El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró este lunes en Miami que su Gobierno le ha devuelto la «confianza» a Estados Unidos para creer en su país, pero reconoció que aún existe una amplía brecha económica entre ambas naciones y la amenaza de la izquierda en la región.
Brasil ha cambiado, defendió Bolsonaro durante un discurso que ofreció hoy en un foro económico, en el que dijo que su Gobierno quiere «hacer grande a Brasil», en alusión al lema de su homólogo Donald Trump, con quien cenó el sábado en su club Mar-a-Lago, en Palm Beach, a unos 100 kilómetros al norte de Miami.
«Lo que tienen es un país brasileño diferente donde pueden confiar en el presidente y su personal», manifestó el mandatario brasileño, que el martes culmina una visita de cuatro días a Florida, en la que suscribió el domingo un tratado bilateral de cooperación en defensa con Estados Unidos.
Este lunes, ante una audiencia de unos 300 empresarios reunidos en el seminario empresarial organizado por la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Apex-Brasil), Bolsonaro se mostró «extremadamente contento con la agenda bilateral» que mantiene con Trump.
«En las últimas décadas, ha habido una gran desconfianza por parte de las Administraciones de izquierda brasileñas hacia países importantes como Estados Unidos (…), ahora eso ha cambiado», señaló.
En 2019, el flujo comercial Brasil-Estados Unidos alcanzó los 59.800 millones de dólares, un aumento del 3,7 % respecto al año anterior, según fuentes oficiales brasileñas.
Bolsonaro subrayó en ese sentido que Brasil es muy importante para Estados Unidos, y viceversa, y que su Gobierno se ha empeñado en devolverle la «confianza», pero indicó que aún falta camino por recorrer.
«Reconocemos que existe una gran distancia económica o de capacidad entre Brasil y Estados Unidos. Sin embargo, el hecho es que Brasil está cada vez más comprometido en un esfuerzo para cerrar estas brechas», expresó Bolsonaro.
El mandatario, sin embargo, no hizo mención al tema los gravámenes al acero y al aluminio brasileños anunciados por el presidente Trump a finales de 2019.
En respuesta a la prensa en Mar-a-Lago, Trump dijo el sábado pasado en unas breves declaraciones, en compañía de Bolsonaro, que no prometía nada al respecto.
Ambos mandatarios de derecha, afines en su estilo de Gobierno y desencuentros con la prensa, han abordado, sin embargo, la crisis en Venezuela, según confirmó este lunes Bolsonaro.
El llamado «Trump del Trópico» dijo que la izquierda sigue siendo una amenaza en Latinoamérica y que hay que devolver la normalidad a Venezuela, aunque reconoció que es difícil «dado el alto grado de deterioro moral y político que enfrenta».
Bolsonaro relató que llegó a la Presidencia con una campaña de «menos de medio millón de dólares» y con gran oposición de la izquierda, subrayó que hay que luchar para asegurar que otros países vecinos en América del Sur no sigan el ejemplo de Venezuela.
En ese sentido, dijo que en 2018, durante la campaña presidencial, no se podía permitir que «el ala izquierda estableciera las reglas y dictara las perspectivas futuras de un gran país como Brasil».
El exmilitar manifestó que, a diferencia de Venezuela, Brasil tuvo éxito en las elecciones que lo llevaron al poder, porque «las Fuerzas Armadas siguen siendo el principal aliado y uno de los pilares clave», sin intervenir en la política partidista.
Jair Bolsonaro es un firme aliado de EE.UU. en la política de presión al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela para que se celebren elecciones libres y democráticas en ese país.
Ambos Gobiernos reiteraron que reconocen a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y Bolsonaro recientemente anunció que retiraba a todos sus diplomáticos de Caracas.
Por otro lado, Bolsonaro, que ha estado acompañado del canciller de Brasil, Ernesto Araujo, y el ministro de Defensa, Fernando de Azevedo, entre otros miembros de su gabinete, señaló durante el foro que su Gobierno ha buscado «racionalizar el entorno empresarial».
«El seminario es otra oportunidad para presentar las empresas y soluciones brasileñas al mercado norteamericano, aumentar los negocios y fortalecer la relación bilateral, que está experimentando un gran momento», comentó por su parte el presidente de Apex-Brasil, Sergio Segovia.
«Queremos recortar la burocracia y desregular las prácticas», enfatizó por su parte el mandatario brasileño.
Sin embargo, dijo que todavía tiene «un enemigo interno muy fuerte que es el ala izquierda» contra la que ha luchado «fuertemente».
Durante el evento, estuvieron presentes los alcalde de Miami y Miami-Dade, Francis Suárez y Carlos Giménez, respectivamente, quienes destacaron especialmente la inversión de Brasil en el sector inmobiliario del sur de Florida.
Bolsonaro se reunirá hoy con representantes de la comunidad brasileña y el martes viajará a Jacksonville (noreste de Florida) para visitar una fábrica de la empresa aeronáutica brasileña Embraer y de allí regresará a Brasil.
Video relacionado
Cómo Brasil escapó por poco de ser un desastre socialista como Venezuela
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.