¿Recuerda el programa de televisión «Supermarket Sweep»? Los concursantes tenían varios minutos para llenar los carros de compras con la mayor cantidad de cosas posibles. Pero el ganador no se determinaba por la cantidad de cosas metidas en el carro, sino por el valor monetario total en la caja. El concursante con la cuenta más grande ganaba el juego.
La estrategia es sencilla: Dejar de lado las cosas de poco valor y cargar con lo que va a dar grandes beneficios en la caja. Los concursantes inteligentes tenían un plan de acción y sabían exactamente hacia dónde dirigirse en cuanto el reloj empezaba a correr.
La Navidad es así. Una vez que comienza la temporada, empezamos a llenar nuestros «carritos de compras». Tenemos muchas opciones. Lo que elijamos dará sus frutos en términos de felicidad, satisfacción y agradables recuerdos navideños, o bien obtendremos resultados negativos de insatisfacción y decepción alimentados por la culpa, la obligación y el intento de cumplir las expectativas de los demás. Lo que acabemos teniendo cuando todo quede guardado para otro año dependerá de las decisiones que tomemos de aquí a entonces.
En su libro «Desenchufar la máquina de la Navidad», las autoras Jo Robinson y Jean C. Staeheli nos dicen que, aunque los niños se apresuren a pedirle a sus padres ropa de diseño, los últimos aparatos electrónicos y juguetes de marca para Navidad, esto es lo que realmente quieren:
Tiempo relajado y amoroso en familia.
Expectativas realistas sobre los regalos.
Unas vacaciones equilibradas.
Tradiciones familiares seguras.
En el fondo, creo que eso es lo que también quieren los adultos.
Imagínense cómo podrían ser las fiestas este año si tuviéramos el valor de comparar cada una de nuestras elecciones y decisiones navideñas con la vara de medir de las cuatro cosas que realmente queremos para la Navidad.
Tiempo relajado y amoroso en familia
Si busca una gran recompensa en términos de felicidad en estas fiestas, aquí es donde debe concentrar sus esfuerzos. Y es que los expertos nos dicen que la felicidad es el proceso de disfrutar de lo que se hace. La felicidad se encuentra en nuestras relaciones, nuestro tiempo libre, nuestra familia y nuestra vida.
El secreto está en programar esos bloques de tiempo en familia de la misma manera que lo harías con una reunión importante con un cliente o una comida con un amigo. Anótelo en el calendario. Busque al menos cuatro espacios en su calendario de diciembre para anotar algo como «Tiempo en familia» o lo que tenga sentido para usted. Hágalo ahora y hágalo con tinta. Es así de importante.
Expectativas de regalos realistas
Nadie puede determinar lo que esto significa para su situación específica. Pero es seguro decir que si sus planes de regalo requieren que se endeude, no es realista. Si significa 60 regalos por niño, no es realista. Si significa sentirse obligado a intercambiar regalos con toda la familia extensa, eso también puede ser poco realista para usted este año.
Ahora es el momento de decidir qué es lo mejor para usted y para su familia. Establezca límites a la hora de dar y recibir regalos. Los regalos realistas para usted pueden ser simples regalos hechos a mano en su cocina.
Si tiene niños muy pequeños, póngase de acuerdo con otras familias para intercambiar juguetes en lugar de comprar todos los nuevos este año. Límpielos y envuélvalos, y los niños no se darán cuenta.
Algunas familias incluyen el servicio a los demás como parte de sus regalos navideños. Cree talonarios de cupones que los miembros de la familia puedan canjear por servicios como lavar el carro, preparar una comida favorita o limpiar el garaje. El trabajo físico nunca pasa de moda.
Unas vacaciones equilibradas
Sé que esto es probablemente lo último que quiere oír ahora, pero es cierto: tiene que organizarse. No importa lo sencillas o complejas que sean sus vacaciones, la organización es la única manera de mantener un ritmo uniforme.
Haga las comidas con antelación y congélelas. En esos días tan ajetreados de mediados de diciembre, estará relajado y sin estrés sabiendo que la cena estará en la mesa como siempre. Su familia está acostumbrada a eso, ¿verdad?
Se va a reír porque esta idea le va a parecer demasiado sencilla, pero es tan útil que vale la pena repetirla: Coja un sobre para cada persona de su lista de regalos. Escriba el nombre de esa persona y la cantidad que piensa gastar en la parte delantera. Introduzca el dinero en efectivo en el sobre (o, si compra por Internet, compre tarjetas de regalo y luego trátelas como dinero en efectivo para hacer las compras por Internet). Cuando el sobre se vacíe, deje de comprar.
Tradiciones familiares seguras
Las tradiciones dan a las familias la seguridad de que, incluso en un mundo incierto y cambiante, hay algunas cosas con las que pueden contar para ser las mismas. Cualquier cosa que se haga de la misma manera y a la misma hora, año tras año, cuenta como tradición. Sea lo que sea, incluso si lo ha hecho una vez pero piensa volverlo a hacer, cuenta como tradición.
Haga una lista de las mejores tradiciones de su familia. Hable de ellas, trátelas con respeto y alegría, y amplíelas. Repítalas a menudo y, con el tiempo, se convertirán en anclas de confianza en sus vidas.
Esto es lo esencial: lo que realmente queremos para la Navidad, niños y adultos, no se puede comprar en una tienda. Claro que los regalos son divertidos y emocionantes, pero pronto se desvanecerán. Son los recuerdos de los momentos que pasamos juntos y las tradiciones familiares las que durarán toda la vida.
Mary Hunt es la fundadora de EverydayCheapskate.com, un blog de vida frugal y la autora del libro «Debt-Proof Living». Mary lo invita a visitarla en su sitio web, donde se archiva esta columna con enlaces y recursos para todos los productos y servicios recomendados. Mary invita a hacer preguntas y comentarios en EverydayCheapskate.com/contacto, «Ask Mary». Los consejos pueden enviarse a Tips.EverydayCheapskate.com. Esta columna responderá a preguntas de interés general, pero las cartas no pueden ser contestadas individualmente. Copyright 2021 Creators.com
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