Los funcionarios han completado su revisión de los documentos que fueron tomados durante una redada en la residencia del expresidente Donald Trump y que posible «información privilegiada entre abogado y cliente» fue incautada por los agentes del FBI, dijo el Departamento de Justicia en una presentación del lunes.
El Departamento de Justicia presentó una respuesta el lunes por la mañana a la moción presentada por Trump para solicitar el nombramiento de un perito especial para revisar los documentos incautados.
Los fiscales dijeron que el «equipo de revisión de privilegios» del Departamento de Justicia se encargó de revisar los documentos, dijeron los fiscales en el escrito legal el lunes por la mañana (pdf), que viene en respuesta a un fallo de fin de semana por el juez de distrito de Estados Unidos Aileen M. Cannon para programar la audiencia sobre si un perito especial es necesario.
Ese equipo de filtrado «identificó un conjunto limitado de materiales que potencialmente contienen información privilegiada entre abogado y cliente, completó su revisión de esos materiales y está en el proceso de seguir los procedimientos», según la presentación del Departamento de Justicia, que agregó que la revisión se llevó a cabo antes de la solicitud de Trump. Los fiscales proporcionarán más información esta semana, añadieron.
Los procedimientos incluyen pedir al tribunal que tome una determinación sobre el material posiblemente privilegiado y preguntar a los abogados de Trump si harán valer el privilegio, dijo la presentación.
«Además», agregaron los fiscales, «el Departamento de Justicia y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) están facilitando actualmente una revisión de clasificación de los materiales recuperados en virtud del registro». Como la directora de Inteligencia Nacional informó al Congreso, la ODNI también está dirigiendo una evaluación de la comunidad de inteligencia sobre el riesgo potencial para la seguridad nacional que resultaría de la divulgación de estos materiales».
Una semana antes, en una moción judicial, el equipo legal de Trump calificó el registro de su propiedad por parte del FBI como políticamente motivado y agresivo. Los abogados también argumentaron que los agentes del FBI también tenían derecho a tomar esos materiales, mientras que Trump y los miembros de su equipo han dicho por separado que mientras estaba en el cargo, el expresidente desclasificó una serie de materiales.
Cannon, en respuesta, escribió el sábado que probablemente aprobará un perito especial para examinar los documentos y otros materiales. Un perito especial —generalmente un juez o fiscal retirado— es un tercero neutral que se utiliza para resolver algunas disputas legales, como las que involucran el privilegio abogado-cliente.
«De conformidad con la Regla 53 (b) (1) de las Reglas Federales de Procedimiento Civil y la autoridad inherente de la Corte, y sin perjuicio de las objeciones de las partes, la Corte por la presente notifica su intención preliminar de nombrar un perito especial en este caso», escribió Cannon (pdf). Sin embargo, la jueza nominada por Trump estipuló que la orden del sábado «no debe interpretarse como una determinación final sobre la moción del demandante».
Cannon no es la misma jueza que aprobó la orden de registro del FBI en la residencia de Trump en Mar-a-Lago a principios de este mes y que la semana pasada aprobó la publicación de una declaración jurada del Departamento de Justicia con muchas tachaduras que se utilizó para obtener la orden. Días antes de ordenar la publicación de la declaración jurada, el juez federal Bruce Reinhart también reveló una orden y un recibo de la propiedad incautada en el registro.
Documentos incautados
Las autoridades federales se llevaron unas dos docenas de cajas de material de Mar-a-Lago el 8 de agosto, que presuntamente eran clasificados o de alto secreto, según el recibo de propiedad. Avril Haines, directora del ODNI, dijo a los legisladores del Congreso el 26 de agosto que los funcionarios de inteligencia de EE. UU. revisarán los materiales.
La declaración jurada desclasificada el viernes, con muchas partes tapadas, reveló que los agentes intentaban obtener «documentos y registros físicos que constituyen pruebas, contrabando, frutos del delito u otros artículos poseídos ilegalmente en violación de tres posibles delitos». Desde la redada, ni el Departamento de Justicia ni el FBI han revelado públicamente qué buscaban los agentes ni por qué.
La denuncia de Trump de la semana pasada señalaba que los agentes y las autoridades del Departamento de Justicia, incluido el alto funcionario de inteligencia Jay Bratt, visitaron Mar-a-Lago unos dos meses antes de la redada. La declaración jurada también señalaba que los funcionarios del Departamento de Justicia dijeron al equipo de Trump que pusiera más seguridad en un almacén que aparentemente guardaba los documentos.
Los funcionarios federales, según la presentación de Trump (pdf), fueron recibidos por los abogados de Trump el 8 de junio cuando llegaron para recuperar algunos documentos. A los agentes se les mostró un almacén en el sótano con cajas de documentos y recuerdos de cuando Trump era presidente.
La presentación también afirmó que después de que un agente del FBI viera el almacén, le dijeron al equipo de Trump: «Gracias. No era necesario que nos mostrarais el almacén, pero se lo agradecemos. Ahora todo tiene sentido».
En el almacén de Mar-a-Lago había «cajas, muchas de ellas con ropa y objetos personales del presidente Trump y de la primera dama», añade la denuncia. El funcionario del Departamento de Justicia, Jay Bratt, pidió al equipo de Trump que asegurara ese almacén y el expresidente «ordenó a su personal que colocara una segunda cerradura en la puerta», dice.
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