El socialismo, a pesar de su historia de fracaso, se ha convertido en la corriente principal este año y está siendo adoptado por los políticos demócratas como su sendero de política económica, advirtió el lunes la exembajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley.
«2020 fue el año en que el socialismo se convirtió en la corriente principal», escribió Haley en Twitter. «La peligrosa ideología, que fracasó en todos los lugares donde se intentó y ha arruinó innumerables vidas, está en camino de convertirse en la política económica por defecto del Partido Demócrata».
«Esta tendencia aterradora amenaza el futuro de cada estadounidense», añadió.
Haley hizo comentarios similares sobre el socialismo la semana pasada, al tiempo que expresó su apoyo a la senadora republicana Kelly Loeffler, quien se enfrentará al aspirante demócrata, Raphael Warnock, en la segunda vuelta de las elecciones de Georgia.
«Este es el Partido Demócrata que cree que se anula a cualquiera que no esté de acuerdo contigo», dijo. «Ellos creen en desfinanciar a la policía y dejar de cuidar de los que nos sirven. Creen que el socialismo es la nueva forma de vida y piensan que deberían poner sus vidas y su salud en manos del gobierno».
Haley, gobernadora de Carolina del Sur durante dos períodos y defensora del manejo de la economía y la política exterior del presidente Donald Trump, apareció la noche de apertura de la Convención Nacional Republicana del 2020, en la que ella destacó que el exvicepresidente Joe Biden está comprometido con los progresistas radicales y su agenda socialista.
«Su visión para Estados Unidos es el socialismo y nosotros sabemos que el socialismo fracasó en todas partes», dijo Haley en ese momento. «Quieren decirles a los estadounidenses cómo vivir y qué pensar. Quieren que el gobierno se haga cargo del cuidado de la salud. Quieren prohibir el fracking y acabar con millones de empleos. Ellos quieren aumentos masivos de impuestos a las familias trabajadoras».
Los comentarios de Haley surgen justo cuando la audaz ala progresista continúa inclinando al Partido Demócrata más a la izquierda. El candidato presidencial demócrata Joe Biden, a pesar de haber hecho campaña como moderado, finalmente adoptó una plataforma económica que incluye elementos absorbidos de los senadores progresistas Bernie Sanders (I-Vt.) y Elizabeth Warren (D-Mass.), prometiendo un salario mínimo federal de 15 dólares por hora, así como una inversión federal de 4 billones de dólares en salud, educación, infraestructura y energía limpia.
Este mismo mes, la representante Alexandria Ocasio-Cortez (D-N.Y.), una joven impulsora progresista, dijo en una entrevista a The Intercept que es hora de que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-California) y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), dejen sus puestos de liderazgo para dejar espacio a un nuevo liderazgo. También habló de reemplazar al moderado representante Richie Neal (D-Mass.) como jefe del Comité de Medios y Arbitrios.
«Actualmente estamos negociando para lograr y trabajar para conseguir concesiones materiales reales para la izquierda que puedan poner las cosas en su sitio, para ayudar a construir el poder para los próximos dos años», dijo la congresista.
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