7 hábitos diarios que mejorarán su salud y longevidad: Experto médico japonés

Introducir pequeñas mejoras en el estilo de vida puede prevenir varias enfermedades y alargar la vida

Por Ellen Wan
27 de febrero de 2024 6:27 PM Actualizado: 27 de febrero de 2024 6:27 PM

La búsqueda de una vida sana y larga siempre ha sido un tema de interés. Toshio Akitsu, especialista certificado en medicina interna integral reconocido por la Sociedad Japonesa de Medicina Interna, afirma que los pequeños hábitos pueden influir en el futuro de cada uno.

1. Consuma una dieta mixta para reforzar la inmunidad

El Sr. Akitsu explicó que consumir una variedad de alimentos en pequeñas cantidades garantiza una ingesta nutricional equilibrada y minimiza el riesgo potencial de ingerir sustancias cancerígenas. Dado que la ingesta es limitada, es improbable que plantee problemas aunque determinados alimentos contengan sustancias cancerígenas.

La Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard señala que ningún alimento puede influir directamente en el sistema inmunitario. Cada fase de la respuesta inmunitaria del organismo depende de una serie de micronutrientes que se encuentran en diversas fuentes animales y vegetales.

El tracto intestinal es el mayor órgano inmunitario del cuerpo. El Sr. Akitsu mencionó que el 60% de las células inmunitarias del cuerpo se reúnen en el colon. Para mantener la salud intestinal, las verduras ricas en fibra dietética son indispensables. Sin embargo, comer verduras crudas puede causar molestias estomacales. Optar por métodos de cocción sencillos como escaldarlas, cocerlas al vapor o saltearlas ligeramente ayuda a conservar los nutrientes y reduce el volumen de las verduras para facilitar su consumo.

2. Mantener los niveles de magnesio: Esencial para la longevidad

En un artículo, el Sr. Akitsu destacó que una carencia de magnesio puede aumentar el riesgo de enfermedad. El magnesio ayuda a regular la temperatura corporal, la presión sanguínea, la secreción hormonal y la contracción muscular. También es responsable de la función de unas 300 enzimas del organismo. La falta de magnesio puede afectar al funcionamiento de los músculos y el corazón, y manifestarse con síntomas como latidos irregulares o espasmos musculares (como espasmos oculares). Además, entre el 50 y el 60 por ciento del magnesio se almacena en los huesos. Si el cuerpo carece de magnesio suficiente, extraerá el mineral de los huesos para mantener el equilibrio. Este proceso también conduce a la liberación de calcio de los huesos, lo que puede provocar osteoporosis.

El cuerpo humano no puede sintetizar magnesio por sí mismo, por lo que es necesario suplirlo a través de la alimentación. El Sr. Akitsu recomienda incorporar a la dieta alimentos ricos en magnesio, como algas, legumbres y pescado. Además, tomar suplementos nutricionales puede ser eficaz, pero se aconseja moderación.

3. Beba té verde regularmente para prevenir infecciones víricas

Muchos virus infectan a las personas adhiriéndose a las membranas mucosas. El Sr. Akitsu sugiere beber té verde regularmente para mantener la garganta húmeda, ya que puede suprimir potencialmente los virus cuando se adhieren a la garganta.

Un estudio japonés realizado en 2023 descubrió que el té verde desactivaba rápida y eficazmente ciertas variantes del virus ómicron COVID-19. En el estudio, los investigadores prepararon té verde o matcha con agua caliente y mezclaron la suspensión del virus con el té preparado.

Después de 10 segundos, midieron el virus y descubrieron que la infectividad de subvariantes ómicron como BA.1 y BA.2 disminuía a menos de 1/100. En particular, las bebidas de té verde embotellado también redujeron significativamente la infectividad de las variantes ómicron BA.1, BA.5 y BQ.1.1.

El Sr. Akitsu señaló que la teanina que se encuentra en el té verde tiene propiedades de refuerzo inmunitario. Recomienda preparar el té verde en frío, ya que esto potencia la liberación de teanina.

Además, las investigaciones han descubierto que el té verde ofrece numerosos beneficios para la salud, como efectos hipotensores y antiinflamatorios, así como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

4. Controlar la ingesta de carbohidratos

Nuestro metabolismo se ralentiza a medida que envejecemos, lo que facilita el aumento de peso, y la obesidad puede perjudicar la salud. En un artículo, el Sr. Akitsu afirma que controlar la ingesta de calorías y carbohidratos es crucial para reducir la obesidad. Los carbohidratos están presentes en casi todos los alimentos, como el arroz, el pan, las verduras y las frutas. Sin embargo, reducir drásticamente la ingesta de carbohidratos no es beneficioso, ya que se trata de un nutriente esencial para el organismo. Por lo tanto, el Sr. Akitsu sugiere moderar la ingesta de carbohidratos, suprimirlos en una de las tres comidas diarias.

En cuanto a las bebidas, los licores destilados como shochu y whisky tienen un menor contenido en carbohidratos, mientras que la cerveza y el sake suelen tener un mayor contenido en carbohidratos. Si desea beber cerveza, considere la posibilidad de optar por variedades «bajas en azúcar» o «sin azúcar». No obstante, es esencial recordar que el alcohol en sí contiene calorías, por lo que es mejor evitar un consumo excesivo de estas bebidas alcohólicas.

El Sr. Akitsu también advirtió que existe un alto riesgo de rebote después de perder peso rápidamente en un periodo corto. Sugiere fijarse el objetivo de perder aproximadamente 1,1 libras al mes, lo que se traduce en entre 11 y 13 libras al año. Si se mejoran los hábitos alimentarios y se practican los ejercicios necesarios, se puede reducir la grasa corporal, conseguir un físico sano y atractivo y minimizar las posibilidades de rebote.

5. Estira cada hora para mejorar la circulación sanguínea

El sedentarismo es cada vez más frecuente en los tiempos modernos. Según un estudio publicado en JAMA Cardiology, permanecer sentado durante mucho tiempo acorta la esperanza de vida y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El Sr. Akitsu afirmó que permanecer sentado durante mucho tiempo puede provocar una mala circulación sanguínea y una disminución del metabolismo. Sugiere que las personas que carecen de hábitos de ejercicio empiecen a adquirir el hábito de levantarse cada hora, hacer algunos estiramientos o dar un breve paseo. Esto puede favorecer la circulación sanguínea y aliviar los síntomas de la sensación de frío.

6. Vive una vida alegre para reforzar la inmunidad

Sonreír puede ser bueno para la salud. Según el Sr. Akitsu, sonreír puede activar el sistema nervioso parasimpático y reducir los niveles de estrés. Las células inmunitarias, como las células asesinas naturales, las células T, las células B y los macrófagos, tienden a ser menos activas cuando uno se siente deprimido, pero se activan al sonreír. No hace falta reírse a carcajadas; basta con sonreír.

Un material educativo publicado por la Prefectura de Osaka, en Japón, destacaba la reconocida investigación del Dr. Itami Jinrou sobre la relación entre la risa y la inmunidad. En 1992, el Dr. Jinrou llevó a 19 voluntarios, entre ellos pacientes de cáncer o cardiopatías, a ver una representación cómica de tres horas de duración. Se midieron los niveles de actividad de las células asesinas naturales en la sangre de los participantes antes y después de la representación. Los resultados revelaron que, después de reír durante tres horas, los niveles de actividad de las células asesinas naturales de las personas que antes eran bajos se normalizaban. Por el contrario, muchos participantes con una actividad de células asesinas naturales inicialmente alta experimentaron una disminución de sus niveles, acercándose a los niveles normales. El estudio indicó que la risa puede aumentar la resistencia del organismo al cáncer y regular la función inmunitaria hasta niveles normales.

Posteriormente, el Dr. Jinrou realizó otro experimento en el que se pidió a los participantes que entraran solos en una habitación y mantuvieran una sonrisa durante dos horas sin que hubiera nada divertido presente. Los resultados mostraron que los cambios en los niveles de actividad de las células asesinas naturales en el organismo de los participantes antes y después de sonreír coincidían con los resultados del experimento de la actuación cómica.

Basándose en estos resultados experimentales, el Dr. Jinrou sugirió que, para mejorar la inmunidad, uno puede pensar más a menudo en cosas divertidas y reírse a carcajadas. Incluso sin nada divertido, lo mejor es mantener una expresión sonriente.

Un estudio realizado durante 15 años en Noruega también demostró los beneficios del humor para la salud. Las mujeres con una puntuación más alta en el componente cognitivo que interviene en el sentido del humor tenían un 48% menos de mortalidad por todas las causas, un 73% menos de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y un 83% menos de mortalidad por infecciones. Del mismo modo, los hombres con puntuaciones más altas en sentido del humor experimentaron un 74% menos de mortalidad por infecciones.

7. El secreto para mantenerse joven

«Una mente joven nace de la curiosidad», afirma Akitsu. «Ser curioso e interesarse por las cosas te mantiene enérgico y joven».

La curiosidad desempeña un papel vital en la vejez. Un estudio de 1996 descubrió por primera vez una relación entre la curiosidad en los adultos mayores y la longevidad. Los investigadores encuestaron a más de 2.000 hombres y mujeres durante un periodo de seguimiento de cinco años y descubrieron que los más curiosos tendían a vivir más.

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