La representante Marjorie Taylor Greene (rR-Ga.) estaba profundamente dormida en su casa del condado de Floyd cuando el timbre y los golpes en la puerta principal la despertaron. Había linternas y gente fuera de la ventana de su habitación.
Rápidamente, saltó de la cama, se vistió y se dirigió a la puerta principal. Por instinto, cogió su pistola, aunque algo le dijo que la bajara.
La decisión de no tomar el arma puede haberle salvado la vida.
En el porche de su casa había cinco policías con sus armas preparadas. Le dijeron a la confundida congresista que estaban respondiendo a un informe de un tiroteo mortal en su casa —un hombre con cinco disparos en una bañera, con una mujer y niños todavía en la residencia— lo que indicaba que la violencia podía aumentar.
«Creo que le han hecho swatting», le dijo la policía a Greene cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. El «swatting», el acto de utilizar llamadas de broma para enviar a la policía táctica a la casa de la víctima, es un delito federal y ha tenido anteriormente graves consecuencias.
«Así que lo que es es que alguien quería que me mataran», dijo Greene en «Capitol Report», un programa del medio asociado de The Epoch Times, NTD. «Querían enviar a la policía a mi casa, a una situación en la que pensaban que había un asesinato, con la esperanza de que la policía me matara a mí o a alguien más en mi casa».
El incidente, que se produjo en la madrugada del 24 de agosto, sería el primero de los dos intentos sucesivos de swatting en 26 horas dirigidos a Greene por su postura sobre cuestiones transgénero.
En la primera llamada de broma, la persona que llamó dijo ser de una línea de crisis de Virginia. Después de que la policía respondiera al informe, el sospechoso volvió a llamar utilizando una voz generada por computadora, diciendo que estaba conectado con un sitio web llamado «kiwifarm.net», un sitio que apoya el ciberacoso, según el informe policial compartido con The Epoch Times. La persona dijo que estaba molesta por la posición de Greene sobre los «derechos de los jóvenes transgénero».
Una semana antes, Greene había propuesto una ley llamada «Ley de Protección de la Inocencia de los Niños», que convertiría en un delito de clase C el hecho de que alguien realizara a sabiendas un tratamiento médico a un menor con el fin de alterar su sexo biológico. La pena prevista en su proyecto de ley es de 10 a 25 años de prisión con una multa máxima de 250,000 dólares.
Al hablar de su proyecto de ley el jueves por la mañana, la legisladora se mostró inflexible. «Tenemos que proteger a los niños y permitirles crecer antes de que tomen estas decisiones que alteran la vida y que nunca pueden deshacerse», dijo Greene.
Al día siguiente, poco antes de las 3 de la madrugada, se produjo una segunda llamada falsa sobre un tiroteo. En la llamada, realizada a través de un chat de Internet, una persona que afirmaba ser Wayne Greene decía que «había revelado que era transexual», que había disparado a sus familiares y que amenazaba con apuntarse a sí mismo con el arma, según un informe policial del 25 de agosto.
«Si alguien intenta impedir que me dispare, le dispararé», dijo el autor de la llamada, que advirtió que «nos estarían esperando», según el informe.
Dos agentes acudieron al domicilio de Greene y la alertaron de la situación en la puerta de su casa.
La policía no pudo determinar la ubicación de la persona que llamó debido a que ésta utilizaba una VPN, una herramienta que encripta el historial de Internet de un usuario, según el informe.
Greene expresó su gratitud por la gestión de los incidentes por parte de las fuerzas de seguridad locales.
«Están al tanto, y definitivamente saben lo que está sucediendo ahora», dijo, añadiendo que tiene una profunda confianza en los oficiales locales y se siente «muy segura» con ellos.
Pero este abuso de los recursos policiales tiene que terminar, dijo Greene, señalando que su departamento de policía local está contratando ahora a 18 agentes más.
«Ya tienen pocos efectivos, así que no es necesario que vengan a mi casa por alguien que intenta atacarme políticamente, sino que deben ser capaces de responder a cualquier otra situación grave en nuestra zona», dijo.
Greene acusó a los medios de comunicación hegemónicos de ser «cómplices» de lo que le ocurrió. Los recientes titulares de las noticias la han pintado como «que tiene como objetivo a los niños trans, lo que es una mentira horrible», dijo, señalando que algunos jóvenes extransgéneros han salido a compartir su arrepentimiento en público.
«Pasaron por las hormonas que les han cambiado la voz para siempre, por los bloqueadores de la pubertad que les provocarán problemas de por vida, como baja densidad ósea y castración química. Son cosas muy serias», dijo. «Pero los medios de comunicación hegemónicos, la forma en que mienten sobre mí, me están señalando de una forma tan peligrosa que pueden hacer que me maten».
«Está llegando un punto en el que puede que tenga que demandarles por lo que están haciendo que la gente piense de mí», añadió.
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