7 maneras sencillas de aligerar tus días

Por Barbara Danza
10 de julio de 2021 10:22 PM Actualizado: 10 de julio de 2021 10:22 PM

Los tiempos que vivimos pueden resultar pesados. Si has estado cargando el peso del mundo sobre tus hombros, es hora de dejarlo y aligerar las cosas. Aquí tienes unas cuantas ideas sencillas para tener en cuenta.

Deshazte de todo

¿Qué cosas te agobian? Ya sea que estés ansioso por el futuro de la humanidad o por esa pila de papeles en tu escritorio, saca un bolígrafo y un papel y escríbelo todo. Sigue escribiendo, desde lo más tonto hasta lo más profundo. Pon en la página todas las ideas que ocupan espacio en tu mente. Cuando sientas que lo has plasmado todo, habrás terminado.

Respira hondo, sírvete una bebida calmante y relájate. Reconoce la sensación de alivio que te produce este simple acto de lo que se conoce como «volcado de cerebro». Deja a un lado tu lista. Si te apetece, da un paseo al aire libre o incluso toma una siesta.

Deja ir todo lo que no puedes controlar

Más tarde -horas o días más tarde- vuelve a tu volcado de ideas. Si ha surgido algo más, añádelo. Mientras revisas tu colección de preocupaciones, empieza a buscar aquellas sobre las que no tienes control. Algunos ejemplos de cosas que no puedes controlar son el tiempo, el pasado y el futuro, los pensamientos, sentimientos y acciones de los demás, y las limitaciones de espacio y tiempo.

Tacha todos los elementos de tu lista que sabes que no puedes controlar. A medida que vayas tachando, imagina que las preocupaciones por estas cosas se desintegran de tu mente y de tu ámbito de responsabilidad. Deja que se vayan.

Deja ir las cosas irrelevantes

Ahora, vuelve a tu lista. Es posible que encuentres elementos que no son muy importantes según tus propios criterios, elementos en los que no quieres pasar más tiempo pensando o gastando energía. Búscalos y táchalos. Déjalos ir.

Haz la mejor lista posible

Puede que estés pensando: «¿Otra lista?». Ésta es una idea del gurú de la productividad David Allen, descrita en su libro clásico «Getting Things Done» (Conseguir hacer las cosas). Esta lista se llama «Algún día/Tal vez», y es una lista que querrás conservar.

Al repasar tu lista de tareas, elige las cosas que quieras hacer en el futuro, o las cosas que simplemente quieras recordar pero no son prioritarias para ti en este momento. Añade estos elementos a tu lista de «Algún día/tal vez» y táchalos de tu lista de ideas.

Cuando termines, puedes estás seguro de que ya registraste estas ideas y podrás verlas en cualquier momento. Guarda tu lista de Algún día/Tal vez en un lugar accesible y añádela cuando quieras. Probablemente descubrirás que, ahora que estos elementos están registrados, ya no necesitas gastar energía mental preocupándote por ellos.

Es más, si ahora miras el resumen de tu cerebro, lo que queda deberían ser solo aquellas cosas que consideras prioritarias y sobre las que puedes hacer algo. Has aligerado la carga. «Getting Things Done» es un excelente recurso para sistematizar tu productividad a partir de este punto.

Despejar

La cantidad de posesiones con las que vives y mantienes puede llegar a agobiarte. ¿Qué objetos ya no te sirven? Empieza a desprenderte de ellos y aligera la carga.

Puede que te sientas obligado a abordar esta tarea a lo grande, revisando cada rincón de tu casa y quedándote solo con los objetos que «despiertan alegría», como diría Marie Kondo. Si tienes tiempo y motivación, hazlo. Te sentirás más ligero en un santiamén.

Si te conviene un enfoque más gradual, coloca unos cuantos recipientes junto a la puerta de casa para recoger los objetos de los que decidas desprenderte a medida que avanzas. Cuando uno de ellos esté lleno, llévalo directamente al lugar donde vas a donar los objetos, o al menos al maletero de tu coche. Sustituye la caja o bolsa llena por una nueva y haz que este hábito forme parte de tu vida. Sentirás cada vez más ligereza con el paso del tiempo.

Reduce el ruido

Al igual que el desorden material afecta a tu entorno físico, considera el impacto mental, emocional y espiritual del entretenimiento y los medios de comunicación que consumes. ¿Puedes reducir el ruido y encontrar más quietud, tranquilidad y paz?

Todos somos plenamente conscientes de que las diversas formas de consumo de medios de comunicación y redes sociales disponibles son en gran medida adictivas, por lo que esto puede ser un reto, pero posiblemente lo más beneficioso.

Algunas estrategias a tener en cuenta son utilizar el seguimiento del tiempo del uso de tu teléfono para establecer nuevos objetivos, reduciendo continuamente el consumo.

También puedes establecer reglas para ti y tu familia, como por ejemplo que la televisión solo puede estar encendida durante ciertas horas; cuando estás en casa, todos los dispositivos digitales deben permanecer con sus cargadores en una zona común de la casa; o cada domingo, todos se toman un descanso de todo tipo de redes sociales.

Piensa en cómo te sientes después de pasar tiempo en las redes sociales o viendo las noticias. ¿Qué pasaría si te alejas de ellas durante un tiempo o las consultas solo en momentos puntuales?

Reducir los mensajes que inundan tu mente e influyen en tus pensamientos y emociones es una manera segura de aligerar las cosas.

Ten en cuenta tu espíritu

Tanto si te consideras una persona espiritual como si no, permítete explorar en qué consiste una vida espiritual. Si el mundo material te ha agobiado, quizá el antídoto esté más allá de él. Aprovecha tu nueva ligereza para explorar esas grandes ideas que se han transmitido a lo largo de los siglos. Puede que experimentes la luz, o la iluminación que realmente has estado buscando.

Sigue a Barbara en Twitter: @barbaradanza


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