En un episodio reciente de «American Thought Leaders», el presentador Jan Jekielek y el Dr. Robert Lufkin analizan la salud metabólica, las enfermedades crónicas y la importancia del estilo de vida para prevenir estas enfermedades y vivir una vida plena y larga.
El Dr. Lufkin, que se describe a sí mismo como miembro de «The medical school academic establishment», ha publicado cientos de artículos científicos y ha recibido millones de dólares en financiación gubernamental. También es autor de «Mentiras que enseñé en la facultad de medicina: y las verdades que pueden salvarle la vida».
Jan Jekielek: Cuéntenos sobre usted.
Dr. Robert Lufkin: He desarrollado mi carrera en dos grandes facultades de medicina con el rango académico de profesor titular. He publicado cientos de artículos científicos revisados por especialistas. Mi laboratorio ha recibido millones de dólares del gobierno federal y de los NIH, así como de compañías farmacéuticas y fabricantes de equipos. Realmente hablo desde dentro del sistema académico de las facultades de medicina.
Sr. Jekielek: ¿Pero usted tuvo una experiencia que lo cambió?
Dr. Lufkin: Mi mamá era dietista, así que mientras crecíamos, nos regíamos por la pirámide alimenticia. Evitábamos las grasas saturadas y comíamos alimentos bajos en grasa, cereales y comida basura, que en aquel momento nos parecían saludables.
Todo iba bien hasta hace unos 10 años. Me diagnosticaron cuatro enfermedades crónicas que me tomaron completamente por sorpresa. Fui a especialistas para informarme sobre estas enfermedades y me recetaron medicamentos para cada una. Aunque recomendaron cambios en el estilo de vida, también dijeron: «Estará tomando estos medicamentos por el resto de su vida. El estilo de vida no sirve para estas cosas».
Comencé a hablar con otros especialistas y a investigar sobre estas enfermedades. Observé de cerca algunos de los avances logrados en los últimos años y me di cuenta de que mucho de lo que había estado enseñando y, lamentablemente, lo que muchos de mis colegas todavía enseñan sobre estas enfermedades y la salud metabólica, era incorrecto.
Cuando implementé un programa con cambios en el estilo de vida, cambié algunas cosas radicalmente, como la dieta, el sueño, el ejercicio y la reducción del estrés. Cuando volví a ver a mis médicos, no lo podían creer. Pensaron que los análisis no funcionaban. Querían que me volviera a hacer las pruebas.
En pocas palabras, las enfermedades se revirtieron y dejé de tomar medicamentos recetados, y así estoy desde entonces.
Sr. Jekielek: ¿Cuáles eran las enfermedades?
Dr. Lufkin: Uno era un tipo de artritis llamada gota, que se debe a la deposición de cristales de urato. Había hipertensión y yo estaba en buena compañía porque la mitad de los adultos estadounidenses tienen hipertensión. La tercera fue la diabetes pretipo 2, porque mis niveles de azúcar en la sangre eran anormalmente altos. El cuarto fue la dislipidemia, que era una anomalía de las grasas en la sangre.
Llegué a comprender que todas estas enfermedades están impulsadas fundamentalmente por los mismos mecanismos básicos. Desafortunadamente, no existen medicamentos recetados para estos mecanismos. Lo que funciona para revertir estas enfermedades son los cambios en el estilo de vida.
La buena noticia es que el estilo de vida está bajo nuestro control. Podemos tomar decisiones todos los días: qué vamos a comer, cómo vamos a hacer ejercicio, cómo vamos a vivir nuestras vidas.
Comencé a hacer cosas como ayuno intermitente y cambios dietéticos agresivos y nunca me he sentido mejor. Al estar en cetosis, mi cerebro está más claro que nunca. Ya no quiero comer carbohidratos a mitad del día ni comer bocadillos todo el tiempo.
No recomiendo que las personas dejen de tomar sus medicamentos sin la aprobación de su médico, porque eso podría ser peligroso. No estoy diciendo que dejes todo y pruebes un estilo de vida. Estoy diciendo que empieces con un estilo de vida.
Si mejoramos nuestra salud metabólica, no sólo reducimos nuestro riesgo de contraer estas enfermedades crónicas, sino que también mejoramos nuestra longevidad. Viviremos mucho más.
Sr. Jekielek: Usted ha dicho que la pirámide alimenticia está invertida explíquelo, por favor.
Dr. Lufkin: Uno de los impulsores de la epidemia de estas enfermedades crónicas que enfrentamos en la década de 2020 tuvo su origen en las décadas de 1960 y 1970, cuando la salud pública de los Estados Unidos comenzó a formular políticas para las elecciones nutricionales. Básicamente, se trataba de la idea errónea de que el colesterol y las grasas saturadas provocan enfermedades cardíacas.
Estados Unidos creó un plan de pirámide alimenticia que enfatizaba una dieta baja en grasas y una dieta alta en carbohidratos, con los carbohidratos y los azúcares en la base y las grasas en la parte superior de la pirámide, donde se comen menos.
Estos cambios ahora se han extendido por la sociedad hasta el punto en que consumimos grandes cantidades de comida chatarra, es decir, hidratos de carbono y azúcares refinados, y una gran cantidad de aceites de semillas. No son saludables, y en mi opinión, impulsan la resistencia a la insulina y la inflamación.
Sr. Jekielek: La prueba particular es que hay que ser responsable.
Dr. Lufkin: Mucha medicina durante el siglo XX desarrolló una actitud paternalista. Deja uno que el médico se encargue de todo, le entregas toda la responsabilidad al médico. El problema es que el médico no controla su estilo de vida. Usted controla su estilo de vida. Necesitamos aprender que somos nosotros los responsables de nuestra salud, no el médico.
La ciencia se trata de cuestionar la idea que existe, desechar lo que es incorrecto y aprender lo nuevo, y ese es el tema de mi libro, «Mentiras que enseñé en la facultad de medicina». Con suerte, puede ayudar a la gente a evitar los errores que casi me cuestan la salud.
Mucha gente no está de acuerdo conmigo. El Consejo Nacional de Nutrición continúa con la idea de que los cereales, los granos y los carbohidratos deben ser una parte importante de nuestra dieta, con una menor cantidad de proteínas y evitando las grasas saturadas. La idea actual es tal que si alguien le entregara un cigarrillo encendido a un niño de 12 años, todos quedarían horrorizados. Pero si le damos a un niño de 12 años un tazón de cereal azucarado y le echamos leche chocolatada, nadie piensa en ello.
Necesitamos cambiar esa idea para que la gente pueda darse cuenta instintivamente de que el estilo de vida puede tener un efecto dramático. Es una elección que debemos tomar todos los días para tomar el control de nuestra salud y longevidad.
Esta entrevista ha sido editada para mayor claridad y brevedad.
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