Ahora que las escuelas están cerradas en casi todas partes, no tenemos otra opción que asumir la responsabilidad del aprendizaje de nuestros hijos. Para muchos, se siente como otra obligación encima de un montón de responsabilidades, mientras que otros sienten que finalmente tienen la oportunidad de educar a sus hijos como siempre han querido. De cualquier manera, la gratitud es un primer paso para hacer la experiencia más satisfactoria.
Reconectando con su hijo
Muchos de los que trabajamos muchas horas deseamos tener más tiempo para pasar con nuestros hijos. Por necesidad, tal vez hemos tenido que hacer arreglos para que otras personas los cuiden.
Cuando comience a pasar más tiempo con su hijo, puede que descubra que ninguno de los dos se siente tan cercano como le hubiera gustado. Si usted está educando a sus hijos en casa actualmente, tómese un tiempo para enfocarse en conectar y construir una relación fuerte con ellos primero. Si se pone a trabajar demasiado rápido, como muchos de nosotros somos propensos a hacer, va a encontrar mucha más resistencia cuando trate de enseñarles o disciplinarlos. En lugar de eso, tómese un tiempo para conectarse y jugar con sus hijos, escúchelos y forme un vínculo profundo.
Alejarlos de las malas influencias
A menudo deseamos que nuestros hijos dejen de ser influenciados por algunos de sus compañeros en la escuela. Dependiendo de su edad, podrían estar recibiendo una educación de primera en intimidación, rebelión contra la autoridad, exclusión social, sexo promiscuo o drogas. En casa, usted tiene mucho más poder sobre aquello a lo que su hijo está siendo expuesto.
Invitar a Dios nuevamente a la educación
No se equivoque. Casi cualquier escuela pública es un ambiente secular y las creencias espirituales o religiosas no son bienvenidas. De hecho, se podría decir que la mayoría de los ambientes escolares en Estados Unidos tienen un punto de vista hostil hacia las enseñanzas religiosas y la fe. En casa, usted decide cómo priorizar sus creencias espirituales y religiosas en la educación de su hijo. De hecho, puede incluir cualquier otra asignatura que considere que no se ha priorizado lo suficiente en la educación de su hijo, desde la música hasta el aprendizaje del cálculo de los gastos.
Desaprendiendo los estudios reivindicativos
La educación pública no es secular cuando se trata de impulsar una agenda política en niños tan jóvenes como la escuela primaria, introduciéndolos en lo que James Lindsays llama acertadamente estudios reivindicativos. Los estudios reivindicativos tratan sobre cómo todo el mundo está oprimido por el patriarcado de los hombres blancos. Enseña a la gente a centrarse en cómo son las víctimas, que es exactamente lo contrario de la mentalidad que la gente necesita para tener éxito. Esta ideología es tan prevalente en las escuelas porque forma parte fundamental de la educación que reciben los maestros.
Adaptar las lecciones al estilo de aprendizaje de su hijo
Todos aprendemos de diferentes maneras y la forma en que las escuelas públicas enseñan no siempre cumple con las fortalezas de aprendizaje de nuestro hijo. Cuando el estilo de aprendizaje de nuestros hijos no se ajusta bien a la forma en que enseñan las escuelas, a menudo tendrán dificultades en el entorno del aula, obtendrán malas notas e internalizarán una sensación de fracaso, a pesar de lo capaces o inteligentes que puedan ser.
Los estudiantes prácticos, en particular, a menudo se pierden en el entorno del aula donde el aprendizaje se centra principalmente en conceptos abstractos. Los alumnos altamente intuitivos, por otra parte, captan los conceptos abstractos tan rápidamente que se aburren mientras la instrucción se ralentiza a la velocidad de los alumnos más lentos de la clase.
Tómese un tiempo para averiguar cómo aprende su hijo e intente impartir las lecciones en ese formato. Es probable que la forma en que aprenden sea muy similar a la de uno de sus padres.
Aprendiendo junto con ellos
Mientras usted elige cómo y qué aprende su hijo, podría aprenderlo junto con ellos. Con internet, casi cualquier tema está al alcance de su mano. Podrían empezar una clase de karate en la sala de estar juntos, aprender a bailar, construir un robot o probar una nueva receta de cocina. En la educación en casa, eres el autor del viaje.
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