El conocimiento convencional sitúa al origen del golf en Escocia en el siglo XV. Pero ¿quiénes fueron los primeros en inventar este deporte calmado, enfocado y consumidor de espacio? Mirando los textos chinos antiguos y las pinturas, se descifra la historia de una actividad que involucra más de cientos de años y que comparte asombrosas similitudes con el entretenimiento occidental.
En la Dinastía Tang (618–907 a. C.), los deportistas chinos jugaban un agotador juego de carreras en el que los competidores montaban a caballo mientras regateaban las pelotas en una cancha cien veces el tamaño de un campo de fútbol moderno.
La maestría en ese deporte solo podía obtenerla el atleta más capaz y, eventualmente, fue simplificado para ser jugado a pie. Esto era especialmente útil para las damas de la corte y su participación en lo que llegó a ser conocido como “Chuiwan” o “golpear la bola”, lo que ayudó enormemente a popularizarlo en las eras posteriores.
Los jugadores usaban hasta diez palos de diferentes tamaños para pegarles a las pelotas de madera. Los hoyos eran ubicados para crear variadas dificultades.
Se puede encontrar pinturas que destacan el Chuiwan en épocas tan tempranas como en la Dinastía Ming (1368–1644). Shang Xi, pintor de la corte, representó a Xuanzong, al emperador Ming, jugando el deporte; Du Jin pintó una escena de “Hermosas damas jugando Chuiwan”.
Al principio el Chuiwan se jugaba de un modo muy parecido al fútbol, en el que los jugadores de equipos rivales trataban de golpear las pelotas para entrarlas en los agujeros pequeños del campo de juego. A medida del paso de los siglos, Chuiwan se convirtió en un deporte más similar al golf, tal como se detalla en el registro histórico llamado «Wan Jing,» o «Tratado sobre juegos de pelotas».
“El terreno es plano, levantado, hundido, con colinas, hacia arriba, obstructivo… La parte plana no puede evitarse; la levantada debería ser usada; la hundida es accesible; la parte con colinas debe ser lentamente integrada; la parte con impedimentos hay que tratarla hábilmente; la parte hacia arriba debería ser evitada… Con hoyos excavados en el campo, se erigían banderas de color.
Chuiwan realmente apareció durante la dinastía Song (960-1279) y se le dio el nombre en las posteriores dinastías Jin y Yuan. En esos tiempos fue muy popular y era jugado por ambos emperadores chinos y nómadas. Cabe destacar que el «Wan Jing» fue el primer libro escrito en la dinastía Yuan, cuando China era gobernada por los Khan de Mongolia.
El «Wan Jing» describe al Chuiwan como un deporte que, como el golf moderno, no solo hacía hincapié en el rendimiento, sino que también incluía un sistema bien desarrollado de etiqueta que a la larga era para el mejoramiento de las virtudes éticas. Se requería que los concursantes mantuvieran una conducta deportiva y del habla y demostraran respeto hacia los ancianos.
A diferencia de su primo escocés, el Chuiwan no llegó hasta nuestros días. La popularidad del deporte disminuyó durante la dinastía Ming, supuestamente debido al interés debilitado del emperador y la vitalidad física, más que por una necesidad de espacio abierto para jugar. Después de que las tribus de Manchuria conquistaron China y establecieron la dinastía Qing (1644-1911), los nuevos gobernantes imperiales llevaron a la popularización de sus propias tradiciones, como la caza, la lucha libre y el patinaje sobre hielo.
Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.
A continuación
A los 20 años no era saludable, pero descubrió que vivir de acuerdo con Verdad, Benevolencia y Tolerancia su vida podía cambiar
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.