El 12 de abril, el régimen chino continuó las pruebas de su misil balístico más nuevo, el cual presuntamente podría llevar hasta 10 cabezas nucleares a cualquier parte de Estados Unidos.
Las pruebas fueron realizadas al mismo tiempo en que el régimen manifestó su descontento con una inminente decisión de una corte internacional de arbitraje sobre sus reclamos en el Mar Meridional de China. El caso, presentado en la corte por Filipinas, podría desacreditar los reclamos de China en la región.
Funcionarios del Pentágono, cuyos nombres no fueron revelados, dieron detalles de la prueba del misil al Washington Free Beacon. Ellos habrían monitoreado los vuelos de dos misiles que aparecieron en satélites militares y sensores regionales.
Los funcionarios no detallaron la ubicación de la prueba, pero el Free Beacon notó en su artículo del 19 de abril que las pruebas anteriores se realizaron desde el Centro de Prueba de Misiles y Espacio de Wuzhai, en China central.
También señala que las pruebas se realizaron sólo tres días antes de que el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, visitara un portaaviones norteamericano en el Mar de China Meridional, y en el mismo periodo en el que un general chino de alto rango “hiciera una visita inusual a una isla en disputa en el Mar de China Meridional”.
De acuerdo con el Dr. Bernard D. Cole, quien enseña Relaciones Sino-americanas y Estrategia Marítima en el National War College, probablemente la prueba haya sido planificada con antelación.
“El DF-41 ha estado en desarrollo por al menos 15 años, probablemente más, así que esto no es más que el final de un ciclo muy largo de desarrollo”, dijo en entrevista telefónica.
El Free Beacon también notó que Kanwa Asian Defense informó el mes pasado que el nuevo misil balístico intercontinental de China estaba en su fase de prueba final, y que calculaba que lo desplegaría cerca de Xinyang en la provincia de Henan, China central.
Cole dijo que el hecho de que China tenga un arma nuclear que podría usar contra Estados Unidos no tendría un impacto significativo sobre la manera en que EE. UU. trata con China, pero podría afectar el comportamiento del régimen chino.
“No sé si cambiará el enfoque de EE. UU., pero sí dará más confianza a China en distintos asuntos”, indicó Cole.
Y agregó: “Les aumentará la confianza en su estatus diplomático y militar”.
Otro factor es que el régimen chino ha estado pensando en planes para cambiar su política sobre las armas nucleares de “supervivencia” a un estado de alerta instantánea, con los misiles listos para dispararse en cualquier momento.
La Unión de Científicos Preocupados notó que el potencial cambio en la política de China en un informe del 16 de febrero. Allí decía que China podría estar moviéndose “hacia una política de lanzamiento ante amenaza y alerta instantánea”, y notó que Estados Unidos también utiliza la alerta instantánea.
“Dicho cambio cambiaría drásticamente el riesgo de un intercambio o accidente nuclear –un cambio peligroso que Estados Unidos podría ayudar a evitar”, declara.
Según Cole, el “peor panorama” con los nuevos misiles de China y los supuestos cambios en su política sería que surgieran políticas de destrucción mutua asegurada entre China y Estados Unidos, algo similar a lo que existió entre EE. UU. y los soviéticos durante la Guerra Fría.
Sin embargo, dijo que no parece haber indicios de que la situación esté moviéndose en esa dirección, aunque notó que “es posible”.
En particular con esta última prueba, Cole dice que “es un desarrollo importante, pero no creo que sea crucial”.
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