Los cárteles mexicanos se están fortaleciendo a medida que el gobierno de Biden debilita la seguridad en la frontera, según funcionarios de seguridad tanto actuales como anteriores.
La mayor parte de la violencia de los cárteles se produce en México, ya que las diferentes facciones luchan por el territorio a lo largo de la frontera con Estados Unidos. El contrabando de drogas y de personas es su principal negocio, y ellos controlan la frontera.
Pero los cárteles también están integrados en Estados Unidos, y los indicios prevén un aumento de la violencia en el país para este año, según Jaeson Jones, excapitán del Departamento de Seguridad Pública de Texas, donde dirigía el centro de operaciones de seguridad fronteriza.
«El juego cambió ahora», dijo Jones a The Epoch Times el 3 de marzo. «Ellos no nos temen. Esto ya no es como solía ser antes y no se les puede culpar. Quiero decir que no hay ninguna razón para culparlos —nosotros no hemos hecho nada para contenerlos. Ellos están completamente fuera de control».
Jones dijo que los cárteles causarán «absolutamente» más violencia «en todas partes, mucho más al interior» de Estados Unidos, añadiendo que el problema con la delincuencia transfronteriza y la violencia de los cárteles es que no se identifica como tal en el sistema uniforme de datos criminales del FBI.
«Así que cuando uno escucha a mucha gente que dice que ‘no hay pruebas de que la violencia transfronteriza esté ocurriendo’, eso es incorrecto. Esta existe. Se produce todos los días de muchas, muchas maneras», dijo Jones.
Como ejemplo señaló un doble asesinato en Alabama en 2018 de una niña autista de 13 años, la que fue decapitada, y de su abuela, que era una contrabandista de drogas con supuestos vínculos con el cártel de Sinaloa.
En 2019, dos agentes de la Patrulla Fronteriza fueron atacados a tiros desde el lado mexicano del Río Grande mientras patrullaban en barco.
«Los agentes vieron a cuatro sujetos con armas automáticas que les dispararon más de 50 balas. La embarcación recibió varios impactos, pero nadie a bordo resultó herido», dice una declaración de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos del 9 de agosto de 2019.
Hace apenas un par de semanas se emitió una alerta a los agentes de que el Cartel de Golfo (CDG) tenía la intención de matar a los agentes en barco al día siguiente, dijo Jones.
El Cartel del Golfo está perdiendo la batalla por el territorio en la pequeña ciudad de Miguel Alemán en México, al otro lado del río en Roma, Texas, añadió. El cártel quería culpar del tiroteo a sus rivales del Cártel del Noreste (CDN), una facción de Los Zetas, «para provocar que el gobierno mexicano fuera tras el CDN», dijo Jones. «Piense en lo audaces que son».
Según Jones, el presidente Joe Biden, «quiera o no», se verá obligado a tomar medidas contra los cárteles por el tema del fentanilo.
El fentanilo ilícito que llega a través de la frontera mexicana es el principal responsable de alimentar la creciente crisis de los opioides, según la Administración para el Control de Drogas (DEA). Las muertes por sobredosis están en los máximos históricos en Estados Unidos.
«Las muertes por sobredosis no van a disminuir», dijo Jones. «Estas se van a disparar este año por el tema de la migración. Porque mientras [los agentes fronterizos] se centran en la migración en la frontera, no se centran en las incautaciones [de drogas]. Así que se renuncia a una cosa por la otra».
A menudo, los cárteles envían a grandes grupos de migrantes a cruzar la frontera ilegalmente en una zona para inmovilizar los recursos de la Patrulla Fronteriza mientras trafican con drogas y otras personas a través de otra zona cercana.
El sheriff A.J. Louderback, del condado de Jackson, en Texas, dijo que la Patrulla Fronteriza ha estado deteniendo a unos 1000 migrantes ilegales cada día durante las últimas tres semanas en el sector del Valle del Río Grande, la mayoría en grupos grandes.
«Esencialmente tenemos una frontera abierta hoy en día en la frontera sur de Estados Unidos», dijo Louderback a The Epoch Times el 5 de marzo.
El Cártel del Golfo controla la frontera mexicana en la zona del Valle del Río Grande en Texas; cualquiera que quiera cruzar ilegalmente tiene que pagar al cártel. El precio más bajo que ha oído es de 250 dólares por persona, dijo el sheriff.
«Así que 1000 personas al día (…) estamos viendo un cuarto de millón de dólares al día, entrando y financiando al cártel para su futura violencia, y el futuro aumento de todas las cosas criminales que avanzan aquí en Texas y en Estados Unidos», añadió. «Así que fundamentalmente lo que hemos hecho es promover esto».
Según Jones, el precio para cruzar se disparó recientemente a 2500 dólares por persona, o incluso más, dependiendo del país de origen. Muchos de los que cruzan no tienen suficiente dinero y son contratados por el cártel una vez que están en Estados Unidos
Aplicación de la ley
El gobierno mexicano también hizo movimientos que obstaculizan la aplicación de la ley de Estados Unidos, particularmente de la DEA, dentro de México.
A mediados de diciembre de 2020, el gobierno mexicano introdujo una ley que requerirá que los «agentes extranjeros» que operan en México compartan información con el gobierno mexicano. Los agentes extranjeros también dejarán de tener inmunidad y los funcionarios mexicanos tendrán que obtener permiso antes de reunirse con un agente extranjero, y presentar un informe después.
La DEA tiene oficinas en México y cuenta con agentes que operan allí desde hace décadas. La Seguridad Nacional también opera para interrumpir las rutas de tráfico de drogas y de personas.
Derek Maltz, exjefe de la división de operaciones especiales de la DEA, dijo que la nueva ley «expondrá completamente» a los agentes de la ley y sus operaciones.
«Entonces, así México se está aprovechando al máximo de Estados Unidos durante todos estos tiempos turbulentos con la transición de presidentes, con el COVID, con las débiles políticas de inmigración planteadas por el gobierno de Joe Biden», dijo Maltz a The Epoch Times el 24 de febrero.
«Ellos lo están preparando para que los únicos que ganen sean los funcionarios corruptos del gobierno, los grupos del crimen organizado chino y los cárteles”.
«No tengo ninguna duda —basándome en toda mi experiencia, y observando el control de drogas y los asuntos relacionados con la inmigración— de que los cárteles están en un lugar mucho más fácil ahora para posicionar su mano de obra en todo Estados Unidos, [y] continuar distribuyendo todas estas drogas venenosas y recoger las cantidades masivas de ganancias que se generan del negocio».
Ante el creciente número de inmigrantes ilegales que entran en el país, el gobernador de Texas Greg Abbott, anunció una operación en la que enviará personal policial de Texas a la frontera sur para ayudar a combatir el contrabando de drogas y de personas.
«Texas apoya la inmigración legal pero no será cómplice de las de fronteras abiertas que causan, en lugar de prevenir, una crisis humanitaria en nuestro estado y ponen en peligro la vida de los texanos», dijo Abbott en una declaración del 6 de marzo.
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