Un fotógrafo aéreo ha pasado más de tres años construyendo su propio avión acrobático, totalmente desde cero.
Roy Ben Anat, de 34 años, siempre ha querido tener su propio avión acrobático, pero con precios tan altos como 500,000 dólares, descubrió que la forma más fácil de obtener su propia máquina voladora era construirla él mismo.
Empezó a construir su avión en un taller en 2019 y después de tres años y medio de duro trabajo, despegó en su primer vuelo de prueba con éxito el 11 de agosto de 2022.
En total, gastó unos 112,000 dólares, rebajando cientos de miles el costo.
«El primer vuelo de prueba fue muy ajetreado», explica Anat, natural de Alfei Menashe (Israel). Primero tuve que hacer que el avión volara recto».
(Crédito del video: Newsflare)
«El avión rodaba hacia la izquierda justo después del despegue. Luego tuve que aprender a manejar los controles, controlar los datos del motor, estar atento al tráfico y gestionar la comunicación.
«No encontraba el momento de emocionarme antes del despegue.
«Estaba bastante nervioso, pero cuando apreté el acelerador, solo podía pensar en volar y aterrizar con seguridad».
Quería probar su avión con confianza una vez construido. Así que obtuvo su licencia de piloto en junio de 2018 y pasó los cinco años siguientes pilotando varios aviones de ala fija, como el Cessna, el Pitts S2A, el Extra EA-300 y un Rihn DR-107.
Anat descubrió su pasión por la aviación de su padre, Aluf, que volaba alas delta ultraligeras y propulsadas llamadas trikes.
Anat, padre de tres hijos, sabía que necesitaría ayuda cuando empezó a plantearse su proyecto de construcción de aviones, así que se puso en contacto con su padre.
«No podría hacerlo sin él, hay muchas cosas para las que se necesitan dos personas», dijo Anat. «Es carpintero aficionado y su experiencia nos ayudó mucho cuando trabajamos en el ala de madera».
La pareja colaboró en todas las tareas, excepto en el plan de construcción, la estrategia general y el montaje de las piezas de material compuesto.
«Había una cosa que yo no quería hacer, y era cortar con el disco, ¡lo odio! Así que hizo todo el trabajo con el disco», añadió Anat. «Nos dimos cuenta de que los problemas eran cada vez más difíciles de resolver cuanto más nos acercábamos a terminar el avión».
«El compartimento del motor fue la parte más difícil de trabajar, muchos componentes pequeños, pero era importante mantener la motivación».
Cuando se produjo la pandemia de COVID-19, la producción se paralizó por falta de financiación y dificultades para conseguir piezas.
«La falta de trabajo llevaba a la falta de financiación y la producción se ralentizaba», explica. «Por suerte tenía muchos familiares que me apoyaban y que creían en mi proyecto y querían ayudar».
En agosto de 2022, viajó al aeródromo de White Waltham, en Berkshire, para realizar un curso intensivo de nueve días con Ultimate Aerobatics, un servicio de formación en aviación.
«Fue muy intenso, tres vuelos al día, entrenamiento de despegue y aterrizaje, giros y recuperación, y acrobacias aéreas», dijo Anat.
Ya ha planeado volver a Ultimate Aerobatics para completar un curso avanzado de formación en acrobacias aéreas.
«El servicio que recibí en Ultimate Aerobatics fue estupendo y los instructores superprofesionales, gracias a ellos hice los primeros vuelos con seguridad», dijo.
Anat construyó su avión acrobático para importar a Israel cierta cultura de los espectáculos aéreos civiles.
«Tenemos espectáculos aéreos, pero la mayoría son militares, no civiles», explica. «Intento demostrar que poseer/construir un avión acrobático es factible y que no hace falta ser rico ni ingeniero para hacerlo».
Y añadió: «Todo, incluida la ayuda y los conocimientos, está en línea, solo tienes que seguir tu sueño».
Ahora, Anat seguirá pilotando su avión, realizando dos vuelos a la semana, para que tanto él como su avión estén listos para realizar atrevidas acrobacias en su gran debut.
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