El alcalde demócrata de Nueva York, Eric Adams, dijo que el gobierno de Joe Biden es en parte culpable de las dificultades del país para manejar a los solicitantes de asilo y a quienes cruzan ilegalmente la frontera, intentando entrar a Estados Unidos.
Durante una conferencia de prensa celebrada el martes, Adams respondió a los periodistas sobre las normas estadounidenses de inmigración y seguridad fronteriza. Ellos le preguntaron sobre sus críticas al gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, que ha estado enviando autobuses cargados de inmigrantes desde su estado a otras partes del país. Uno de los periodistas preguntó a Adams si sus críticas a la política de Abbott de enviar a inmigrantes en autobús podían exacerbar los sentimientos anti inmigrantes en Nueva York.
Adams negó que sus críticas fueran dirigidas a los inmigrantes.
«Esto no se trata de los solicitantes de asilo y los emigrantes, todos venimos de algún sitio para perseguir el sueño estadounidense», dijo Adams. «Es la irresponsabilidad del Partido Republicano en Washington por negarse a hacer una verdadera reforma migratoria, y es la irresponsabilidad de la Casa Blanca por no abordar este problema».
En sus comentarios, Adams culpó de la actual situación de la inmigración y seguridad fronteriza tanto a los republicanos como a la administración de su copartidario demócrata, Biden.
El alcalde de Nueva York se unió dos meses atrás a una junta asesora que promueve la candidatura de Biden para la reelección en el año 2024. Adams había apuntado antes contra la administración de Biden criticando la situación en la frontera sur de Estados Unidos. En sus declaraciones al New York Post, dijo que su papel como asesor de campaña de Biden no le impediría presionar a Biden para que ayude a la ciudad de Nueva York a hacer frente a la afluencia de inmigrantes.
NTD News se puso en contacto con la Casa Blanca para recabar comentarios, pero no recibió respuesta hasta la publicación de este artículo.
Adams critica transportes de inmigrantes en autobús a Nueva York
Muchas de las preguntas a las que se enfrentó Adams durante su conferencia de prensa del martes se centraron en sus críticas a los autobuses de migrantes que llegan a la ciudad de Nueva York. El lunes, Adams posteó en Twitter que Abbott estaba enviando nuevos autobuses cargados de migrantes a Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Denver y Washington, D.C.
«También es imposible ignorar el hecho de que Abbott ahora tiene como objetivo cinco ciudades dirigidas por alcaldes negros», dijo el alcalde en el posteo del lunes. «Dicho claramente, Abbott está utilizando esta crisis para perjudicar a las ciudades gobernadas por negros».
Abbott lleva meses enviando autobuses cargados de inmigrantes a otros estados y se ha centrado en las autodenominadas «ciudades santuario», que son ciudades que no cooperan con las autoridades federales de inmigración en cuanto a que detener o deportar a inmigrantes ilegales. Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Denver y Washington D.C. se han autodenominado ciudades santuario en el pasado.
La alcaldesa saliente de Chicago, Lori Lightfoot, criticó igualmente a Abbott por enviar autobuses de inmigrantes a su ciudad. El domingo, Lightfoot envió a Abbott una carta en la que pide al gobernador de Texas que no envíe los autobuses de migrantes.
«Desde que comenzamos a responder a la llegada de migrantes enviados por su delegación en agosto de 2022, hemos asumido la responsabilidad de atender a más de 8000 hombres, mujeres y niños sin recursos propios. Ese número sigue creciendo», escribió Lightfoot.
Abbott respondió a la carta de Lightfoot, diciendo: «Como alcalde de una ciudad autodeclarada santuario, es irónico oírle quejarse de la lucha de Chicago para hacer frente a unos pocos miles de inmigrantes ilegales, que es una fracción de las cifras récord con las que lidiamos en Texas de forma regular».
Abbott dijo a Lightfoot que si realmente quiere llegar a una solución, «debe pedir a la administración de Biden que haga su trabajo asegurando nuestra frontera».
El plan fronterizo de Biden
La administración Biden ha estado preparando varias políticas nuevas con la esperanza de reducir el número de cruces fronterizos ilegales y la afluencia general de inmigrantes a la frontera sur de Estados Unidos.
Uno de los componentes del plan de Biden consiste en la puesta en marcha de un programa de libertad condicional que permite la entrada mensual en Estados Unidos de hasta 30,000 inmigrantes procedentes de Venezuela, Nicaragua, Haití y Cuba, que podrán permanecer y trabajar hasta dos años.
La administración Biden ha insistido en que el programa de libertad condicional solo estará disponible para quienes entren en el país a través de un proceso legal y que quienes sean sorprendidos entrando ilegalmente en Estados Unidos serán expulsados y se les prohibirá volver a entrar a través del programa de libertad condicional.
Otra política de la administración Biden exigiría en general que los solicitantes de asilo soliciten asilo en los países por los que hayan pasado de camino a Estados Unidos. Las autoridades de inmigración estadounidenses presumirían que un solicitante de asilo no tiene derecho a entrar en el país si no ha solicitado asilo en otros países terceros, aunque los solicitantes aún podrían argumentar por qué se les debería conceder la condición de asilados en Estados Unidos.
La semana pasada, Biden también autorizó al Departamento de Defensa de Estados Unidos a desplegar tropas de reserva en la frontera sur del país para ayudar a los agentes fronterizos a combatir el narcotráfico transfronterizo.
Los legisladores republicanos presentaron recientemente la Ley de Refuerzo de la Frontera de 2023 como alternativa a las políticas fronterizas de Biden. El proyecto de ley republicano proporcionaría más fondos para reanudar la construcción del muro fronterizo y ampliar la plantilla de la Patrulla Fronteriza a 22,000 agentes.
De NTD News
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