El régimen comunista de China está expandiendo ilegalmente su territorio por el Mar de China Meridional y alterando deliberadamente su interpretación de la historia para mantener sus ganancias mal habidas, según un experto.
«La historia para el gobierno chino es de plástico y puede ser cambiada y moldeada según sea necesario, como sabe cualquier buen partido comunista», dijo Gregory Poling, miembro senior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), equipo de expertos con sede en Washington.
La actual cúpula del Partido Comunista Chino (PCCh) cree que Estados Unidos está en «decadencia terminal» y que está más dispuesto a participar en hostilidades desde la ascensión de Xi Jinping al mando del PCCh en 2012, añadió el experto.
«La disposición a recurrir a la coerción en lugar de las herramientas [diplomáticas] es mucho mayor para China [bajo Xi]», dijo Poling el 5 de julio durante un debate en el CSIS sobre su último libro, «On Dangerous Ground: America’s Century in the South China Sea” (En terreno peligroso: Un siglo de Estados Unidos en el Mar de China Meridional).
El libro se centra en examinar la intersección del compromiso de Estados Unidos con la libertad de los mares y su red de alianzas en evolución en todo el Indo-Pacífico, indicó el autor.
Disputas territoriales
Comprender la historia de las distintas reivindicaciones sobre el Mar de China Meridional y el papel de Estados Unidos en ellas es vital para entender el momento actual en el Indo-Pacífico, dijo Poling.
«La historia que tenemos del Mar de China Meridional está sesgada», indicó el investigador. «Las disputas territoriales en este punto tienen más de un siglo de antigüedad y lo que a menudo se pasa por alto en la historia tal y como solemos contarla es que Estados Unidos ha estado allí todo el tiempo».
Poling explicó que el papel de Estados Unidos en la configuración del Indo-Pacífico es más antigua que la del PCCh y que sus motivaciones se derivan de su posición en la región como «potencia residente» debido a sus posesiones coloniales en Filipinas a principios del siglo XX.
«En el fondo, los intereses de Estados Unidos se han mantenido bastante estables», dijo a continuación.
Entre esos intereses están el mantenimiento de los compromisos de la alianza y la defensa del derecho marítimo internacional para garantizar el acceso de la comunidad internacional a las vías marítimas.
Sin embargo, a diferencia de Estados Unidos las reivindicaciones del PCCh sobre la región se han creado en gran medida de la nada en que los dirigentes del PCCh dibujaron una sección del Mar de China Meridional en un mapa y reclamaron arbitrariamente todo lo que había dentro, a pesar de no tener presencia en ninguna de las islas de la región en ese momento, dijo Poling.
«Ningún funcionario chino había puesto nunca un pie en [las islas]», dijo el autor. «Ellos no sabían lo que estaban reclamando. Simplemente trazaron una línea alrededor y dijeron que cualquier roca o isla que se encuentre en cualquier lugar de la línea pertenece a China y esa es la base de las reclamaciones de China desde la década de 1930 hasta al menos principios de la década de 1990».
Esto cambió en 1988, cuando el régimen chino atacó a Vietnam después de que las fuerzas vietnamitas reclamaran un arrecife en las islas Spratly. Tras el incidente, Beijing amplió sus reclamaciones para incluir todas las aguas y el aire de todo el mar, enmarcando su reclamación como «derechos históricos».
Agresión del PCCh
Desde entonces, el régimen ha creado numerosas islas artificiales en toda la región, que ha utilizado como bases para los equipos militares y para incrementar sus reclamaciones. Esto ha garantizado que el PCCh tenga acceso a las ricas reservas de pesca y gas natural de la región, al tiempo que ha bloqueado esos recursos a la comunidad internacional en general.
«Todo esto es claramente ilegal y contraviene la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que China ayudó a negociar», dijo Poling.
«Ahora, de repente, China está haciendo estas reclamaciones que infringen directamente los derechos de los barcos estadounidenses, los aviones estadounidenses, los ciudadanos estadounidenses, y están amenazando con socavar todo el régimen del derecho marítimo internacional en el que Estados Unidos ha invertido profundamente», indicó el autor.
El PCCh ha continuado sin trabas sus esfuerzos por ampliar su acceso a los recursos estratégicos, logrando en gran medida la intimidación de pequeñas naciones no alineadas, asegurándose siempre de no arrastrar a Estados Unidos a sus diversas disputas.
Según Poling, Estados Unidos ha perdido prácticamente la región del Indo-Pacífico y tendrá que ejercer una inmensa presión diplomática y económica sobre Beijing para volver a abrir completamente el Mar de China Meridional.
Con cada nueva isla e instalación militar, el PCCh está «apretando la soga» en la región y amenazando con convertir el Mar de China Meridional en un «lago chino».
«China está considerablemente por sobre Estados Unidos a nivel local», dijo Poling. «Domina el aire, el mar y el espectro electromagnético».
“Nos estamos acercando peligrosamente al punto en el que ya no existe la libertad de navegación en el Mar de China Meridional”
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