China confirmó este sábado la expulsión inminente de la corresponsal en Beijing del semanario francés L’Obs, Ursula Gauthier, a la que acusa de «defender claramente» actos terroristas, en un comunicado publicado en el ministerio de Relaciones Exteriores.
La periodista ha sido víctima de una violenta campaña de ataques en los medios de comunicación estatales tras un artículo en el que describía la política represiva llevada a cabo por Beijing en Xinjiang, una gran región de mayoría musulmana en el oeste del país.
El ministerio había comunicado el viernes a Gauthier que, si no pedía disculpas por el artículo, se le negaría la renovación de su acreditación de prensa y debería salir del país el 31 de diciembre.
La corresponsal francesa ya había indicado a las autoridades que tales disculpas «no tenían cabida» y eran «impensables» para ella. La negativa de renovar una acreditación de prensa y un visado de estadía significa la expulsión.
El artículo de la periodista francesa «defendió claramente actos de terrorismo y asesinatos crueles de inocentes, lo cual provocó la indignación del pueblo chino», afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores en su comunicado.
Las autoridades consideraron que Gauthier no pidió «disculpas verdaderas al pueblo chino» y que, por tanto, era «inapropiado que siguiera trabajando en China», según el ministerio.
Varios internautas chinos se burlaron de la presunta «indignación» del pueblo, ya que el artículo de la periodista no fue traducido al chino y que su versión francesa era inaccesible en el país asiático, donde las autoridades llevan a cabo un estricto control del contenido publicado en internet.
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