Apple y Amazon dejan expuestos a sus usuarios en China

07 de agosto de 2017 10:59 PM Actualizado: 09 de agosto de 2017 2:40 PM

Apple y Amazon, dos de las compañías de tecnología más grandes del mundo han aceptado de mala gana someterse a las demandas de censura de la nueva ley de ciberseguridad del régimen comunista.

En medio de una caída de ventas en China (su segundo mercado más grande), Apple ha quitado las aplicaciones de redes privadas virtuales (virtual private networks, o VPN) de su App Store chino. Estas aplicaciones proveían uno de los pocos accesos a la información libre en el país más poblado del mundo.

Esta jugada puede ayudarle a la empresa de Cupertino a ganarse el favor del régimen comunista chino, pero le costará la credibilidad que ganó en su batalla con el FBI, cuando le ordenaron desarrollar software para penetrar un iPhone 5c en 2016.

Amazon, que le provee servicios de nube a otras compañías, ha hecho lo mismo a través de su vendedor chino, Beijing Sinnet Technology. Esto puede dejar a las compañías allí, expuestas a una vigilancia y censura más profunda.

Las medidas fueron ordenadas por el Ministerio de Seguridad Pública de China, que funciona como el regulador del régimen de las telecomunicaciones.

Las VPN crean una conexión encriptada, segura, entre dos usuarios. En el caso de Apple, las aplicaciones les permitían a los usuarios acceder a sitios web restringidos por región y saltearse la censura de internet, proveyendo una de las pocas rutas para obtener información libre a través del sistema de censura del Gran Cortafuegos Chino.

Amazon ha continuado la medida, haciendo que Sinnet le notifique a sus clientes que usan el gigante servicio de computación en la nube, que deben dejar de usar software para eludir las restricciones.

En el caso de Apple, quitar estas apps, y las otras medidas anteriores de retirarlas de redes sociales y noticias de su tienda app store china, podría hacer que la compañía permanezca en la lista de «tolerables».

Apple dice estar siguiendo las regulaciones y leyes locales, algo que el CEO de Apple, Tim Cook, dice hacer en cada país en el que opera. Cook ha dicho que Apple cree en involucrarse con los gobiernos incluso cuando no está de acuerdo con ellos.

Pero al hacerlo así, sin mostrar ningún esfuerzo de resistir, hace que algunos críticos digan que Apple deshonró la clase de ambiente de libre pensamiento que dio a luz a su carácter innovador.

Algunos observadores, como Willy Wo-Lap Lam de la Universidad China de Hong Kong, describieron la movida como una «quid pro quo comercial y política entre Apple y el gobierno chino».

Pero incluso con esta sumisión, Apple enfrenta dificultades en China. Los ingresos se han atascado y las ventas caen. El iPhone pierde terreno a los rivales locales. Los rivales se desarrollaron en parte con tecnología que las compañías estadounidenses se vieron obligadas a compartir con los socios chinos.

Apple está también construyendo un nuevo centro de datos en la provincia de Guizhou. Un requisito de la ley de seguridad del 1 de junio estipula que las compañías deben almacenar los datos de los usuarios dentro de las fronteras chinas.

El amplio alcance de la ley preocupa a las compañías y gobiernos nacionales. Además de requerir a las compañías guardar la información en servidores nacionales, puede también requerir a las compañías enviar una revisión de seguridad de cualquier dato que quiera sacar de China. Este requisito ha causado temor de que Beijing pueda robar importantes secretos de tecnología y comercio.

Greatfire.org, que desarrolla herramientas de red para saltearse la censura china y que vigila las actividades de censura del Gran Cortafuegos Chino, advirtió sobre los posibles impactos.

VPNs, como los que usan los clientes de Amazon en China y los usuarios de Apple allí, son una forma en la que las compañías, gobiernos e individuos pueden sacar información de China sin ser vigilados o censurados.

China no ha sido tímida en el pasado al emplear al ejército y a otros hackers pagados por el estado para adquirir tecnología para propósitos comerciales. En cierto sentido, la nueva ley de ciberseguridad de China quita las barreras legales para cumplir esos objetivos.

Es un trago amargo para los activistas de una internet libre, que los gigantes estadounidenses como Amazon, Microsoft y Apple se hayan mantenido callados y hayan cumplido las demandas del régimen.

El tristemente célebre caso de Yahoo, que entregó emails de disidentes, e incluso la direccion IP de un periodista en 2005 que terminó con una sentencia a 10 años de prisión por enviar una lista de demandas de censura a una ONG, es uno de los ejemplos.

Mientras tanto, Microsoft fue acusado por mucho tiempo de permitir a Beijing dictarle palabras claves de censura en su motor de búsqueda Bing en China, omitiendo resultados para búsquedas como «Dalai Lama» o sólo dejando pasar resultados de fuentes sancionadas por el estado.

Microsoft, que luchó en el pasado un pedido de revelar el código fuente al régimen chino y otros esfuerzos bajo el nombre de «ciberseguridad» y «antiterrorismo», tomó ahora un enfoque totalmente diferente cuando lanzó la Edición Régimen Comunista de Windows 10, una versión sancionada por el estado del sistema operativo para ser usado por el sector público del país.

«Es un honor y un privilegio hoy estar en China, el lugar central de algunas de las invenciones que cambiaron el mundo, como el papel, el ábaco, y la primer imprenta de tipos móviles del mundo», escribió Microsoft en uno de sus blogs en mayo.

Una de las críticas que compañías como Microsoft y Apple tienen es que se someten a las demandas de un régimen totalitario sin mostrar esfuerzos de resistirse, más allá de la ocasional carta a través de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Tampoco reconocen estar haciendo algo en contra de los intereses de sus usuarios y socios.

Una de las pocas compañías que hizo algo alguna vez fue Google.

Google es la excepción y se pone de pie

Google comenzó a ofrecer servicios de búsqueda en China en 2006, ajustándose a las demandas de censura chinas bajo la lógica de que era mejor para los usuarios chinos que Google estuviera allí a que no lo estuviera. También notificó a los usuarios chinos sobre los resultados filtrados.

Pero luego de que el régimen se infiltrara en Google y docenas de otras compañías, y de que también jaquearan las cuentas de Gmail de activistas chinos por los derechos humanos, Google se rehusó a filtrar sus resultados.

La compañía sabía que era probable que sus servicios fueran prohibidos en China, como lo fueron Twitter, Flickr y otros no mucho tiempo antes.

Google redirigió sus búsquedas en chino a su versión de Hong Kong, la cual no tenía censura. En cuestión de meses, fue bloqueada en China continental.

Los críticos de cómo Apple se sometió a la censura china dicen que la compañía debería haberla peleado más.

«Apple debería haber mantenido su postura. Debería haber confiado en su posición en el mercado como proveedor del dispositivo móvil premium más buscado», escribe Mike Butcher en un comentario de Tech Crunch.

«Al mantener sus principios, Apple hubiera sido capaz de sostener su cabeza en alto en EE. UU. y globalmente. Podría haber mantenido el valor de su marca entre su base de usuarios devotos por todo el mundo», escribió.

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