevo Air Force One

Trump negoció el precio de la próxima generación del Air Force One después de hablar con Boeing en febrero de 2018.

Las autoridades dijeron que el acuerdo tenía un valor de 3900 millones de dólares para dos aviones y otros costos relacionados, y viene después de las estimaciones iniciales de que el acuerdo costaría 5000 millones de dólares. Trump había dicho anteriormente que los costos de los aviones estaban fuera de control.

«El presidente Trump llegó a un acuerdo informal con Boeing sobre un contrato de precio fijo para el nuevo programa Air Force One. Gracias a las negociaciones del presidente, el contrato ahorrará a los contribuyentes más de 1400 millones de dólares», dijo el subsecretario de prensa Hogan Gidley en febrero de 2018.

Una mujer descarga un camión de las USPS en Norfolk, Virginia, el 26 de enero de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Retirada del Sistema Postal Universal

El 17 de octubre de 2018, Trump anunció que Estados Unidos se retiraría de la Unión Postal Universal (UPU), una organización que conecta los servicios postales de todo el mundo.

Trump explicó en un memorando presidencial anterior que «las actuales prácticas postales internacionales en la UPU no se ajustan a los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos».

La Casa Blanca dijo que las tarifas de envío baratas a Estados Unidos desde servicios postales extranjeros como China son injustas para las empresas estadounidenses que envían productos. También dijeron que perjudicó al Servicio Postal de los Estados Unidos.

Mientras tanto, la administración Trump dijo que trataría de renegociar las condiciones de la UPU como parte de su retiro de un año de duración.

El presidente Donald Trump anuncia al juez Brett Kavanaugh como su candidato para juez adjunto del Tribunal Supremo de Estados Unidos en la Casa Blanca el 9 de julio de 2018. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

 

Poder judical

Trump ha nominado a más jueces para los tribunales federales que cualquiera de sus cinco predecesores más recientes. El juez asociado del Tribunal Supremo Neil Gorsuch prestó juramento el 10 de abril de 2017. El juez asociado Brett Kavanaugh prestó juramento el 6 de octubre de 2018, después de una batalla extraordinaria en un Senado polarizado. Trump hizo 154 nombramientos hasta el 3 de enero de 2019.

A partir del 3 de enero de 2019, Trump nominó a más jueces para servir en las cortes federales que cualquiera de los cinco presidentes anteriores.

Los reporteros del La Gran Época Charlotte Cuthbertson, Ivan Pentchoukov, Annie Wu, Emel Akan, Jennifer Zhang y Bowen Xiao contribuyeron con este informe.

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