La séptima entrega de los «Archivos de Twitter», respaldados por Elon Musk, se publicó el lunes por la mañana, mostrando que hubo un «esfuerzo organizado» por parte de agentes de la ley federal para apuntar a las redes sociales y empresas de noticias que informaron sobre el explosivo reporte de la laptop de Hunter Biden de 2020.
«En Archivos de Twitter #7, presentamos pruebas que apuntan a un esfuerzo organizado de representantes de la comunidad de inteligencia (IC), dirigido a altos ejecutivos de empresas de noticias y redes sociales, para desacreditar la información filtrada sobre Hunter Biden antes y después de su publicación», escribió el autor Michael Shellenberger, quien publicó capturas de pantalla que supuestamente son de intercambios de mensajes entre altos funcionarios de Twitter y el FBI en octubre de 2020.
En un momento dado, las capturas de pantalla de correos electrónicos posteadas por Shellenberger muestran que el FBI estaba presionando cada vez más a Twitter en el período previo a las elecciones de 2020, ya que los funcionarios de la oficina enviaban mensajes con frecuencia a la empresa para obtener informes sobre supuestas pruebas de influencia extranjera. Esos correos electrónicos, según él, solicitaron repetidamente «información de Twitter que Twitter ya ha dejado claro que no compartirá fuera de los canales legales normales». El FBI había pedido a la firma pruebas de injerencia extranjera, pero Twitter dijo que no han encontrado nada digno de mención.
«Todavía no hemos identificado ninguna actividad que normalmente les remitiríamos (o incluso señalaríamos como interesante en el contexto de la influencia extranjera)», decía un correo electrónico de un empleado de Twitter. Y otro, escrito por el exjefe de confianza y seguridad Yoel Roth, decía que «hemos visto un esfuerzo sostenido (aunque descoordinado) por parte de la IC [comunidad de inteligencia] para presionarnos a compartir más información y cambiar nuestras políticas de API. Están sondeando y presionando por todas partes (incluso susurrando al personal del Congreso)».
Mientras tanto, Roth aparentemente había intentado resistirse al FBI en sus intentos de conseguir que Twitter compartiera datos que iban «más allá del proceso normal de orden de registro», decía un posteo. Roth abandonó la empresa el mes pasado, semanas después de la adquisición de Musk.
Más detalles
El 13 de octubre, un día antes de que el New York Post publicara su reportaje sobre la laptop de Hunter Biden, el abogado George Mesires envió un correo electrónico al propietario de un taller de reparación de computadoras de Delaware, John Paul Mac Isaac, en el que decía que tanto el menor de los Biden como Mesires se habían enterado por el NY Post de que su reportaje sobre la laptop se publicaría al día siguiente. Mac Isaac ha dicho que un hombre que parecía ser Hunter Biden dejó la laptop en su tienda antes de que el FBI la recuperara en diciembre de 2019, según las entrevistas que ha concedido.
Unas dos horas después de que Mesires enviara un correo electrónico a Mac Isaac, el agente especial del FBI Elvis Chan envió 10 documentos al entonces jefe de seguridad del sitio de Twitter, Yoel Roth, a través de un canal de comunicación unidireccional del FBI a Twitter, según una captura de pantalla que Shellenberger posteó el lunes.
Horas después de que el New York Post publicara la noticia al día siguiente, Twitter y Facebook se movilizaron para limitar el alcance de la historia, llegando incluso a bloquear a los usuarios de Twitter la posibilidad de compartirla o enviar mensajes directos. El director ejecutivo de Facebook y Meta, Mark Zuckerberg, confirmó en agosto al podcaster Joe Rogan que el FBI se puso en contacto con Facebook y advirtió sobre la desinformación rusa antes de las elecciones.
Otros capítulos
El periodista Matt Taibbi, que fue retuiteado y respaldado por Musk, publicó el primer lote de los «Archivos de Twitter» centrados en las discusiones internas de la compañía que lo llevaron a bloquear la historia del NY Post sobre Hunter Biden. Las capturas de pantalla de los mensajes que se publicaron mostraban a los funcionarios intentando explicar cómo la historia violaba su política de «materiales hackeados» mientras que la laptop fue dejaba en un taller de reparación de computadoras.
Al mismo tiempo, Musk y Taibbi revelaron que los archivos habían sido examinados por el entonces director de Twitter James Baker, exabogado del FBI, antes de ser entregados a Taibbi y a los demás periodistas. Musk escribió más tarde que había «expulsado» a Baker de la empresa a principios de diciembre, aunque no está claro por qué Baker seguía trabajando allí en primer lugar.
La segunda entrega detallaba cómo Twitter mantenía una «lista negra» secreta de cuentas destacadas para evitar que sus tuits fueran tendencia o que sus cuentas fueran buscadas por otros. Entre ellos estaban Charlie Kirk, director de Turning Point USA, Jay Bhattacharya, profesor de la Universidad de Stanford, Libs de TikTok, el podcaster Dan Bongino y otros.
Las entregas posteriores se centraron en la suspensión de la cuenta del expresidente Donald Trump a principios de enero, revelando mensajes internos de Slack que mostraban que un número creciente de empleados de Twitter pedían la suspensión de Trump. Algunos altos ejecutivos de Twitter se opusieron a la suspensión antes de que la entonces directora jurídica de Twitter, Vijaya Gadde, y otros tomaran el relevo. Horas después, la cuenta de Trump fue bloqueada por dos posteos que publicó el 8 de enero de 2021.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el FBI para obtener sus comentarios.
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